28. My Sorrows

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AVRIL:

Hoy era domingo, y tía Sally me había dicho que tenía una sorpresa para mí. Ella era muy impredecible, nunca sabes lo que se traerá entre manos. Cuando me dijo: "Tengo una sorpresa para tí". Pensaba que me habría comprado unas esposas para 'jugar' o algo así por el estilo. Pero no.

—¡Tachán! —Exclamó.

—Es impresionante. —Dije yo mirando la moto que estaba en frente de mí.

Era una Derbi GPR 125 4T 4V de color verde.

—Tu padre te la compró como consuelo por haber tenido que mudarte aquí. —Me dijo ella lanzándome las llaves. Yo las agarré en el aire y seguí contemplando la moto.

—Es chulísima. —Dije tocando el manillar.

—¿A qué esperas para probarla? —Dijo ella dándome un casco nuevo. Yo me monté en la moto, me puse el casco y arranqué.

Podría ir bastante rápido con esta moto. Era una moto impresionante, mucho más que mi scooter vieja. Me encantaba escuchar el sonido de su motor retumbando en mis oídos. Igual no estaría tan mal vivir aquí.

Después de dar una vuelta con la moto regresé a casa, aparqué y toqué la puerta. El casco lo dejaría en mi habitación. Por si acaso. Tía Sally abrió y me dio otras llaves.

—Aquí tienes las llaves de la puerta. —Dijo dándomelas y yo sonreí. Me dejó pasar y andamos hasta el salón. —Por cierto, ¿cómo entraste antes?

—Por la ventana de mi habitación. —Dije yo y ella asintió.

—Tienes que acostumbrarte a cerrarla. —Dijo ella y yo reí.

—Sí. No sé por qué la dejé abierta, pero me fue bien. —Dije yo.

Lo que quedaba de día fue normal. Preparé la mochila para mañana y me acosté pronto. No quería llegar... Bueno... en realidad me daba igual llegar tarde a clase mi primer día... sólo es un decir.

Me desperté gracias a mi nuevo despertador, más ruidoso que el anterior y me levanté. Me fui al baño, me di una ducha rápida, me vestí con unos pantalones largos militares, unas converse negras altas, una camiseta con el símbolo de la paz enmedio, me maquillé y bajé. Tía Sally me había preparado tortitas. Me resultaba algo extraño comer algo por la mañana.

—Bueno, desayuna y luego ve a clase en tu nueva moto. —Dijo mi tía poniéndose los pendientes. —Voy a trabajar. —Dijo y me dio un beso en la mejilla. —Nos vemos más tarde.

—Adiós. —Dije sonriendo.

Terminé de desayunar y subí a por el casco y la mochila, a parte de mi móvil y las llaves. Bajé, salí de casa, me monté en la moto, me puse el casco y arranqué.

Llegué hasta mi nuevo instituto, aparqué y aseguré mi casco.

Vamos allá. —Pensé y suspiré.

Entré y fui directamente a Secretaria.

—Hola. —Dije y una mujer con gafas se acercó hasta mí.

—Hola. Eres la nueva, ¿cierto? —Dijo y yo asentí. —Aquí tienes tu horario. Irás a la clase D. —Me dijo entregándome el horario.

—Gracias. —Dije agarrando el horario y mirándolo. —¿Dónde queda mi clase? —Pregunté y la mujer señaló una puerta a mi izquierda.

—Oh, y aquí tienes la llave de tu taquilla. —Dijo entregándome la llave con el llavero que ponía '115'.

—Gracias. —Dije y el timbre sonó.

Yo suspiré, me dirigí a mi clase y me senté al final de todo y en un rincón, como en todos mis demás institutos.

—Eh, ahí me siento yo. —Dijo un chico de pelo rubio y ojos marrones fulminándome con la mirada.

—Pues ya no. —Respondí yo fríamente y él gruñó. Se dio media vuelta y se sentó en otro lado.

Yo miré mi horario. Ahora tocaba Matemáticas.

Genial. Es una buena forma de empezar el día. —Pensé sarcásticamente.

—Bien alumnos, empecemos con la lección de hoy. —Dijo la profesora. Yo suspiré y crucé los brazos sobre la mesa para luego hundir mi cabeza en ellos.

La campana sonó, despertándome de golpe.

Joder. La campana parece mi despertador.

La profesora salió de clase y yo me quedé sentada en mi lugar. No tenía amigos aún. Y total, ¿de qué serviría? Seguro que para cuando los tenga me volverán a cambiar de instituto.

Volví a mirar mi horario. Me tocaba Lengua. Suspiré frustrada y volví a hundir mi cara entre mis brazos.

Santa Mierda. Acabo de empezar y ya quiero terminar.

—Bien, alumnos, siéntense. —Dijo una voz que me resultaba familiar. Alcé mi mirada y ahí estaba él.

El causante de mis penas.

BAD Girl | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora