35. My drug

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AVRIL:

¿Cómo que 'Nunca olvides que te amo'?

—¡Mierda Zayn! ¡Zayn! —Grité al teléfono. Era inútil. Completamente inútil. Me había colgado y Dios sabe lo que va a hacer.

No. No. No y ¡No! Por favor no cometas la estupidez que estoy pensando. Tengo que encontrarlo. Y rápido.

Dejé el teléfono y salí corriendo por la puerta. No tenía ni la menor idea de lo que podía hacer. Podría tocar todas las puertas de Bradford. Pero llegaría tarde.

Los buzones.

Empecé a correr por todas las calles mirando cada buzón. Pero nada. Ninguno de esos buzones ponía 'Malik'.

—Disculpe. —Le dije a un anciano que pasaba por allí. —¿Sabe dónde viven los Malik? —Pregunté esperanzada.

—Hum... Sí. Me suena. Creo que está dos calles más abajo. —Dijo y yo sonreí para luego salir corriendo.

—¡Gracias! —Grité mientras corría.

Corrí y corrí hasta que por fin encontré la casa. Empecé a tocar la puerta desesperadamente.

—¡Zayn! ¡Zayn ábreme! —Gritaba mientras golpeaba brúscamente la puerta. Se me estaba nublando la vista con tan sólo pensar que había llegado tarde.

No. No.

—¡Zayn! —Grité de nuevo y cubrí mi cara con las manos.

¡Dios a la mierda con la puerta!

Rodeé la casa buscando alguna ventana abierta. Y... ¡Bingo!

La ventana de la segunda planta estaba abierta. Pero para mi mala suerte no había ningún árbol por el que pudiera trepar. Empecé a desesperarme.

Suspiré y me agarré a la pared de ladrillo. Me daba igual caerme. Lo único que me importaba ahora era ver a Zayn vivo.

Subí. Ladrillo a ladrillo. Y lo logré. Salté por la ventana y caí al suelo. Me levanté rápidamente. Había una cama doble en el centro. Así que supuse que estaba en la habitación de sus padres.

Miraba a mi alrededor mientras andaba. No encontraba a Zayn. Pero escuché unos sollozos y me paré de golpe.

Empecé a andar a marcha rápida, siguiendo los sollozos. Y lo encontré en un rincón de su habtación con un cuchillo en la mano. Estaba temblando, sentado en el suelo y con los ojos rojos.

—Oh Dios mío. —Susurré del alivio. Me acerqué a él y me arrodillé a su lado.

—No he podido hacerlo. —Susurró mientras sujetaba el cuchillo con su mano derecha, que estaba temblando.

—Zayn, ¿se puede saber en qué demonios estabas pensando? —Dije alzando la voz mientras cogía el cuchillo y lo lanzaba al otro extremo de la habitación.

—En morirme... Y—y dejar de sufrir. —Dijo y yo lo abracé fuertemente.

—Joder Zayn. Estás loco. —Dije yo mientras agarraba su cara entre mis manos. —¡Estás completamente loco maldita sea! —Grité mientras mis ojos se inundaban de lágrimas. —¿Cuándo vas a entender que si llegara a pasarte algo yo moriría? —Susurré.

—Tu estás con Blas. —Dijo él apartando su mirada. Yo agarré su cara delicadamente y lo obligué a mirarme.

—No. Usé a Blas para darte celos. Pero jamás creí que llegarías a esto. —Dije y sentí un tremendo dolor en mi pecho. —Perdóname. —Susurré. Él no decía nada. Mantenía su mirada fija en la mía. Y por una vez en mi vida no podía ver expresión en sus ojos.

—¿Aún me amas? —Dijo con miedo y yo asentí.

—Sí Zayn. Aún te amo. Te amo como el primer día. —Susurré y él parpadeó.

—Tú dijiste que... desearías no haberme conocido. —Dijo con dolor y yo negué.

—Zayn... estuve dos meses esperando tu llamada... cada vez que sonaba el teléfono me levantaba de golpe al pensar que eras tú... y jamás llegó esa llamada. Me han expulsado de 5 institutos... y... ¿Cómo pretendías que actuara? ¿Que me lanzara a tus brazos sinmás? —Dije yo con la voz quebrada y él negó. —Simplemente quería que... sufrieras... como yo... pero lo hice sin pensar... y cada vez que te hacía daño me lo hacía a mí misma. —Dije yo sincera.

—Jamás debí haberme ido. —Susurró él. —Perdóname. —Dijo mirándome.

—Y tú a mí. —Susurré yo. Ambos cerramos los ojos y juntamos nuestros labios en un beso lleno de temor, felicidad, nostalgia, tristeza... pero sobre todo, amor.

—Te amo. —Susurró sobre mis labios.

—Y yo a ti. —Dije y rodeé su cuello con mis brazos. Había estado tanto tiempo sin él... sin su cuerpo... lo necesitaba... él era mi droga. —Quiero hacerte el amor. —Susurré sobre sus labios y me senté encima de él. Quería hacerle ver lo mucho que lo amaba, quería sentirlo, quería tocarlo.

—Mis padres podrían llegar en cualquier momento. —Susurró él. Su miembro erecto estaba clavado en mi trasero a través de la tela. Yo sonreí.

—Me da igual. —Susurré y empecé a besar su cuello mientras mis dedos se enredaban en su cabello.

—Avril. —Gimió y yo empecé a acariciar su abdomen mientras besaba y mordisqueaba su cuello. Me levanté separándome de él y fui hacia la puerta para cerrarla con seguro. Luego volví hacia Zayn y le ofrecí mi mano para ayudarlo a levantarse. Él la agarró y se puso de pie.

—Quiero tocarte. —Susurré en su oído y después planté un beso en su oreja.

Lo empujé y cayó en la cama. Me coloqué encima de él y empecé a quitarle la ropa.

—Avril... —Susurró con algo de miedo. Quité su camisa y miré sus cortes. Me quedé en shock. Luego lo miré a los ojos. Me miraba con culpa y yo seguro que tenía cara de horror.

Tragué saliva y deslicé suavemente mi mano por su antebrazo lleno de cortes.

—Es mi culpa. —Susurré mientras un nudo aparecía en mi garganta.

—No. —Dijo él sentándose conmigo encima. —No lo es. —Dijo y yo cerré los ojos con fuerza.

—Si yo no hubiera... —Empecé a hablar. Pero él colocó su dedo índice sobre mis labios.

—No ha sido tu culpa. —Dijo y yo suspiré. —Yo mismo he cogido el cuchillo. —Dijo él. Yo lo tumbé de nuevo y lo besé. Quería olvidar todo lo malo. Quería que se sintiera bien. Quería hacerlo feliz. Tan sólo pedía eso.

Bajé mis besos por su abdomen y mientras, mis manos desabrocharon el botón de sus pantalones y bajaron la cremallera. Me deshice de sus pantalones, de modo qe ahora sólo estaba en boxers.

—Aún no puedo creerme que estes aquí. —Susurró acariciando mis brazos.

—Pues créelo. —Dije yo mientras masajeaba su miembro por encima de la tela haciendo que soltara un pequeño gemido. —Aún sigo con ropa. —Dije burlona y él se sonrojó. —Dios cómo echaba de menos tus mejillas sonrosadas. —Dije besando sus mejillas —segúramente haciendo que se sonrojara más—.

Me deshice de sus boxers y acerqué mi boca a su miembro. Me relamí los labios y pasé mi lengua por la punta de su erección haciendo que soltara un gemido. Lo hice repetidas veces mientras le escuchaba gemir, hasta que finalmente me lo metí en la boca.

También echaba de menos su sabor.

Lo sacaba y metía rápidamente de mi boca mientras él gemía, excitándome.

—Oh Dios. Me vengo. —Gimió y se corrió en mi boca. Yo me lo tragué y sonreí.

—Echaba de menos tu sabor. —Susurré seductoramente y él se sonrojó haciéndome sonreír.

Me coloqué a su lado y él me abrazó contra su cuerpo.

—No quiero volver a perderte. —Susurró en mi oído haciéndome estremecer.

BAD Girl | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora