despues de la tormenta

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- lista!?.- dijo Lincoln preparándose para lanzar un frisbee.

Lincoln respiro profundo y arrojó el disco hacía su pequeña acompañante.

Lizzy corrió tras el disco a cuatro patas, tal cual como un perro e irónicamente era más rápida así. Atrapó el disco con los dientes y lucho con un perro que también fue por el frisbee.

- es tan tierna.- dijo Leia.

- si...- contesto Lincoln con aires de nostalgia.- no se por que, pero me recuerda mucho a Lana. - sonrió.

- a todo eso... Hablé con Lola y...- Lizy se abalanzó contra ella y lamió su rostro.- jaja...ya, ya...jaja... Ya basta.- decía entre risas.

De pronto, Lizy se detuvo con la nariz en alto, algo había captado su atención. De la misma manera, luego de mirar a varias partes, salió corriendo tras una joven de cabello rubio que paseaba a su perro e iba de incógnito.

- hey! Cómo estás pequeña?.- dijo la joven sobándose la espalda por el derribo de Lizy.

- disculpe, no fue su intención, Lizy deja a la señorita en paz.- dijo Lincoln.

- ha! Ustedes otra vez...- la joven se quitó las gafas de sol y su gorra por un breve instante para revelar su identidad.

- Lana?.- confundido.- que haces aquí?.

- nada en particular, solo disfrutamos del paisaje.- abrazo a su perro.

- Charles...- dijo Lincoln sin pensar, sorprendiendo a Lana.

- hace tanto que no escuchaba ese nombre...- un extraño aire de melancolía y tristeza se hicieron presentes.

- he...? Ha!, Lo siento, se llama Charles!?.- alterado.

- no, pero si tuve un perro llamado así.

Lincoln se contagió la tristeza que emanaban las palabras de Lana, sin embargo, debía disimular lo mejor que podía, incluso si quería arrodillarse en el piso y llorar desconsolado por la perdida de su antigua mascota.

- estoy seguro que fue muy felíz...- intuyó.

- yo también, era mi mejor amigo... el esperó conmigo hasta donde sus patas alcanzaron.- inconsciente sus ojos se volvían cristalinos.- su regreso era muy importante para ambos.

Antes de que Lincoln pudiera decir algo más, Lizy tomo la riendas de la situación, abrazando a Lana y mirándola con los ojos cristalinos.

- no debe llorar...- pronunció con la voz cortada y el moquillo saliendo.- si usted llora, yo también.

Lana y Lizy estaban en una competencia de miradas, la primera que cerrará los ojos comenzaría el mar de lágrimas, era inevitable.

La que cayó primero fue Lana y casi de inmediato le siguió Lizy, aferrándose a ella como si fuera su madre.

Luego de el calvario de lágrimas, Lana y Lizy se calmaron, al menos hasta que Leia dijo "Hachiko" y otra tormenta de lágrimas arrasó por otros cincuenta minutos.

Una vez completamente calmadas, todos se fueron a almorzar a una cafetería cercana. Lizy y lana arrasaban con el menú y la billetera de Lincoln.

- y... que tal dirige Leni el orfanato?.- Lana pregunto a Lizy.

- exelente, algunos incluso dicen que no quieren irse.- contesto alegre.- pero... No creó que ese lugar se compare a tener un papá, una mamá o una familia...- depresiva.

- vamos cariño, nunca pierdas la esperanza, verás que todo saldrá perfecto a su tiempo.- la consoló.

- si, creo que así será.- más animada.

protejo lo que es mio y a las personas que quiero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora