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Esta vez no había sido una mentira o una excusa. Seokjin se alejó de Namjoon tal como había hecho tantas veces antes con sus demás conquistas, la diferencia es que no podia sacarlo de su cabeza y ni siquiera se había atrevido a tocar a alguien más por miedo a que los besos del rubio sobre su cuerpo se borraran con los labios de otro.

Aún así seguían pasando tiempo juntos después de clases en la biblioteca o en casa de Namjoon, en la mesa del comedor sin objeciones y siempre con una distancia prudente y varios libros y apuntes entre ellos.

Al menos sus calificaciones habían subido notablemente e incluso su conducta era mejor o tan buena como podría serlo para un alumno que había estado dando problemas desde los trece.

Los profesores sorprendidos lo habían felicitado y le preguntaron si necesitaba más deberes para acumular puntos extras y con una extraña humildad Jin asintió a todos haciendo respetuosas reverencias.

No obstante, una persona no cambia de un día para otro ni tampoco puedes arrancar de ella su esencia, así que Seokjin seguía fumando a escondidas en la parte de atrás de la escuela, justo en un rincón poco concurrido que parecía abandonado con todos los pupitres rotos o dañados que se amontonaban unos sobre otros.

Con fingida indiferencia aspiraba el humo del cigarrillo entre sus dedos y reía cuando se supone que debía hacerlo, asentia o respondía con algún monosílabo a las idioteces que decía Kyung Soo.

A su lado Jimin jugaba con una ramita con una expresión aburrida como si ya estuviera harto de todo ese juego de mantener estándares y esa estúpida jerarquía social que lo alejaba cada día más de la persona que quería.

Yoongi tampoco prestaba atención, apoyado en el muro de ladrillos, con los auriculares puestos y el balón de basquetbal girando en su dedo índice con facilidad.

¿Y Hoseok? Él ni siquiera estaba presente, como la mayoría de los días que se iba corriendo poniendo como excusa ayudar a su mamá o cuidar a sus hermanos cuando era más que obvio que estaba saliendo con alguien.

Parecía como si todos siguieran bebiendo, fumando, escapándose de clases y viviendo una vida despreocupada solo por Seokjin, cuando en el fondo estaban madurando y planificando un futuro.

-¿Asi que Kim Namjoon eh?

Por fin el rostro de Seokjin mostró algo más que indiferencia y Jimin quebró la ramita entre sus dedos, ante la sonrisa cínica de Kyung Soo.

-¿Que pasa con él? -Jin se encogió de hombros en un intento de volver a parecer desinterado y tiro la colilla a sus pies.

-Te hemos visto irte con él después de clases.

Jin tragó saliva, por su puesto que ellos se darían cuenta y por su mente pasó rápidamente la idea de decirles que gustaba del chico alto que usaba anteojos, que estaba malditamente enamorado y que incluso había sido él quien gimió bajo ese cuerpo grande y corpulento y quería más, quería mucho más de Namjoon.

Pero...

Pero también estaba absolutamente aterrado de quedarse solo, de perder lo único que tenia, esa atención que le daban principalmente las chicas, el respeto que infundia en los chicos de cursos menores. Era más de la atención que había tenido jamás y además nada le aseguraba que Namjoon estaría con él en el tiempo, un chico con un gran futuro por delante que venía de un hogar feliz y seguro ¿Que podría ver en él? Además de ser guapo no tenía nada más que ofrecer. Cuando Namjoon se gradura con honores de la mejor universidad y él siguiera siendo un mesero mal pagado o lo que que sea que fuera con un diploma de la escuela media que aún nisiquiera tenia seguro.

¿Tenemos química? - (NamJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora