Capitulo 36

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Emilio cargó a Joaquín y este enredó sus piernas alrededor de la cintura de su novio, sin dejar de besarse se dirigieron a la habitación. Al entrar Joaquín se sorprendió aun más ya que el lugar estaba iluminado por velas y en la cama había pétalos rojos.

-Que romántico salió joven Emilio- dijo Joaquín.
-Tú te mereces lo mejor mi Joaco- dijo Emilio.

Volvieron a besarse, pero ahora en ese beso se demostraba que ambos estaban listos para dar un paso importante en su relación. Joaquín comenzó a desabotonar la camisa de Emilio y cuando estaba por quitársela el rizado lo detuvo.

-¿Estás seguro de dar este paso?- preguntó Emilio.
-Esperé toda mi vida para este momento- dijo Joaquín-. Solo faltaba que llegara la persona correcta y sé que hoy sucederá porque te he encontrado a ti.
-Ay mi amor, tú también eres la persona correcta porque quiero pasar el resto de mi vida contigo y esta noche seremos uno mismo porque lo haremos con mucho amor.
-Te amo Emi, con todo mi corazón.
-Y yo a ti Joaquín, te amo demasiado.

Joaquín retiró por completo la camisa de Emilio, acariciaba su piel. Emilio también le quitó la camisa a Joaquín, al hacerlo se quedó admirando su cuerpo.

-¡Wow!- dijo asombrado.
-¿Qué pasa? ¿Me veo mal?- preguntó Joaquín un poco inseguro.
-No digas eso Joaco, eres la persona más hermosa que he visto.

Joaquín sonrió ante aquellas palabras de su novio y volvió a unir sus labios con los de él. Emilio recostó a Joaquín en la cama sin dejar de besarse, los besos del rizado descendieron al cuello del castaño sacándole varios suspiros.

-Mi amor, si te lastimo me dices para detenerme- le dijo Emilio.
-No te preocupes mi amor, yo sé que serás cuidadoso- dijo Joaquín sonriendo.

Las últimas prendas fueron retiradas, los besos y caricias estuvieron presentes en todo momento. La llama del amor se había encendido, pero finalmente estaba sucediendo lo que ambos esperaron desde el inicio de su noviazgo: hicieron el amor.

Al finalizar ambos respiraban agitadamente y no decían ni una palabra. Emilio volteó a ver a Joaquín quien se encontraba con la mirada pérdida.

-¿Estás bien Joaco?- preguntó Emilio y no hubo respuesta-. ¿No te gustó?
-No digas eso Emi, claro que me gustó- dijo Joaquín volteando a verlo y acarició su rostro-. Solo que no pensé que mi primera vez con el amor de mi vida iba a ser tan hermosa y mágica.
-Y yo te prometí que nunca te haré daño.

Se dieron un último beso y finalmente durmieron abrazados, felices de el paso que acababan de dar en su relación.

Hermoso niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora