Capitulo 1

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Emilio toda su vida había sido un chico alegre, le encantaba pasar el tiempo con su familia y amigos. Pero todo eso cambió después de que Emilio cumplió sus 17 años.

Sus padres le habían presentado a una chica llamada Seidy, quien desde ese día sería su novia. Emilio pensó en darse esa oportunidad pero conforme pasaba el tiempo se dio cuenta que no la amaba y por más que quería terminar con ella sus padres no lo permitían. Cuando cumplieron los seis meses los padres de ambos jóvenes decidieron en casarlos, Seidy se sentía muy feliz pero Emilio no.

Después de haberse casado Seidy se enojaba mucho con Emilio porque no la trataba como su esposa y eso era entendible ya que cualquiera que lo notara Emilio no la amaba.

El tiempo pasó, Seidy quedó embarazada y tuvo una preciosa niña a la que llamaron Feliciana. En el primer momento que Emilio la tuvo en sus brazos quedó enamorado de ella, ya nada le importaba y parecía como si todo el mundo hubiera desaparecido porque ahora solo se enfocaría en su hija.

Feliciana fue creciendo y Emilio estuvo con ella desde que empezó a dar sus primeros pasos hasta su primer día de escuela, Seidy también estuvo presente pero no le tomaba gran importancia y eso le molestaba al rizado.

Era una linda mañana, Emilio dormía tranquilamente cuando comenzó a sentir mucho movimiento en la cama.

-¡Despierta papá, ya es hora de levantarse!- era Feliciana ya con ocho años y preparada para irse a la escuela.
-Buenos días mi princesa- dijo Emilio abrazándola y dándole un beso en la frente-. ¿Te arregló mamá?
-No, yo solita lo hice. Mamá ya no estaba cuando me levanté.
-Bueno, ve abajo mientras me arreglo para llevarte a la escuela.
-Si papi.

Feliciana salió del cuarto, Emilio se sintió molesto de que todas las mañanas era lo mismo con Seidy, despertar y no verla hasta la noche cuando "llegaba del trabajo", pero lo que más le molestaba era que la mujer nunca le prestaba mucha atención a su hija porque siempre ponía las mismas excusas de que llegaba cansada. Se levantó y se arregló.

Minutos después Emilio bajó y se fue a la cocina para preparar el lonche de su hija, tal vez era tarde pero su hija era lo principal.

-Vámonos hija- dijo Emilio.
-Ya voy- dijo Feliciana tomando su mochila al bajar por las escaleras y se detuvo frente a él al mismo tiempo que sonreía-. Papá...
-¿Qué pasa hija?

Feliciana no respondió, solo abrazó a su papá y Emilio correspondió al abrazo al mismo tiempo que también sonreía.

-Tal vez no pase mucho tiempo con mi mamá, pero mientras te tenga a ti voy a ser feliz- dijo Feliciana-. Te amo papá.
-Tú eres lo que más amo mi pequeñita, eres lo más importante en mi vida y si en algún momento las cosas se llegan a poner difíciles yo haré lo posible por nunca dejarte sola.

Padre e hija se dieron un abrazo que quisieran que durara mucho tiempo pero ya tenían que irse a sus deberes.

Hermoso niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora