•Capítulo 19•

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Todos estábamos desayunando en un silencio bastante cómodo. Decidí hablar para contarles el plan que tenía para escaparnos de la fiesta.

-Vale. -Me aclaré la garganta. -Pues ya sé cómo vamos a ir a la fiesta.

-Sí sale de ti tenemos que tener planes hasta la Z.- Se burló París.

-Ya, pero si saldriese de ti no llegaríamos ni a la puerta del comedor, así que calla y escucha. -Le espeté. -Bueno, hay un patio detrás donde nunca va nadie, no hay cámaras y la valla es bastante fácil de saltar.

- ¿Cómo lo sabes? -Preguntó Arthur.

-He estado pasando unas horas allí, inspeccionando el área. - Aclaré. -Tendría que hacer una llamada para confirmar pero ese sería básicamente el plan. Quedamos a media noche en nuestra puerta, salimos, nos lo pasamos bien y a las cuatro tenemos que estar de vuelta como muy tarde. Dato importante. No podemos beber ni una sola gota de alcohol y aún menos drogas, en el caso que nos pillen de vuelta y nos hagan una prueba de alcoholemia, y si no nos pillan, no tener ningún tipo de resaca. ¿Capisci?

-Siento arruinarte la fiesta, pero no alcohol, no diversión. -Intervino París.

-Pues o te jodes o te jodes. Porque no solo tú te meterías en un lío, sino todos los que te acompañemos, así que ni una. Sola. Gota.

-Vale, vale. -Alzó los brazos en forma de rendición.

-Bien. Bueno, tenemos que ir a clase. ¿París? -Le llamé para ir juntos, como normalmente hacemos.

-Oh, no, yo tengo cosas que hacer. -Se excusó.

- ¿Más importante que ir a clase? -Enarqué una ceja. El chico solo me miró causando que suspirase, agotada, y me centrase en mi otra compañera. -¿Steph? -La chica se levantó de la mesa sin decir nada y me adelantó. -Pues hasta luego entonces.

***

Filosofía.

Era interesante, dentro de lo que cabía, pero llegaba a ser aburrido si no te gustaba realmente, sobre todo si el único compañero que hace tus clases más amenas no está. Intenté empezar varias veces una conversación con Steph, pero esta me ignoraba completamente.

Creo que le caigo un poco mal.

Siempre la encontrarías leyendo un libro distinto cada semana. Esta semana tocaba "De la Luna a la Tierra" de Julio Verne. Un clásico. Me impresionaba la capacidad de concentración que tenía esa mujer. Una vez, en el patio, había una pelea que terminó mal, muy mal, incluso tuvieron que llevar a uno de los chicos al hospital. Todo el mundo estaba haciendo un círculo al drama pero me fijé en que Steph continuaba leyendo su libro, ni siquiera levantó la mirada. Nada. Estaba en una burbuja. Su burbuja.

Después de cinco clases más había terminado el horario escolar. Fui a mi habitación. Necesitaba una ducha urgente. Ya iban a ir empezando los trabajos, proyectos, exámenes y ansiedad, mucha ansiedad.

Entré en mi cuarto y dejé la mochila en el suelo. Escuchaba cómo Bruno hablaba con alguien así que no quería hacer mucho ruido para no molestar. Pero me quedé anonadada al ver on quien conversaba, y aún peor, de qué hablaban.

-Algún día tendrás que decírselo, ¿o esperas al último momento para contarle todo a Ayla? -Regañaba Bruno a la otra persona.

¿Contarme el qué?

- ¿Por qué insistes tanto en que se lo cuente? -Preguntó el otro sujeto. Esa voz...

-Oh, por favor, París, no hagas como si no tenéis algo.

Solo tú [Solitarios#1] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora