Hermoso niñero

Capitulo 9

Más tarde Joaquín recogía un poco la sala después de haber visto la película con Feliciana. Justo cuando terminó se escuchó la puerta principal cerrarse.

-¿Hay alguien en casa?- preguntó la voz de Emilio.
-Hola Emilio- lo saludó Joaquín-. ¿Cómo te fue en tu trabajo?
-Muy bien, gracias Joaquín. ¿Todo bien el día de hoy?
-Si, todo estuvo tranquilo. Feliciana es una niña encantadora, se portó muy bien.
-De verdad gracias por tu ayuda.
-No me agradezcas Emilio.

Las miradas en ese momento eran diferentes ya que en ellos surgió simpatía y al parecer fue amor a primera vista.

-Ya me tengo que ir, nos vemos mañana- dijo Joaquín saliendo de su burbuja.
-Si Joaquín, te vas con cuidado.
-Claro. Me despides de Feliciana porque ahorita se está bañando.

Emilio asintió, Joaquín tomó sus cosas y se fue.

Minutos después Feliciana bajó ya bañada y vestida, al ver a su papá corrió a abrazarlo.

-¿Cómo estás mi princesa? Te extrañé mucho- dijo Emilio sonriendo.
-Yo también te extrañé papi- dijo Feliciana y en ese momento se dio cuenta que Joaquín no estaba-. ¿Y Joaquín?
-Se fue a su casa, pero mañana va a volver a cuidarte. ¿Te agradó?
-Si papi, pasamos un día genial.

Feliciana se sentó junto a su papá y comenzó a platicarle lo que había hecho en todo el día junto a Joaquín, Emilio escuchaba atentamente a su hija y fue donde descubrió que no se había equivocado al elegir a Joaquín como el niñero de su hija.

-Me alegra escucharte así mi niña, muy feliz- dijo Emilio-. Oye, ¿me regalas una estrellita?
-Claro papi.

Feliciana tomó su paquetito de calcomanías y tomó una estrellita azul para pegarsela a su papá.

-Esta estrellita te la mereces por ser el mejor papá del mundo- dijo Feliciana.
-Gracias princesa- dijo Emilio dándole un beso en su cachete-. Ve a jugar a tu cuarto un rato mientras preparo la cena.

Feliciana hizo caso y se fue a jugar, Emilio comenzó a preparar la cena pero no dejaba de pensar en aquello que le contó su hija. Al parecer Joaquín le traería mucha alegría a su hogar porque ello no habían sentido tanta felicidad hasta ese día y quisieran que fuera así siempre.