No One Before To You°~Larry Stylinson~°

Parties, Envy and Fights

Todos sus sentidos se activaban bajo el toque de sus dedos y el recorrido de sus labios en su piel. Cada cosa que hacia le dejaba queriendo más y pidiéndolo desesperadamente sin siquiera la necesidad de usar palabras.

Su cuerpo lo decia todo y el de Harry lo entendía.

Lo que estaba viviendo era la definición de sentirse amado con los ojos de Harry admirandole como si se tratara de una obra de arte y cuidando cada parte de él.

La vista de los ojos verdes de Harry cerrándose en un gesto caótico fue lo último que necesito para llegar finalmente a la culminación de su placer.

Con sus voces formando un solo sonido erotico y Harry cayendo estrepitosamente a su lado, respirando agitadamente y sintiendo como una tonta sonrisa se posaba en su rostro.

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Habian pasado toda la tarde juntos, ahora Louis se dedicaba a arreglar el desastre que quedaba despues de eso.

Envoltorios de comida y latas de soda regadas por la mesa, un par de migas en el piso. Causadas por sus repentinas peleas de cosquillas o almohadazos que el estaba perfectamente consciente de que Harry le dejaba ganar.

Su risa podia escucharse en cada rincón de la habitación, se acababa de ir y ya empezaba a extrañarlo pero una mirada al brazalete que le dio un par semanas atras le recordaban que lo veria pronto.

Se sonrojo ante sus propios pensamientos.

Lamentablemente ya no pasaba tanto tiempo por Harry, la molestia de Anthony Styles habia pasado de ignorarlo casi por completo a controlarlo obsesivamente aprovechándose de las ganas de Harry por demostrar tener la capacidad de quedarse con el negocio familiar.

Aún asi las horas o minutos que pasaba con el eran mas mas preciadas. No importaba cuán escasas fueran.

Siempre habia estado feliz con su vida, pero nunca habia llegado a amarla tanto como en ese momento.

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Harry caminaba a su casa, tan imponente como la recordaba.

No podia negar que pasar tiempo con Louis a aceleraba su corazón y alborotaba su serotonina, manteniendolo de buen humor la gran parte del tiempo.

Sin embargo el lugar en el que se adentraba en ese momento lograba despertar en el un sentimiento al que se sintió casi ajeno por la mayor parte de su vida.

La tristeza.

No podía evitar juzgarse por eso. Guerras en Oriente medio, hambrunas en África, niños en orfanatos.

Alguien como el no tenía permitido sentirse triste. Pero no podia evitarlo.

El patio frente a el, le había visto en algunos de los mejores momentos de su vida. Cuando le entregaron su primera bicicleta y a Gemma tras de el. Dejando la suya de lado para enseñar al inexperto y temeroso Harry que temblaba ante la idea de caerse.

Algunos de los cumpleaños de su hermana, muchos de los suyos. Grandes festejos celebrados en su honor que le daban aquella atención que tanto disfrutaba.

Amaba a su familia, amaba a Anthony, a Anne y a Gemma. Por eso cuando se esta ultima se fue, lo que habia llamado hogar durante años dejo de tener esa sensación para el y ahora solo quedaba un padre odiando la idea de que su joya mas preciada no hubiera hecho su voluntad y una madre triste que ocultaba su dolor para no lastimarlo.

Terminó de venirse abajo con el deterioro de la relación con su padre.

Se internó en la casa, sintiendose feliz por encontrar a su madre con una tasa de cafe en el living.