protejo lo que es mio y a las personas que quiero

orígenes

Antes de comenzar unas pequeñas aclaraciones, esta es mi primera historia y no soy un experto en cuanto a escribir pero hago el intento aparte escrito desde mi celular así que me van a faltar puntuaciones como por ejemplo el guión largo o el primer signo de pregunta, dicho esto continuemos.

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Era una mañana tranquila y pacífica en aquella casa ubicada en Norwich Inglaterra, dónde ya hacían dos personas durmiendo tranquilamente, un albino se empezaba a levantar con mucha pereza de su cama, pues tenía que preparar el desayuno, apesar de ser sábado sus obligaciones como padre eran claras, siempre estar hay para sus hijos, en este caso en particular hija.

Ya levantándose por completo haciendo unos estiramientos, Lincoln Loud el autodenominado ' hombre del plan ' fue directamente hacia la cocina.

Mientras que en otra parte de la casa se encontraba profundamente dormida la hija de Lincoln, Leia Loud,
Una chica de piel pálida y cabello rubio que se despertó por un olor muy delicioso, se levanto de su cama y siguió tan dichoso olor hasta la cocina donde se encuentra una grata sorpresa.

- buenos días cielo, siéntate estoy preparando tu favorito. - dijo Lincoln sonriendo.

- pastel y waffles!!! Estoy ansiosa.-
Esbozando una enorme sonrisa hizo caso.

La pequeña niña de 10 años miraba a su padre de 28 años y no le quitaba los ojos de encima, de vez en cuando soltaba un suspiro y recargaba su cabeza sobre sus manos. Leia no sabía que estaba sintiendo pero poco le importaba solo sabía que se sentía bien, cálida, completa.

- bien todo listo.... Oh vaya casi se me olvida. - Lincoln saco de la alacena un plato de galletas de chocolate y lo puso enfrente de su preciada hija.

- GENIAL !!!! Este día mejora cada vez más. - decía eufórica y llena de alegría.

- bueno hoy es una ocasión especial después de todo hoy hace cinco años nos convertimos en familia y mi vida dió un giro inesperado que no cambiaria por nada del mundo. - dijo Lincoln mientras se servía una taza de café y un plato de waffles.

Ante tal comentario Leia estaba más feliz que nunca y tenía un leve sonrojo que logro ocular.

- hoy no irás a trabajar? Ya es muy tarde. - mencionó la pequeña todavía con el sonrojó.

- no, hoy este día es para ti, se que no he estado últimamente en casa desde ese nuevo proyecto de la compañía, así que decidí tomar este sábado. - dijo mientras bebía de su café.

- ENSERIO!! - dijo alegremente y casi dando saltos a su silla.

- si, así que termina tu desayuno rápido, por que tenemos todo un día de diversión por delante. - parándose de su asiento y mostrando una sonrisa triunfante.

- GENIAL! - se levanto también de su asiento y se abalanzó sobre su padre, abrazándolo fuertemente.

Después del desayuno y una que otra plática Lincoln y Leia se alistaban para salir, Lincoln se puso unos pantalones negros, unos tenis blancos, una camisa blanca y un suéter comprado como regalo de cumpleaños por su hija de color anaranjado. Mientras que Leia se ponía calcetas largas de color blanco, zapatillas negras, y un vestido de una pieza colo azul.
Antes de salir Leia se hizo dos coletas con listones y Lincoln saco de un cajón una peluca de color negro.
Leia desconocía la razón por la cual se ponía la peluca, creía que era algo estético o vergüenza por su peinado, esto no le gustaba para nada por que según ella estaba ocultando un poco de su perfecto ser. En más de una ocasión tuvieron un problema con este tema, eventualmente lograron una especie de trato y era que el usaria la peluca fuera de casa pero adentro estaba estrictamente obligado a quitársela, esto no la convencía del todo pues quería presumir a palabras de ella, lo bello que era su padre, pero viendolo por el otro lado le encantaba la idea de que solo ella podría ver a su padre en todo su esplendor.