Las Vegas

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El domingo se apresuró en llegar, la fria noche en Las Vegas le daba la bienvenida a la menor de la casa Black. Ojeó en todas las direcciones hasta encontrarse con la alta figura de Kory. Ambas se acercaron y saludaron, tuvieron una corta y cómoda conversación sobre el vuelo antes de subir al auto de la rubia. No había chofer y la mayor no usaba GPS, por lo cual la azabache supuso que no era la primera vez de su prometida en la ciudad. Miró por la ventana sorprendida, las luces le encandilaban pero no le importó, observó absorta como las vallas publicitarias pasaban una tras otra. Hoteles, bares, casinos, discotecas, y sobre todo mucha gente, llenaban los ojos de Hannah de información totalmente nueva para ella.

— Jum, ¿Te gusta? Kory aprovechó el semáforo para mirarla, los ojos azules de la menor brillaban con emoción.

— Me encanta... ¿Has estado aquí antes? le preguntó aun con la mirada perdida.

— Muchas veces aquello sonó como si aquel lugar guardara muchos secretos para ella — Siempre soñé con tener un hotel aquí Hannah apartó su mirada para posarla sobre el perfil de la mujer tras el volante, su rostro se iluminaba intermitentemente. Se veía mucho mayor que ella.

— ¿Qué te lo impedía? quería conocerla un poco más, después de todo compartirían mucho tiempo.

— El dinero... Las buenas propiedades aquí tienen dueños poderosos en la industria, dueños que saben lo que cuesta conseguir un buen sitio. Nunca había tenido una oportunidad como esta, y de no ser porque ahora seremos una sola compañía, no lo hubiera logradoKory no apartaba la vista del camino, pero su expresión dejaba ver su satisfacción. Realmente era un sueño cumplido.

— Es bueno saber que saldrá algo bueno de todo estole respondió con sinceridad.

El resto del camino se mantuvieron en silencio, uno muy cómodo para ser interrumpido incluso cuando llegaron a su destino. La mayor le ayudó con su equipaje y subieron al ascensor por su cuenta, rechazando la ayuda de los empleados del lujoso hotel. Abrió la puerta de la habitación, sosteniéndola para que Hannah entrara primero. Ya dentro, la vio abrir la maleta y sacar algunos productos de cuidado personal y una pijama, supuso que era hora de irse pero no se acercó a la salida, por el contrario, tomó camino hacia una puerta cerca al recibidor. Al abrirla se topó con otra puerta, sacó su tarjeta del bolsillo de su pantalón y conectó ambas habitaciones.

— Listo, así estamos técnica pero no literalmente juntas — la azabache le brindó una tímida sonrisa — supongo que eso te evitará problemas con tu novia — le comento para romper un poco el hielo y hacerla hablar.

— De hecho, no creo que podamos tener más problemas... ni siquiera estoy segura de poder llamarla "mi novia" — dijo haciendo las comillas con los dedos.

— Mm no debe ser fácil para ella — Hannah la miró confundida — Digo... si yo estuviera en su posición, probablemente sería mucho más problemática que ella aclaró encogiéndose de hombros, se acerco a la ventana mirando a las calles un segundo, para luego adoptar su clásica pose despreocupada. La menor la miró nerviosa, aceptando que se veía demasiado atractiva con los brazos cruzados.

— Te ves como el tipo de persona que causa problemas a donde va contestó apoyando su idea.

— Lo era, pero luego vas creciendo y te das cuenta que los problemas llegan solos, sumarte algunos más solo hará tu vida más complicada... así que aquí me tienes, siendo una aburrida adulta adicta al trabajosu mirada se perdió en la ventana nuevamente.

— ¿Qué signo eres?le preguntó curiosa.

— Wow, wow, ten cuidado; De donde yo vengo, esa pregunta puede tomarse como una invitación a tu camale advirtió riendo.

MANN BOXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora