Hermoso niñero

Capitulo 21

Nuestros protagonistas continuaban en su hermoso momento que nada ni nadie los podía interrumpir.

-Espera Emilio- dijo Joaquín separándose del beso.
-¿Qué pasa bonito?- preguntó Emilio desconcertado.
-Esto está mal. Me tengo que ir.
-Espera Joaquín, ¿por qué dices que está mal?
-Tú tienes una familia y yo no quiero romperla. Lo mejor será irme, adiós Emilio.
-No Joaquín...

Emilio no pudo terminar de hablar porque Joaquín salió corriendo del lugar. El rizado estaba por romper en llanto cuando una enfermera se acercó a él.

-Joven Osorio, su hija ya puede irse a casa- le informó-. Su bracito ya está enyesado y el doctor los verá aquí en unas semanas para retirar el yeso.
-Muchas gracias señorita.

Emilio se dirigió al lugar donde se encontraba su hija, al ver a su padre la pequeña no resistió a llorar y lo abrazó.

-Perdoname papito- decía entre lágrimas.
-No mi niña, yo no tengo nada que perdonarte porque fue un accidente- dijo Emilio sonriendo-. Solo ten más cuidado.
-Si papi. ¿Y Joaquín?

Ante la pregunta la sonrisa de Emilio se borró, no sabía cómo decirle lo que había pasado hace unos momentos y la decisión que había tomado con respecto al divorcio. Sin darse cuenta Emilio ya estaba llorando.

-¿Por qué lloras, papá?- preguntó Feliciana.
-Feli, mi niña ¿tú quieres mucho a Joaquín?- preguntó Emilio mientras derramaba algunas lágrimas.
-Si, lo quiero muchísimo.
-¿Por qué?
-Porque desde que llegó a la casa no lo he visto como mi niñero, lo he visto como parte de la familia, incluso él se preocupa más por mí que mi mamá. ¿Por qué la pregunta?

El llanto de Emilio no pudo contenerse más, pero no eran lágrimas de tristeza sino de amor. Feliciana en ese momento supo lo que pasaba al recordar lo que le dijeron sus amigas.

-¿Tú también lo quieres?- preguntó Feliciana.
-Si hija, su llegada cambió mucho mi vida. Pero no sé qué vaya a pasar después de que le acabo de confesar que estoy enamorado de él. Lo amo hija, lo amo como nunca había amado a alguien.

Emilio ocultó su rostro con ambas manos sin dejar de llorar, realmente amaba a Joaquín. Sus manos fueron retiradas de su rostro ya que su hija las había tomado entre las suyas mientras le regalaba una sonrisa.

-Papi, no importa de quién te enamores porque yo solo quiero verte feliz- dijo Feliciana sonriendo-. Si de verdad amas a Joaquín lucha por su amor y yo te voy a apoyar.
-Gracias mi niña- dijo Emilio volviendo a sonreír-. No sé qué hice en esta vida para recibir a un hermoso angelito como tú.

Padre e hija se fundieron en un gran abrazo. Emilio estaba listo para luchar por el amor de Joaquín.