Hermoso niñero

Capitulo 22

Emilio y Feliciana ya se dirigían al auto para irse a casa, pero por el pasillo se encontraron a Seidy, quien al verlos corrió hacia su hija.

-Ay mi niña que bueno que estás bien- dijo Seidy-. Vamos a casa para que descanses porque mañana vamos a ponerle una denuncia a Joaquín por no haberte cuidado bien y que te lastimó hasta romperte el bracito.
-Vamos a casa porque tú y yo vamos a hablar seriamente- dijo Emilio con una mirada fría.

Los tres subieron al auto y se fueron a casa. Feliciana iba muy callada, ya sabía qué era lo que iba a hablar su papá con su mamá, pero también se sentía molesta por que ella pensó que Joaquín le había hecho.

Llegaron a casa y al entrar Emilio ya estaba preparado para hablar.

-Hija, ve a tu cuarto- le dijo Emilio-. Necesito hablar con tu mamá.
-Si papi, te quiero- dijo Feliciana y se fue.
-Sabía que ibas a terminar corriendo a ese niñero- dijo Seidy sin importancia-. Pero no se va a salvar de la denuncia por lo que le hizo a nuestra hija.
-Poco no me falta para darte una cachetada pero no lo hago porque respeto a las mujeres- dijo Emilio serio.
-Yo solo digo la verdad, Emilio. Ese desgraciado lo hizo para desquitarse por lo que le dije el otro día.
-No voy a permitir que hables así de Joaquín porque ya te dije que lo de Feliciana fue un accidente. ¿Por qué lo odias tanto?

Era la segunda vez que Emilio le hacía esa pregunta y ya no pudo evitar guardar su odio.

-¡Lo odio porque se robó el cariño de Feliciana!- dijo Seidy enojada-. Desde que llegó Feliciana ya no me hace mucho caso y solo se la pasa hablando de él.
-Pues tú eres la principal culpable, nunca estás en la casa y nuestra hija se sentía sola cuando yo no estaba.
-No hay problema con eso, podemos darle un hermanito.

Seidy se acercó con intenciones de seducir a Emilio, comenzó a desabotonar su camisa pero el rizado se apartó de ella.

-Creo que no me estás entendiendo- dijo Emilio-. No voy a seguir permitiendo esos comentarios hacia Joaquín ni que atormentes a Feliciana con esas preguntas. Es por ello que ya he tomado una decisión.
-¿Qué decisión?- preguntó Seidy como si lo estuviera retando.
-Quiero el divorcio.