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El sábado por la tarde el teléfono de Namjoon comenzó a vibrar constantemente mientras trataba de ver un video en su teléfono.

Las notificaciones de Seokjin le impedían disfrutar de los escasos 4 minutos que duraba la canción así que con hastío abrió la conversación y después volvió a cerrarla.

Dejándole así un "visto" como clara señal de que no tenía ningún interés en conversar con él.

Sin embargo el teléfono siguió sonando. La pestaña superior en su pantalla solo mostraba muchos "Joon" "Kim" y "Contéstame idiota" finalizando con un:

"¿Que es un polímero?"

Namjoon por supuesto le respondió con un "vete a la mierda" adornado con muchos emojis de caritas felices y corazoncitos.

Pero Seokjin le devolvió una manito con el dedo medio levantado y más abajo le escribió que fuera a su casa para hacer el trabajo juntos.

Por un momento el rubio pensó que el otro estaba bromeando pero después recordó que de verdad Jin era muy estúpido y si no iba su promedio perfecto se iba a ir al diablo por su culpa.

Contó hasta diez pacientemente y luego se levantó de un salto de la cama para inmediatamente mirarse al espejo. Estaba usando un pantalón de algodón gris combinado con una sencilla camiseta blanca.

Pasó una mano por su cabello rubio llevándolo hacia atrás y después lo soltó con un suspiro logrando que los mechones volvieran a caer sobre su frente.

Así estaba bien, era solo Seokjin.

Tomó su teléfono y lo metió en su bolsillo antes de bajar las escaleras de dos en dos, gritando un rápido "Ya vuelvo" a la vez que salía por la puerta.

Alcanzó a escuchar a su mamá que le gritaba de vuelta que mantuviera su teléfono encendido y caminó las cuadras que los separaban de la casa de Seokjin, donde el castaño ya lo esperaba apoyado en el gran muro que hacia parecer su hogar algo más como un fuerte.

Estaba vistiendo una polera blanca lisa igual a la suya y también llevaba pantalones de algodón con la única diferencia de que eran negros.

-Llegaste -Dijo con un tono desinteresado a la vez que daba una última calada a su cigarrillo para después dejarlo caer y pisarlo.

Namjoon solo se encogió de hombros porque no es como si fuera a darle un saludo amigable a alguien que no era su amigo y ni siquiera le caía bien, o bueno no tan bien.

Con un suspiro levantó del suelo la colilla del cigarrillo de Jin y siguió a este hasta su casa donde botó la maldita cosa.

Jin no le hizo una presentación del lugar ni le ofreció algo de beber, solo se dirigió a las escaleras sin darse la vuelta para verificar que el mas alto aún lo siguiera aunque este si lo hacía mientras miraba todo a su alrededor.

Y a pesar de que Jin no le importara no pudo evitar fijarse en que mientras subían las escaleras se podían apreciar muchas fotos en un costado pero en ninguna aparecía Seokjin.

Tuvo el pequeño impulso a preguntar por la razón de eso, sin embargo mantuvo la boca cerrada porque no es como si tuviera algún derecho de inmiscuirse en su vida y Jin tampoco tenia algún deber de responder, ya que ellos no tenían ese tipo de relación. O bueno no había relación en absoluto.

Namjoon en realidad nunca había imaginado como sería la habitación del castaño pero cuando entró en esta podría decir que no tenía ningún parecido con él, no era un espacio feo o desordenado, tenía un buen tamaño y estaba bien acomodado, es solo que le faltaba personalidad, parecía una habitación de invitados, las paredes eran de un bonito tono azul pero no había nada en ellas que le diera una pista de quien era Jin, que le gustaba o lo motivaba.

¿Tenemos química? - (NamJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora