7. Sex teacher

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ZAYN:

—¿Cómo te sientes? —me preguntó ella. Yo estaba jadeando, y me sentía increíblemente bien. Y eso había sido... Realmente placentero.

—Bien. —dije yo simplemente.

—¿Te ha gustado? —me preguntó ella, y yo asentí sonrojado.

—Gracias por... Enseñarme. —dije yo.

—Un placer. —dijo, y capté su doble sentido. —Bueno, hemos hecho un buen trabajo, no pueden decirnos que no hemos hecho Naturales. —dijo ella haciendo que yo me sonrojara aún más.

—Oh, es verdad, el trabajo. —dije yo acordándome. Después de eso se me había olvidado.

—Tranquilo,si no lo terminamos podemos quedar otro día. —dijo ella, y yo me sonrojé aún más.

Quería hacerle una pregunta, sobre esto,sobre el sexo, pero no podía. Sabía que me rechazaría, y no quería que lo hiciera. Prefería dejar las cosas como estaban y conformarme con la masturbación.

—Si quieres la próxima vez lo hacemos en mi casa. —dijo ella, y yo me quedé desorientado.

—¿El qué? —pregunté perdido. Ella sólo rió y se mordió el labio.

—Zayn, ¿me estás tentando de nuevo? —dijo ella, y yo tragué saliva.

—N-no, sólo estaba pensando en otra cosa... Y no te escuché. —dije, y ella sonrió.

—¿En qué pensabas? —preguntó ella interesada, y yo tragué saliva sonoramente para luego apartar la mirada. —Sabes que puedes confiaren mí, ¿verdad? —dijo ella.

—¿Podrías enseñarme más?—solté de golpe, y ella se sorprendió, pero no pareció tomárselo a mal.

—Verás... Para... La próxima fase... Se necesitan dos personas. —dijo ella, y yo empecé a respirar pesadamente. Creo que me estaba pasando lo mismo que antes, me estaba excitando de nuevo.

—Con... Eso quieres decir... ¿Que vas a tocarme?—dije en susurro, ya que me costaba hablar dada mi situación.

—¿De verdad quieres que yo te enseñe? —dijo ella, y yo asentí.

—Eres la única chica que no... —empecé a hablar pero ella colocó su dedo índice en mis labios.

—No lo digas. —me calló ella,y yo suspiré para intentar calmar mi agitada respiración. —¿Estás excitado de nuevo? —dijo ella, y yo asentí.

—Necesito masturbarme. —dije yo sonrojado, y ella sonrió.

—¿Quieres que te ayude? —preguntó, y yo ya no podía hacer nada para calmar mi respiración. Estaba demasiado excitado.

—¿Me vas a masturbar tú? —pregunté. Mi voz sonaba extraña, ronca.

—Si tú quieres, claro. —dijo ella, y yo asentí sin poder decir nada.Ella sólo sonrió y se acercó a mí. Luego sentí sus tibias manos en mi miembro y solté un gemido. Ella empezó a acariciarlo y yo no paraba de gemir. —No hagas mucho ruido, recuerda que están tus padres. —dijo ella, y yo asentí mordiendo mi labio para no gemir.Pero no pude contenerme.

—No puedo. —dije yo agitado, y ella acercó su boca a la mía.

—Cuando llegues, avísame.—dijo ella rozando mis labios.

—Sí. —susurré, y ella empezó a hacerlo más rápido. Yo estaba en otro mundo, me sentía increíble, lleno de placer, pero necesitaba explotar, liberarme.—Ya, ya llego. —dije, y ella me besó. Luego de eso mi orgasmo llegó y gemí en su boca. Luego nos separamos y ambos nos miramos mientras respirábamos agitadamente. Desvié mi mirada hacia abajo y me sonrojé automáticamente. Su mano estaba llena de mi semen. Ella alzó la mano, la cual estaba manchada por mi semen, y la lamió sin apartar su mirada de mí.

Y ese gesto hizo que se me retorciera la polla.

—He querido probarte desde la primera vez que te vi. —dijo ella, y yo jadeé en sorpresa. No me esperaba eso. —Pruébate. —dijo ella colocando su mano delante de mi boca.Yo, sin dudar, lamí su mano, probándome. Era salado, y estaba caliente. Y venía de mi... Me sonrojé al pensar eso. —Sabes bien.—dijo ella lamiendo otra vez su mano. Yo tragué saliva al sentir otra vez cómo mi eje subía.

—Por favor... Para... —pedí,y ella me sonrió para luego besarme en los labios, suavemente, tiernamente. Un beso de verdad, no por una maldita apuesta.

—Creo que podríamos hacer nuestro propio proyecto de Naturales. —dijo ella acariciando mi mejilla, y yo sonreí a la vez que me sonrojaba.Todo esto era nuevo para mí. Acababa de conocer a una chica y ya...Bueno... No sabía exactamente si habíamos tenido sexo o no, ya que no sabía cómo llamar a lo que acababa de pasar. Sólo sabía que no me arrepentía de ello en absoluto.

—¿La próxima vez iremos más lejos? —dije sin pensar. Ni si quiera sabía cómo había sido capaz de decir eso en voz alta.

—Sí. —afirmó ella sonriendo. Yo ya estaba sonrojado debido a mi pregunta anterior.—Pero ahora creo que será mejor que me vaya a mi casa, se está haciendo tarde. —dijo ella interrumpiendo mi perfecta tarde. Al fin y al cabo, todo tiene un final. Me sentí triste al oír eso, no quería que se fuera, no quería separarme de ella.

—Sí.—dije sin poder ocultar mi decepción. Ella me acarició la mejilla y me dio un tierno beso en los labios.

—Nos vemos mañana.—susurró ella aún rozando mis labios. —Y recuerda que tendrás que venir a mi casa a seguir con el trabajo de Naturales. Mis padres no estarán en casa, podrás gemir todo lo fuerte que quieras. —dijo ella, y yo me sonrojé. Ella me dio otro beso más intenso y abrió la boca, invitando a mi lengua, que indecisamente empezó a pelearse con la suya sensualmente. Una sensación maravillosa, como todas lasque ella era capaz de provocar en mí. Nos separamos del beso y la abracé fuertemente. Simplemente la acababa de conocer y sería capaz de confiarle mi vida, porque ella era lo mejor que había aparecido en ella, era un ángel que aparecía para iluminarme el camino y enseñarme que no toda la gente es mala.

Es mi ángel blanco y negro.

[Me apuesto una gominola a que no os esperabais este capítulo y much@s de vosotr@s pensábais que estaba muerta o que no volvería. Mala hierba nunca muere, ahre.]

BAD Girl | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora