•Capítulo 27•

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Dos semanas.

Esa es la cantidad de tiempo que había pasado lo de la carta y el policía.

Había decidido no contárselo a nadie, solo a París, pero no tenía manera de comunicarme con él, así que se me ocurrió una idea que podía salir o muy bien o muy mal.

Me dirijí hacia dirección para pedir volver a hablar con el Agente James, sin embargo cuando estaba a punto de coger el teléfono me avisaron de que tenía visita.

Dejaría la llamada para más tarde.

Fui directa a la sala de visitas, la última vez que estuve ahí fue cuando Noelia me llamó para avisarme sobre la fiesta.

Me paré de golpe al ver a una señora rubia con canas y el pelo recogido por una coleta perfecta. Tenía los ojos verdes y, aunque estaba llena de arrugas, se notaba que era una estirada. Vestía con un vestido rojo ajustado, unos tacones negros y un bolso Louis Vuitton que combinaba con su calzado.

Por mucho que me esforzaba en acordarme de su cara y de quien era, no lo conseguía.

La señora enarcó una ceja totalmente pintada al verme, esperando alguna reacción mia.

-Creo que se han equivocado, yo... -Comencé.

-No se han equivocado, quiero verte a tí, Ayla. Siéntate. -Ordenó con poca paciencia al ver que no respondía.

Lentamente me acerqué a la silla, arrastrándola para poder sentarme.

La señora me miró de arriba a abajo con cara de asco, consiguiendo que me sintiese incómoda.

- ¿Puedo preguntar quién es usted? -Pregunté para que dejase de mirar mi sudadera de Ariana Grande con desagrado y me viese a la cara.

-Por supuesto que puedes, querida. Soy Paola, tu tía.

Abrí la boca para hablar y preguntarle un montón de cosas que me he estado cuestionando estos días, sin embargo, ningún sonido salió.

- Madre mía, ¿por qué te pusiste nuestro apellido? Eres idéntica a tu padre. No tienes absolutamente nada de tu madre.

Al escuchar esas palabras algo de mí se revolvió. Iba a vomitar si volvía a escuchar la mención de mi abusador.

- ¿Por qué? -Pregunté por primera vez.

- Por qué, ¿qué?

¿Por qué has venido aquí?

¿Por qué dices ser mi nueva tutora cuando ni siquiera lo comentaste con Isa?

¿Por qué odias tanto a mi madre?

¿Y a mí?

¿Por qué, tras estar desinformada de ti, vienes un día de la nada haciendo como si nos conociesemos de toda la vida?

Miles de preguntas recorrían mi cabeza sin parar. Parecía haber pasado una eternidad en ese silencio cuando en verdad tan solo habían pasado unos microsegundos.

Quería hacer las menos preguntas posibles, para no ser agobiante, pero las suficientes como para informarme y quitar toda la curiosidad que me comía.

-Así que ahora eres tú mi tutora.

-Sí, y para ganarte el puesto, existen unas cuantas reglas que tienes que cumplir.

- ¿Perdona?

-La primera es que te tienes que referir a mi como "Usted" y "Señorita Paola". -Comenzó. -La segunda es que cuando llegues a casa, te encargarás de todas las tareas domésticas, como una verdadera señorita.

Solo tú [Solitarios#1] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora