¿Tenemos química? - (NamJin)

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El primer semestre fue difícil, sin embargo las primeras semanas del segundo se estaban convirtiendo en una patada en el trasero.

Namjoon pensó que tomar algunas horas para trabajar en la biblioteca del lugar sería conveniente, podría estudiar en el lugar y además estar rodeado de libros siempre era agradable.

No obstante, se la pasaba ordenando una y otra vez los mismos títulos y se sentía como un guardia del centro comercial detectando ladrones con la diferencia que él lo hacía con estudiantes que pasaban comida por contrabando o insistían en juntarse en el lugar para hablar de su día y soltar risitas que molestaban a los demás.

Todo eso sumado a que Jin también estaba trabajando horas extras y ya no vivían en la misma casa y tenia como resultado un humor de mierda.

A mitad del verano Jin encontró trabajo como bartender y aunque pensó que no era la gran cosa, resultó ser que ganaba bastante más de lo que imaginó, sobre todo por las propinas.

Un mes después de que Jin empezara a trabajar, Namjoon entró a estudiar bioquímica y biología molecular junto a Taehyung, Jimin y Jungkook en la misma universidad, aunque los cuatro en carreras distintas.

Y a mediados del primer semestre Jin optó por ir a vivir solo en un pequeño apartamento de un ambiente.

Todo estaba bien en casa de los Kim, lo trataban bien e incluso el padre de Namjoon algunas veces lo pasaba a buscar las madrugadas en quincena y fin de mes cuando el bar estaba atestado y por consecuente cerraban más tarde. El señor Kim lo llevaba hasta su casa y Jin se quedaba en la habitación de huéspedes, la cual ahora simplemente llamaban el cuarto de Seokjin, donde él siempre podría llegar a pesar de vivir solo.

Otras veces era Namjoon quien visitaba el bar en la noche y esperaba bebiendo refresco y deleitándose en la imagen de su novio hasta que podían ir juntos al apartamento y tener algo más de privacidad.

Esta era justamente una de esas noches.

Namjoon llegó al lugar a las once en punto donde el guardia de la entrada sólo asintió en reconocimiento y lo dejó pasar.

No se entretuvo mirando a nadie a su alrededor, en cambio con pasos firmes se dirigió hacia la barra que se encontraba al fondo del lugar.

Seokjin estaba de espaldas a él, usando su uniforme habitual, una camisa negra que abrazaba sus hombros y se ceñía en su espalda de una buena manera en conjunto con un pantalón de vestir negro que envolvía su trasero y le marcaba la cintura haciendo un contraste interesante con sus anchos hombros.

Era espectacular, siempre lo había sido, Namjoon lo tenía claro, sin embargo el chico malo de la escuela, siempre bonito había dado lugar a este hombre maduro, responsable y guapo, demasiado guapo para su propio bien.

Namjoon lo observó como servía un Martini a una mujer en la barra y esta deslizaba un billete por encima de la barra junto con un papel blanco, probablemente con su número telefónico incluido en el.

El rubio suspiró y decidió mirar hacia la pared a su lado, más cuando volvió a dirigir la mirada a su novio, este ya lo había notado y le guiñó un ojo para después sonreír de lado, un poco tímido y un poco coqueto, expresiones que solo lograba Seokjin.

Con el paso de los meses su relación se afianzó y aprendieron a poner especial atención sobre los puntos débiles. Como por ejemplo la inseguridad de Namjoon frente al pasado de Jin y su aspecto que conjuntado con una brillante personalidad traía como consecuencia un sin número de pretendientes, más aún en su trabajo.

Jin en esos momentos hacia justamente lo mismo que hace unos minutos, le sonreía a Namjoon, le lanzaba un beso, una sonrisa, cualquier cosa que le dijera "Hey, te elijo a ti, siempre a ti".