Why Now?

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Jay era joven. Fácilmente podía pasar por la hermana de sus hijas. Ahora era algo para celebrar pero para cuando su primer hijo apareció estuvo al borde de un colapso nervioso.

Ella solo tenía 18 años y pudo tomar una decisión diferente de no ser porque el padre de su hijo utilizó varios tipos manipulacion para que el naciera.

Aparentemente suspender un embarazo era un pecado mortal con el que Troy no podría cargar pero abandonar a un niño o hacerlo sufrir con su dependencia al alcohol le parecía perfectamente justificable.

Louis no tenía ninguna queja en contra de su madre, era la mejor. Pero no podía evitar pensar en todos los sueños que se habían esfumado con su nacimiento.

Jay dice que su nacimiento la lleno de felicidad, el no lo dudaba. Sin embargo había tenido que trabajar a niveles exagerados.

Siempre sin recibir ayuda del hombre que se rehusaba a llamar padre.

Finalmente años después conoció a Mark, de alguna manera Louis lo había sentido como un padre y aunque hoy ya no estaba con Jay. Aún lo quería y llamaba constantemente, estaba muy agradecido por los buenos tratos que le había dado a lo largo de esos años. Incluso seguía invitándolo a pasar tiempo con él cuando se veía con sus hijas.

Pero no había tiempo para pensar en los buenos tiempos en ese momento, con el borracho tambaleante frente a él que sonreía falsamente mientras luchaba por mantenerse en pie.

-¡Hijo! -exclamó-

-¿Que haces aquí? -Contestó con voz titubeante mientras retrocedía-

-Te he dicho varias veces que esa no es manera de hablarle a tu padre -alzó la voz y le dio un leve empujón para adentrarse en la casa-

Otro de los defectos de ese miserable era pedir respeto sin haber hecho nada para merecerlo

-Vete de mi casa -dijo en lo que debía ser un grito pero era más parecido a un intento de asfixia-

Vio el rostro de Troy girandose.

-¿Que mierda dijiste? -grito totalmente colérico y fuera de sus casillas-

Louis pudo sentir como sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas.

Dió varios pasos retrocediendo hacia la cocina, seguido por su padre que avanzaba hacia el.

Los ojos de su padre rodaron, burlándose del patético estado en el que se estaba presentando frente a él.

-Sigues siendo un maldito maricon -pronunció haciendo crujir sus dientes, lo siguiente que vio fue como el hombre al que no veía hace años se quitaba el cinturón-

Realmente creyó que se iba a desmayar, esa imagen se había repetido en su cabeza en múltiples ocasiones. Pero sólo como una pesadilla.

Había vuelto a ser real, realmente se encontraba ahí. Viendo cómo procedían a golpearlo.

El timbre volvió a sonar, tan lejos que casi no pudo escucharlo. Aunque estaba a tan solo unos pasos de la puerta.

El primer golpe venía hacia el y aunque sabía que podría defenderse, había algo dentro de él que lo tenía tan aterrado que lo dejó inmóvil.

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No quería encender el auto y tener la mirada acusadora de su padre sobre el, así que se vio en la obligación de caminar a casa de Louis. Estaba tardando más de lo esperado y con la lluvia de Londres por esos días. Podia decir que realmente lo odiaba.

Prefería mil veces la nieve, pero era momento de dejar de quejarse y apresurarse.

Unos pasos más adelante ya estaba en casa de los Tomlinson, tocó el timbre a la espera de que la puerta fuera abierta pero no fue así.

No One Before To You°~Larry Stylinson~°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora