– ¡Audrey! –mi nombre fue gritado en medio del pasillo mientras dejaba mis libros en el casillero. Me llevé una mano al pecho y me giré para esperar a Tyler de frente. Venía pululando por el pasillo con Jun detrás– ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te encuentras?
– Bien, bien, y... bien –asentí, dibujando una sonrisa en mis labios. Cogió mi cara en sus manos y movió mi cabeza, examinándome.
– Bueno, todo parece estar en orden –me soltó y me hizo la señal de la cruz–. Te dije que ese pasillo daba miedo, tía. No es por asustarte, pero hay rumores de presencias oscuras y bichos raros. Cualquier cosa, avísame; el padre de mi iglesia tiene contactos, si sabes a lo que me refiero... –guiñó un ojo con intención, como si fuera alguna señal secreta.
– Se refiere a un tipo que cree saber hacer exorcismos, Audrey, a eso se refiere –Jun rodó los ojos y apartó a Tyler. Cogió mi mentón en sus dedos y me miró los ojos, uno por uno–. Bueno, no hay señal de contusión, pero debo avisarte que solo voy por la temporada cinco de Grey's Anatomy, así que podría estar equivocada. ¿Te llevaron al doc?
La versión oficial era que me había desmayado. Terrence me contó que Kurt me había sacado por la entrada trasera, sin pasar por el comedor, así que nadie había visto nada. Esta mañana, cuando revisé mi móvil por primera vez desde ayer, me había encontrado con cinco llamadas perdidas de cada uno, y una infinidad de mensajes por haber desaparecido de la nada.
Y como cien solicitudes nuevas de seguimiento en mi cuenta de Instagram. ¿Cómo demonios la habían encontrado de todos modos? ¡Era completamente anónima!
– Sí –contesté–. Todo bien. Solo fue un susto de nada.
– Bueno, de puta madre porque Kat acaba de invitarme a su fiesta este viernes y tienes que venir –Tyler me miró con toda la seriedad del mundo–. Sería tu primera fiesta en Vincent's. ¡Tu debut oficial, Audrey!
– ¿Eso no fue ayer? –hice una mueca, recordando todas las miradas. Habían disminuido hoy, pero no se habían desvanecido del todo.
– Palomita, ayer fue un vistazo a lo lejos. ¡El viernes es el Meet&Greet!
– ¡Já! –fingí una risa antes de poner cara de horror– Entonces definitivamente paso.
– Ay, Audrey, chica... –Tyler chasqueó la lengua, mirándome con cara de cachorro triste.
– Yo estoy con ella –Jun me apoyó, poniéndose de mi lado–. Es el primer viernes de la primera semana de clase. Suficiente socialización por cinco días seguidos. Necesito un descanso.
Sonreí de oreja a oreja.
– Ustedes dos... –Tyler suspiró– Bueno, me voy antes de que el de Lengua me cierre la puerta en la cara.
– Siempre es el de Lengua... –Jun movió la cabeza– Bueno, yo también tengo que pirarme. Chaus.
Solo cuando Jun dio vuelta en la esquina del pasillo, desapareciendo, fue que recordé que no sabía llegar a mi siguiente clase. Genial.
Dejé escapar una bocanada de aire y escondí mi cara en mi casillero.
Anoche no dormí una mierda.
Y el par de horas de sueño que tuve fueron incluso más estresantes, con pesadillas sobre sectas raras llevándose a mi familia y ofreciéndome como sacrificio humano al dios de los Homo Sapiens Alfa.
Probablemente se preguntarán lo mismo que yo en su momento: si el objetivo de mis padres era mantener el estatus gamma de mi hermano en secreto, ¿qué carajos hacemos viviendo en el mismo Estado donde se encuentra la embajada nacional de La Unión? ¿No deberíamos de habernos mudado a Alaska?
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Evolution ©
Teen FictionCOMPLETA. El plan era sencillo: mudarse a Vincent's Town, olvidarse de su ex, y disfrutar en lo posible de su último año de instituto antes de comenzar su verdadera vida en la universidad. Por supuesto, cuando elaboró su plan, Audrey Bouffard no tom...