BAD Girl | Zayn Malik

27. Good Night

AVRIL:

Estaba en el salón, con tía Sally, hoy era sábado, y el Lunes empezaría el instituto. Un nuevo instituto... Otra vez. Espero que no se me tiren todos los chicos encima como en los institutos anteriores. No quiero una reputación de puta como las demás.

—¿Qué te parece si vamos a una fiesta? A darte una bienvenida como se merece. —Propuso tía Sally y yo sonreí.

—Perfecto. —Dije yo.

—Vístete y ponte sexy, porque vamos a arrasar. —Dijo y yo reí.

Subí arriba y me vestí. Con un vesido rojo ceñido al cuerpo más arriba de las rodillas y unos zapatos de tacón de 10 centímetros. Me maquillé con la raya gruesa en los ojos, pintalabios rojo pasión y algo de rubor en las mejillas.

Bajé las escaleras y me encontré a mi tía vestida con un vestido negro ceñido al cuerpo más arriba de las rodillas, y maquillada con sombra de ojos violeta y los labios rojo pasión.

—Estás increíble chica. —Dijo mi tía dándome una vuelta.

—Tú no te quedas atrás. —Respondí yo.

—Entonces... ¡A divertirse se ha dicho! —Dijo ella con una sonrisa de 'vamos a pasarlo bien'.

Llegamos a un pub. Lleno de gente bailando, música alta, alchool... lo típico. Y lo que no puede faltar, chicos sexys.

—Bueno, diviértete, que yo ya le he echado el ojo a alguien. —Dijo mi tía mirando a un chico moreno de ojos verdes de unos veinti tantos. Yo sólo reí y asentí. Ella caminó hasta él moviendo sus caderas y el chico se quedó embobado.

El encanto de mi tía Sally. —Dije interiormente.

—Hola. —Dijo un chico a mis espaldas. Yo me giré y me fijé más en él. Tenía el pelo castaño, ojos miel y era muy guapo.

—Hola. —Dije con una sonrisa.

—Me llamo Justin. —Dijo él y yo sonreí. —¿Y tú eres...?

—Avril. —Respondí yo.

—Precioso nombre. ¿Bailas? —Me dijo coqueto y ofreciéndome la mano.

—Claro. —Dije yo aceptando su mano. Nos dirigimos a la pista y empezamos a bailar.

Estuvimos bailando provocativamente, todo el rato, hasta que decidí dar el paso. Lo besé y él me siguió el beso. Nuestras lenguas se enredaban sensualmente. Pero tuvimos que separarnos por falta de aire.

—¿Vamos arriba? —Dijo respirando agitádamente por la falta de aire.

—Pensé que nunca lo pedirías. —Dije yo sonriendo pícaramente.

Subimos las escaleras rápidamente mientras nos besábamos. Torpemente abrió la puerta y se separó de mí para cerrarla con seguro.

Luego volvió hacia mí y me agarró de la cintura. Empezamos a quitarnos la ropa el uno al otro hasta quedar desnudos y caímos en la cama.

Él se colocó encima de mí y empezó a besar mi cuello mientras yo gemía. Fue bajando sus besos y llegó hasta mis pechos. Con una mano empezó a masajear mi pecho derecho mientras con su boca mordisqueaba el otro. Yo gemía descontroladamente.

Es bueno.

—¿Te gusta? —Preguntó agitado. Yo no dije nada. Él siguió besando mis pechos hasta que yo lo paré colocándome encima de él.

—Ahora me toca a mí. —Dije yo y empecé a mover mi mano masturbándolo. Él gemía bajo mío mientras yo besaba su abdomen.

He elegido bien.

Dejé de masturbarlo con la mano y empecé a lamerlo lentamente.

—Oh Dios. —Gimió él. Yo me lo metí en la boca y empecé a sacarlo y meterlo rápidamente mientras él empujaba mi cabeza. —Ya... no puedo. —Dijo él y yo me separé de él. Me coloqué encima y empecé a moverme encima de él, penetrándome a mí misma. Él agarraba mis caderas y se empujaba contra mí mientras ambos gemíamos. Hasta que llegamos al orgasmo.

Me tiré a un lado de la cama y cerré los ojos.

Abrí los ojos y analicé el lugar. Esto no era la habitación de tía Sally. Intenté moverme y noté que tenía un brazo en mi cintura. Me giré lentamente y vi a un chico de pelo castaño a mi lado, completamente desnudo. Sonreí y miré más hacia abajo.

No está NADA mal.

Aparté su brazo de mi cintura y me levanté. Me vestí y miré la cama de nuevo, donde el chico seguía durmiendo.

He tenido una buena noche.

Abrí la puerta intentando no hacer ruido y me fui. Hoy era domingo. El último día de libertad. Fruncí el ceño al recordar eso. No quería ir al instituto.

Fui andando hasta mi casa, ya que no tenía transporte aquí y toqué la puerta.

Por favor, que tía Sally haya llegado. —Rogué interiormente.

Nadie abría.

Mierda.

Suspiré y salté la valla del patio trasero. Trepé por el árbol que daba a la ventana de mi habitación y entré, ya que ayer me dejé la ventana abierta.

Fui a por mi portátil y lo encendí. Me metí en Twitter y miré mis menciones.

Harry Styles

@Avril_Moon15 Voy a matarte en cuanto vuelvas aquí.

Louis Tomlinson

@Avril_Moon15 Cuando vuelvas voy a pegarte con una zanahoria en la cabeza ._.

Reí al leer eso.

Niall Horan

@Avril_Moon15 Vuelve!! Te echamos mucho de menos morena #PocitoIsSad :(

Niall Horan, tú nunca vas a cambiar.

Reí y les respondí.

@NiallHoran @LouisTomlinson @Harry_Styles Harry, si me vas a matar mejor no vuelvo. Louis, guarda tus zanahorias baby. Niall, lo siento Pocito :( pero no me dejan volver.

Les envié el mensaje y decidí escuchar música con Spotify. Busqué Rihanna y empecé a escuchar 'Stay'. Una canción preciosa —y triste— pero preciosa.