Capitulo 40

1.1K 114 11
                                    

Los días continuaban pasando y Joaquín seguía sintiéndose extraño, sobretodo por los antojos raros. Tal y como se lo había dicho a Emilio Joaquín tenía cita médica, pero no le había avisado a su pareja para no preocuparlo.

Joaquín ya se encontraba en el consultorio después de haber dejado a Feliciana en la escuela, estaba un poco nervioso pero se controló cuando entró el doctor.

-Buenos días Joaquín- saludó.
-Buenos días doctor- devolvió el saludo.
-Platicame, ¿qué te sucede?
-Pues son muchas cosas que me han pasado, primero tuve mareos, después vómitos y antojos raros.

Al escuchar todos aquellos síntomas el doctor quedó sorprendido pero antes de dar el diagnóstico quiso comprobarlo de otra manera.

-Bueno Joaquín, tengo una pequeña sospecha de lo que te sucede pero para ello tengo que hacer algo- dijo el doctor-. Pasa de este lado.

Entraron a una pequeña sala donde había algunas máquinas, Joaquín se recostó sobre la camilla y se levantó un poco su camisa ya que el doctor le puso un gel sobre su vientre.

-Tú tranquilo Joaquín- dijo el doctor.

El doctor comenzó a pasar un pequeño aparato por la zona donde aplicó el gel y por una pantalla observaba algo, Joaquín solo en esos momentos quería que su salud estuviera bien.

-¡Wow Joaquín!- dijo el doctor impresionado al ver algo en la pantalla-. Mis sospechas eran ciertas.
-¿Qué tengo, doctor?- preguntó Joaquín.
-Antes de decirte primero necesitas saber sobre el tema, ¿sabes qué son los donceles?
-No.
-Los donceles son hombres que nacen con algunos órganos internos femeninos y esto significa que pueden llegar a tener bebés.
-Eso no lo sabía, pero ¿eso qué tiene que ver conmigo?
-Porque tú eres doncel y todos los síntomas que has presentado son señales del bebé que estás esperando.

El doctor volteó la pantalla y Joaquín pudo observar una pequeña bolita que era su hijo. Sus ojos se cristalizaron ya que no podía creer que estuviera esperando un hijo de Emilio.

-Mi hijo- dijo Joaquín llorando de felicidad-. ¿Y cuánto tiempo tengo, doctor?
-Viendo el tamaño de la criatura todo indica que estás de tres semanas- dijo el doctor.

Joaquín estaba muy feliz, no podía creer que tendría un hijo de el amor de su vida. Su felicidad ya estaba completa tendiendo a sus padres, su hermana, su novio, a Feliciana y muy pronto tendría a su bebé en brazos.

Hermoso niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora