BAD Girl | Zayn Malik

58. My princess

AVRIL:

Subimos a la habitación y lo besé. Hacía tiempo que Zayn y yo no teníamos un poco de acción, y yo ya empezaba a necesitarlo.

—Echaba de menos esto. —Dije yo besando su abdomen. Yo estaba aún con mi ropa interior y él completamente desnudo, como siempre, yo siempre era más rápida que él.

Fui bajando mis besos por todo su abdomen, bajando más, hasta su miembro. Lo lamí lentamente, haciendo que Zayn gimiera. Echaba de menos su sabor... y hacerle rogar. Sonreí y él suspiró.

—Avril... no irás a... —Dijo dejando la frase a medio terminar y yo sonreí divertida. Seguí lamiendo más, haciendo que Zayn inclinara sus caderas hacia delante, buscando mi boca. Yo me separé y lo miré a la cara, me miraba con ojos oscuros, y mi deseo de escucharlo gemir era mucho más grande que escucharlo decir cosas pervertidas.

Volví a inclinarme hacia delante y besé su erección haciendo que soltara un pequeño gemido. Abrí la boca y me lo metí en la boca, hasta el fondo, cogiendo todo lo que pude. Zayn gimió y empujó mi cabeza contra su entrepierna, buscando más profundidad, aunque fuera imposible.

—Oh. —Se quejó cuando me aparté de su miembro, impidiendo que se corriera.

Subí mis labios y empecé a repartir besos por su abdomen de nuevo. Dejé algunos chupetones y mordí levemente mientras Zayn acariciaba mi cintura. Tenía su erección clavada en el abdomen, excitándome más y haciendo que succionara su piel más salvajemente. Quería tenerlo ya dentro de mí, sentirlo, fundirnos en uno solo, como muchas veces hicimos.

Él pareció leerme el pensamiento y bajó más sus manos, intentando bajar mis bragas. Yo lo ayudé y me las quité del todo. Él me besó con pasión y nos dimos la vuelta. Yo abrí las piernas y él se colocó entre ellas. Besó mi frente y entró lentamente, haciéndonos gemir a ambos.

Él se movía dentro de mí, en círculos, entraba y salía mientras yo estrujaba las sábanas entre mis dedos y tiraba la cabeza hacia atrás.

—Te amo. —Susurró con la voz ronca mientras besaba mi mandíbula. Bajó sus labios, rozándolos entre mis pechos y plantó un beso entre éstos.

—Te amo. —Susurré yo de vuelta, como pude.

Ambos gritamos al mismo tiempo, sincronizados llegando al éxtasis, sintiendo todo su semilla dentro de mí. Pero yo siempre me tomaba la pastilla, así que no tenía problema con eso, prefería sentir más, sentirlo completamente. Él cayó a mi lado, boca abajo, respirando agitádamente, con los ojos cerrados y el pelo en su frente sudada. Sonreí y me coloqué encima de él, con las piernas abiertas sobre las suyas, me incliné hacia delante y besé su nuca repetidas veces. Bajé más y repartí besos por su espalda.

—Hm. —Articuló él.

—¿Te gusta? —Dije mientras seguía besando su espalda con los ojos cerrados.

—Hm. —Articuló y yo solté una risa.

Bajé más mis besos, hasta donde empezaba la línea blanca, la marca de sus boxers. Sonreí y planté un beso en su nalga derecha. Él gruñó y yo reí. Planté otro beso en el mismo lugar y me tumbé a su lado. Él pasó su brazo por mi cintura y me acercó a él.

—Te amo. —Me dijo y plantó un beso en mi cabeza.

—Y yo a ti. —Respondí plantando un beso en su clavícula.

Abrí los ojos y bostecé. Zayn no estaba a mi lado.

Que raro. Siempre me despierto yo antes que él.

La puerta se abrió y por ella entró Zayn vestido con unos vaqueros ajustados y la camiseta del osito. Sonreí y me fijé en que llevaba una bandeja con un clavel blanco, unos crepes y un café.