55. Pain

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ZAYN:

Fuimos camino a mi casa, tenía que hacer las maletas para irme a vivir con Avril. Estaba totalmente decidido.

—¿Pero tus padres te dejan? —Me preguntó.

—Sí. —Afirmé. Ni yo mismo sabía si lo habían afirmado o negado. No sabía como tomar el 'Oh' de mamá.

—Mentiroso. —Me acusó y yo la miré de reojo.

—¿Cómo lo sabes? —Dije con el ceño fruncido.

—Sé cuando mientes. No puedes mentirme sin que no me de cuenta. —Dijo ella y yo bufé.

—Bueno, en realidad no sé si ha sido un sí, o un no. Sólo ha dicho 'Oh' —Expliqué. —A demás, me da igual. Me iré a vivir contigo quieran o no. —Dije y ella sonrió a la vez que miraba al frente. —¿Qué? —Pregunté curioso.

—Has cambiado. Ahora eres más fuerte, más seguro de ti mismo. Y confías en mí. —Dijo ella con algo de orgullo. Y yo sonreí.

Sí. Lo hacía. Sentía como si fuera la única en la que podía confiar. Como si estuviera en una pequeña habitación cerrada con llave, junto a ella. Abrazándola, sin querer soltarla. Confiándole mi vida.

—Tú haces que me sienta más seguro... y que confíe en mí mismo... Tú eres mi razón de vivir. —Dije yo sincero. Ella sonrió y me miró, con un brillo intenso en los ojos, no sabría describirlo.

—Si sigues siendo tan romántico vas a hacer que me eche a llorar. —Dijo ella y ambos soltamos una risa.

Llegamos, por fin, a mi casa, y aparqué el coche. Jowy ya había llegado seguramente. Pero no habría problema con eso, total, no volvería a verlo a menos que nos cruzáramos por la calle o decidiera visitar a mis padres, o incluso si acompañara a Avril al instituto, pero nada más. Abrí la puerta de entrada con mi llave y dejé que Avril entrara. Nos encaminamos hacia el salón y me encontré con mis padres.

—Hola. —Saludé.

—Oh, hola Zayn. —Dijo mi madre levantándose. —Hola Avril. —La saludó con una sonrisa y la abrazó.

—Hola Trisha. —Dijo con una sonrisa dulce. —Hola Yaser. —Saludó a mi padre, que seguía sentado en el sillón mirando entretenidamente la televisión.

—Hola Avril. —Dijo sin prestar mucha atención.

—Hombres, siempre en su mundo. —Dijo Trisha y Avril soltó una risa.

¿Debería ofenderme?

Simplemente fruncí el ceño y mi madre soltó una risa.

—Zayn, espero que no te parezcas a tu padre. —Dijo mi madre negando divertida con la cabeza.

—Trisha, ¿podrías decirme dónde está el secador? —Preguntó Jowy bajando las escaleras, con el pelo mojado y desnudo de cintura para arriba. Tan sólo lo cubría una toalla blanca de la cintura hasta las rodillas. —Oh, hola. No sabía que estábais aquí. —Dijo 'apenado'. Seguro que había escuchado la voz de Avril y había salido a hacerse el jodido tío bueno delante de ella. Miré de reojo a Avril y pude ver su indiferencia mirando a Jowy. Lo cual a él, pareció molestarle bastante. Y a mí me entraron ganas de soltar una carcajada.

—Oh, está en el armario del baño. El blanco pequeñito. —Dijo mi madre amablemente, sin percatarse de nada.

—De acuerdo. Gracias. —Dijo él con una de sus sonrisas de 'niño bueno'.

Idiota, creído, falso, engreído e hipócrita niñato. —Pensé.

—¿Vamos a hacer las maletas? —Le dije a Avril intentando parecer tranquilo.

—Claro. —Dijo ella sonriéndome y haciendo desaparecer toda la tensión de mi cuerpo.

—Vamos. —Dije agarrándola de la mano y entrelazando nuestros dedos. Subimos las escaleras aún con nuestras manos unidas y entramos en mi habitación. —Bien, tengo que meter todas mis cosas en unas... tres o cuatro maletas. —Dije algo apenado y ella rió.

—Pues vamos, yo te ayudo. —Dijo ella. Yo asentí y saqué las maletas del armario. Las dejé en el suelo y me acerqué a Avril.

—¿Puedes ir metiendo la ropa en esta maleta? —Pregunté señalando la maleta más grande. Ella asintió y abrió la maleta.

—¿Qué es esto? —Dijo ella alzando una ceja mientras me enseñaba mis calzoncillos. Yo enrojecí e intenté arrebatárselos. —Calzoncillos de la buena suerte. —Dijo ella riendo mientras los miraba. Eran unos calzoncillos rojos que usaba para Navidad. —Propiedad de Zayn. —Leyó la etiqueta y yo logré arrebatárselos, estaba más rojo que mis calzoncillos. Ella se estaba riendo mientras yo los guardaba. ¿Le gustaba verme así? Ah... Sí.

—Vale. No es tan gracioso. —Dije yo con la mirada baja. No me gustaba que me vieran sonrojado.

—Lo siento... es que... tienes cosas que ningún chico tiene. —Dijo ella alzando mi mentón. —Nunca había visto a un chico con una camiseta de un osito o unos calzoncillos de la suerte, ¿sabes? —Dijo ella con una sonrisa tímida. Yo le sonreí tímido y estrujé mis calzoncillos rojos en un puño. —Venga. Voy a seguir ayudándote. —Dijo ella dirigiéndose a mi armario.

Terminamos de hacer dos de mis maletas, habíamos metido casi toda mi ropa en las ellas. Y Avril me había obligado a meter la camiseta de osito y mis calzoncillos rojos en una maleta, ya que dijo que le encantaría verme con esto puesto.

—Voy a beber agua, ¿vale? —Me dijo Avril y yo asentí mientras rellenaba la otra maleta con zapatos. Ella salió de la habitación y volvió a cerrar.

Terminé de guardar los zapatos y cerré la maleta. Avril aún no había vuelto, así que salí de la habitación y bajé, pero ella no estaba ahí.

—Mamá, ¿has visto a Avril? —Le pregunté a mi madre y ella me miró desde el sofá.

—Sí, ha venido a la cocina para beber agua y luego ha vuelto a subir. —Dijo y yo asentí algo confuso.

No la he visto.

Subí las escaleras de nuevo y escuché un ruido en la habitación de invitados, la que ahora sería de Jowy. Y mi curiosidad fue mayor. Abrí la puerta y me encontré con una toalla en el suelo. Luego desvié mi mirada y vi a Jowy, acorralando en la pared y besando a...

—No... —Susurré casi inaudible.

—Zayn... no, no es lo que crees. —Dijo ella saparándose de Jowy de un empujón. Yo no quería escuchar nada, lo había visto todo, con mis ojos. Corrí hasta mi habitación y cerré con pestillo.

Lo había visto, con mis propios ojos. Ella dijo que no lo haría... que no caería... que jamás me engañaría... pero no... lo ha hecho... ha caído... y yo también... Y duele... mucho... demasiado. Mi brazo pica, con necesidad... y necesito hacerlo... al fin y al cabo, no rompería mi promesa. Solo era válida si ella y yo estábamos bien... Pero no lo estamos.

BAD Girl | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora