Capitulo 16

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El sonido de la puerta cerrándose hizo que los chicos se alejaran rápidamente para fingir que nada iba a suceder. Seidy entró a la sala y miró a Joaquín con desprecio.

-Llegas temprano- comentó Emilio.
-Solo vine a arreglarme porque voy a ir a una fiesta de una amiga- dijo Seidy y volvió a mirar a Joaquín-. ¿Y a qué hora te vas a ir? Mi esposo ya está aquí y ya puede cuidar a nuestra hija.
-Descuide señora, ya estaba por irme- dijo Joaquín, que en su interior estaba por reírse al igual que Emilio por la mención de señora a Seidy-. Nos vemos mañana Emilio.
-Hasta mañana Joaquín, descansa.

Joaquín se retiró y Emilio sonrió bobamente, pero se volvió serio al recordar la presencia de Seidy.

-¿Y Feli?- preguntó la chica.
-Durmiendo en su cuarto- dijo Emilio-. Tuvo un día pesado y quería descansar.
-Eso espero, porque no quiero enterarme que ese niñero le dio algo para dormirla.

Emilio rodó los ojos, cada día se hartaba más de los comentarios de Seidy hacia Joaquín que en cualquier momento explotaría la bomba.

-¿Por qué odias a Joaquín?- preguntó Emilio.
-No lo odio- confesó Seidy-. Simplemente no me da mucha confianza y sobretodo dejándolo con Feliciana solos en casa.
-Pues piensa lo que quieras porque Feliciana ya logró ganarse el cariño de él y yo también.

Emilio cerró la conversación en esas simples palabras y subió para solo dejar a Seidy llena de rabia.

El rizado entró al cuarto de su hija y sonrió al verla dormir tranquila, se agachó a la altura de su cama mientras le acariciaba el pelo.

-Ay hija, no me gusta que arregles las cosas de esta manera- dijo Emilio en voz baja-. Pero me encanta que hayas defendido a Joaquín al igual que a mí. Descansa mi amor, ten dulces sueños.

Emilio dejó un beso en la frente de su hija y salió del cuarto. Se detuvo a mitad del pasillo ya que en ese momento llegó el recuerdo de la platica con Joaquín, pero lo que más recordaba era ese momento en que estuvieron por besarse y una sonrisa se dibujó en su rostro.

-¿Acaso me estoy enamorando?

Ante esa pregunta Emilio sintió una infinidad de emociones que nunca había sentido.

Hermoso niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora