BAD Girl | Zayn Malik

42. Irresistible

ZAYN:

Abrí los ojos y me encontré con Avril dormida a mi lado. Me extrañé, ya que yo siempre me despertaba el último.

Estuve observándola dormir durante no sé cuánto tiempo. Se veía tranquila e inocente. Nada de lo que es en realidad. Mi chica pervertida. Sí. Mía. Estaba completamente seguro de que ella era el amor de mi vida. Con quien quería pasar toda mi vida.

No me di cuenta y ella ya me estaba mirando. Bajé de mi mundo y sonreí.

—Buenos días. —Dije yo acariciando su mejilla.

—Buenos días. —Dijo ella sonriendo también. —¿Cuánto tiempo llevas despierto? —Me preguntó.

No lo sé. He perdido la noción del tiempo.

—No sé. No mucho. —Dije yo.

—Hm. —Dijo ella. —Ayer fue una noche increíble. —Dijo pícara. Yo me sonrojé. Ella tenía mucha experiencia, y siempre me daba placer. Pero yo no sabía cómo dárselo a ella. Así que recurrí a los libros sobre sexo. Que gracias al milagro del Señor, mi madre no llegó a encontrar.

—¿Lo dices en serio? —Dije sonrojado y ella asintió. Ella, por mucho que me doliera, se había acostado con muchos chicos. Y seguro que tenían más experiencia que yo.

—La mejor. —Susurró mirándome a los ojos. Lo decía en serio.

—¿De verdad? —Susurré. Estaba orgulloso de mis dotes adquiridos y de que ella pensara eso.

—Sí. Fue increíble... Para no tener experiencia... se te da demasiado bien diría yo. —Dijo ella alzando una ceja y yo me sonrojé.

—Sólo quería corresponderte. —Respondí.

—Zayn. Me alegra que hayas leído libros. —Dijo ella. —Pero ya me correspondías. Escucharte gemir es lo mejor que he escuchado nunca. —Susurró haciéndome sonrojar otra vez. Ella sonrió y me dio un beso en la mejilla. —Adoro que te sonrojes.

Estaba en la cocina. Avril aún tenía sueño así que se había quedado durmiendo en la habitación. Y yo quería prepararle algo de desayunar. Mi madre me había enseñado a hacer tortitas, así que decidí intentarlo.

Empecé a cocinar y como no sabía dónde estaban los ingredientes tuve varios problemas. Cuando por fin encontré el chocolate, me estiré para cogerlo y sin querer moví el saco de harina. Y éste, al caer explotó liberando una gran nube blanca. Empecé a toser y a abanicar todo el humo blanco. Lo había dejado todo hecho un desastre.

Definitivamente, cocinar no es lo mío.

Lo limpié todo y terminé de cocinar. Tenían buena pinta. Esperaba que supieran bien después de tanto esfuerzo.

—¿Zayn? —Dijo y soltó una risa. Acababa de bajar por la escalera. Iba vestida con unos pantalones cortos de color azul marino, una camiseta semi—transparente de color azul claro y unas vans negras. —¿Qué te ha pasado? —Dijo mirándome burlona.

No me acordaba de que estaba cubierto de harina.

—Eh... quería cocinarte algo... y cuando fui a coger el chocolate se me cayó un saco de harina encima. —Dije enrojeciendo. Ella sonrió y se mordió el labio.

—Aww... eres tan tierno... —Dijo ella. —Si estuvieras cubierto de chocolate en vez de harina te habría comido. —Dijo riendo y mi eje subió al pensar tal cosa. —Creo que deberíamos probarlo alguna vez. —Dijo con una sonrisa pícara. —Anda, ve a bañarte. —Dijo y yo asentí.

—Bueno... te he preparado tortitas... espero que te gusten. —Dije y ella sonrió.

—Esperaré a que te duches, ¿vale? —Dijo ella y yo asentí. Fui hacia ella para besarla pero ella negó. —Estás cubierto de harina. Vas a ensuciarme. —Dijo y yo decidí usar su punto débil. Saqué mi labio inferior y ella alzó una ceja.

—Me ha costado mucho prepararte el desayuno. —Dije y volví a sacar mi labio. Ella rió y me besó.

—Zayn Malik. Cubierto de harina o no, eres irresistible. —Dijo ella divertida.

Yo sonreí y subí para darme una ducha. Me metí en el baño, me desnudé y me duché. Pero no tenía toalla.

Ash. Siempre me pasa lo mismo. —Dije interiormente.

—¡Avril! —La llamé. Esto me recordaba a cuando estaba en casa y mi madre ponía las toallas a lavar. Siempre tenía que llamarla para que me trajera la toalla. La puerta del baño se abrió.

—Dime. —Dijo Avril.

—No tengo toalla. —Dije desde el otro lado de la cortina.

—Ahora te doy una. —Dijo y escuché el sonido de un mueble abriéndose. —Toma. —Dijo dándome la toalla abriendo un poco la cortina. Yo me la enrrollé en la cintura y abrí la cortina. Avril me miraba mordiéndose el labio. —Mejor te espero fuera. —Dijo ella apartando su vista de mi y dando media vuelta. Por alguna razón, yo no quería que lo hiciera, yo la deseaba. Aquí y ahora. La agarré de la cintura y la pegué a mi cuerpo aún mojado. —Zayn. Tengo ganas de quitarte esa toalla, pero si lo hago creo que no probaremos las tortitas que tanto te han costado hacer. —Dijo ella y me ejesubió. Ella se dio la vuelta y plantó un beso en mis labios. —Vamos. Tengo hambre. De comida. —Añadió y yo sonreí.