13. Evil reality

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AVRIL:

—¡No!—grité, y miré a mi al rededor. Estaba sentada en la silla yagarrando la mano de Zayn. Estaba sola en la sala y no había nadiemás. Eso había sido... ¿Un sueño? Suspiré aliviada y acariciéla mano de Zayn.

Había sido una pesadilla, una malditapesadilla. Una estúpida pesadilla. Calma... —decía interiormentemientras intentaba controlar mi respiración.

—Zayn...—empecé a hablar. —, no sé si me estás escuchando... Pero...Por favor... Aguanta... No... No puedes morir... —dije, y suspirépara no echarme a llorar. —Aunque tú no lo sepas... Eres fuerte...Zayn... Tú puedes seguir adelante... —susurré, y mi vista empezóa nublarse de nuevo. —¿Recuerdas cuando me dijiste que era lomejor que se te había cruzado en la vida? —dije, y se me escapóun sollozo. —Tú también... —dije en susurro. Y esperé... Algo,cualquier cosa, alguna reacción de su parte... Pero no, nada. —Porfavor. —dije, y sollocé fuertemente. Empezaba a desesperarme.—Echo de menos tu sonrisa, echo de menos que me mires, que tesonrojes, por favor... Por favor... —dije, y empecé a llorar sinpoder controlarme. Una mano se posó en mi hombro y me sobresalté.
Era la Sra. Malik, también tenía los ojos rojos. —Hola. —dijecon la voz quebrada, y volví a mirar hacia Zayn. Mi labio temblaba ymi pecho dolía, donde tenía el corazón. Apreté mis labios para nosoltar un sollozo y cerré mis ojos con fuerza. —¿Por qué hapasado esto? —dije con la voz quebrada.

—Se pondrá bien.—dijo la señora Malik abrazándome. Y yo le correspondería, perono tenía fuerzas, simplemente estaba demasiado débil. Yo sólo miréa Zayn... Tan débil... Tan pálido... Tan... Indefenso...

—Daríacualquier cosa por ponerme en su lugar. —dije yo con la vozquebrada mientras otra lágrima bajaba por mi mejilla.

—No,cariño. —susurró ella haciendo que la mirara a los ojos. —Nodigas eso. —dijo, y me abrazó fuerte. Pero era verdad, sóloquería que él abriera sus preciosos ojos miel de nuevo. —Él esun buen chico... No sé por qué no pueden... Tratarlo como a losdemás. —dijo ella con la voz quebrada, y soltó un sollozo alfinal.

—Lo es... —dije yo en susurro.

La puerta seabrió y por ella entró el doctor.

No. Por favor, no. Odio alos doctores. Después del sueño de antes le tenía fobia a losdoctores.

Tragué saliva y miré al doctor.

—Tenemosque revisarlo, ¿nos permiten? —dijo el doctor amablemente, y yosolté todo el aire contenido.

—Claro.—dijo Trisha, y nos levantamos. Salimos fuera y nos sentamos en lasala de espera.

—Trisha —dijo una voz masculina a nuestrasespaldas. —, ¿cómo está él? —dijo viniendo hacia nosotros, sesorprendió al verme. —¿Avril? No... Esperaba verte aquí. —dijosorprendido.

—¿Molesto? —pregunté algodecepcionada.

—No. —negó el señor Malik. —Sólo... Quepensábamos que... —dejó la frase a medio terminar. —Nuestrohijo no tiene muchos amigos. —yo bajé mi mirada.

—Zaynes... Un chico estupendo, Sr. Malik. Él no merece esto... —susurrénegando con la cabeza.

—Avril —me llamó Trisha, y yo lamiré. —, gracias por ser la amiga de Zayn. —dijo ella, y yosonreí débilmente, por primera vez desde que me enteré de que Zaynestaba en el hospital.

—No tiene nada que agradecer. —dijeyo negando con la cabeza, y luego suspiré. —¿Saben quién le hahecho esto? —pregunté, y ellos negaron. A Trisha se le salieronunas lágrimas y Yaser la abrazó.

—Sólo sabemos que loencontraron tirado delante del instituto... En el suelo y...Sangrando... —dijo Trisha, y sollozó.

Quien haya hechoesto... Va a pagarlo...

—Cualquiercosa, ¿podéis avisarme? —pedí, y ellos asintieron.

BAD Girl | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora