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El domingo Jin despertó a las 6 de la mañana de mala gana gracias a que "alguien" había estado zarandeándolo por los hombros.

Con pereza abrió los ojos y enfocó su mirada en el chico frente a él, no recordaba su nombre, pero tenía una cara aniñada con el flequillo negro cayéndole en la frente.

-Hyung, hyung, necesito irme, mis padres me matarán.

Jin se llevó una mano a la cabeza volviendo a cerrar los ojos por la puntada de dolor repentina.

Poco a poco comenzaron a llegar flashbacks de la noche anterior. Había estado bebiendo con Jimin y este se burló por los cambios que tenía que hacer para conseguir a Namjoon y a Jin eso le molestó, porque tenía razón, odiaba lo fácil que se le hacía volverse sumiso frente al rubio, lo naturales que salían las palabras tiernas como "Joonie" y lo cómodo que se sentía en esa posición.

Así que queriendo volver a sentirse en control se había acercado al chiquillo que había estado mirándolo tímido desde que había llegado a esa fiesta y lo folló sin siquiera preguntarle su nombre.

Y a pesar de su cabeza tan en blanco, llena de la bruma provocada por el alcohol, un pensamiento repentino llegó a su mente en el momento que llegó al orgasmo, un rostro suave de piel acaramelada con una sonrisa de dientes rectos adornada con un par de hoyuelos se adueñó de su cordura y jadeando se corrió en el preservativo mientras tomaba a un cuerpo más pequeño, más delgado, más insulso.

Pero era solo su orgullo jugandole una mala pasada, una horrible. Porque a Seokjin no le gustaba Namjoon, lo conocía desde que era pequeño y nunca llamó particularmente su atención, era solo otro chico normal sin nada interesante, así que no sería extraño que cuando lo consiguiera perdiera el interés en él, asi como había pasado con cada persona con la que había estado antes.

「📚✏」

El lunes la mayoría de los alumnos y alumnas se dirigían a sus clases arrastrando los pies, con los ojos entrecerrados y muecas de disgusto en su rostro.

Hoseok no era la excepción, que otra vez llegaba tarde. Como la gran mayoría de los días se había despertado justo a la hora para darse una ducha y ponerse el uniforme mientras mordía una tostada y tragaba un vaso de jugo de un solo trago antes de salir corriendo con los zapatos a medio poner.

Y como si fuera costumbre o destino, se encontró con Taehyung al momento de entrar en el salón y lo adelantó pasando por su lado y empujándolo con el hombro, haciéndolo trastabillar y golpearse con el marco de la puerta.

Jungkook desde su lugar a un lado de Namjoon vio el intercambio y avanzó un paso hacia Hoseok, pero su mejor amigo puso la mano en su hombro y lo detuvo antes de guiñarle un ojo a Taehyung.

Porque Namjoon esperaba que el chico nuevo aprendiera a defenderse por su cuenta, que pudiera lidiar con Hoseok y al parecer Tae lo comprendió porque alzó el pulgar y caminó tranquilamente hasta su puesto para esperar por el profesor de educación física, que pasaría la lista antes de dejarlos ir a los vestidores a cambiarse.

Efectivamente, su grupo tenía deportes los lunes a primera hora. Algo super genial para los que se habian estado intoxicado en alcohol hasta la mañana del domingo.

Además compartían el gimnasio con una clase de segundo, precisamente con la de Haneul, que lucia perfecta con una coleta alta, la camiseta blanca ajustada y los pequeños pantalocillos azules que poco dejaban a la imaginación.

¿Tenemos química? - (NamJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora