protejo lo que es mio y a las personas que quiero

hablar con la pared

Leia temerosa e impaciente, miraba antetamente el rostro de su padre. El miraba a la nada claramente afectado; no lloraba, pero sus ojos delataban sus intenciones

-...- lincoln no podia articular palabra alguna, agacho la cabeza y arrastró los pies por un par de metros.

- papa...- lagrimas caian de su rostro.- lo siento.- ella sabia que no podia seguirlo, mucho menos despues de lo que hizo y quizas se merecia el odio de su padre.

Volviendo un poco atrás; la noche tormentosa amenazaba con inundar las calles de la ciudad. Una gran preocupación para cierto orfanato en el que se refugiaban dos rubias talentosas y una adorable huérfana.

- no creo que la lluvia pare pronto...- dijo Lizy con admiración.

- creí que le tendrías miedo a los rayos, pequeña.- contesto una rubia por detrás.

- no, me encanta la lluvia y jugar en ella, los rayos son solo una extensión de su cuerpo.

- vaya, es una buena forma de verlo, pero me temo que tienes que ir a la cama, ya es tarde.- tono amable.

- de acuerdo.- entre saltos, Lizy recorrió los pasillos tarareando hasta los dormitorios.

- parece que nada te hace llorar.- menciono la rubia.

- eso no es cierto, solo intento ser tan genial como Leia.- contesto.

- Leia?.... Creo que e escuchado ese nombre antes.- susurró para si misma.

- si, me ha dicho que soy como su hermana y quién sabe, quizás algún día pueda ser así - positiva.- quizás el sr. Loud algún día se anime.- La rubia se detuvo y Lizy hizo lo mismo.- está bien?

- eh?... Si, claro, solo recordé unas cosas...

Ya arropada y lista para dormir, Lizy se recostó en su cama siendo seguida por la rubia.

- disculpa Lizy, antes de que te vayas a dormir, podrías contarme más acerca de tu amiga y el señor Loud?

- claro, Leia me cuenta muchas cosas...- se detuvo al instante, recordando algo de suma importancia.- no debería contar eso... Lo siento, es privado.

- tranquila amiguita, soy una tumba.

- no lo sé...- dudosa.

- escucha, confía en mí y yo personalmente te llevaré mañana a ver a tu amiga.

- lo harás!?.- emocionada.

- por supuesto.

- bien, creo que puedo contarte una cosa o dos!

Mientras tanto, lejos de ahí en una casa donde quizás ocurra un homicidio.

- Sam...- dijo Lana.- Luna nunca la superó, hizo de todo para tratar de olvidarla, pero nadie como ella.- cruzo los brazos.- supongo que tuviste suerte 'don Juan'.

- p-para nada!, Juro que no quería hacerles daño, Luna y Sam...

- claro, ya tenías a Lola. - interrumpió.- ella no es lo que crees.

- Lana...

- solo escúchame, ella está...

- tía Lana...- Leia interrumpió.- deja que papi termine de contar lo que pasó con Sam.

La mirada fija y y sin expresiones de Leia fue suficiente para que Lana entendiera como se sentía.

- Leia, no me digas que?

- por favor, no lo hagas.- la irá e impotencia eran claras en sus palabras.

Lincoln no entendía a que se referían, pero supo lo que tenía que hacer.