*** 6 años más tarde ***
- ¿Cómo te sientes ahora que ya estás dentro de la tropa de reclutas? Por la cara que pones cualquiera diría que te estás arrepintiendo.
- ¡No digas tonterías! Estoy muy nerviosa, es todo. Llevo esperando seis años para esto...
- No, llevas esperando seis años para encontrar respuestas.
Clark bajó la mirada con una amplia sonrisa y, una vez más, leyó la inscripción que había en la parte interior de su anillo. Erwin Smith y Kiera Hess, con unas alas de la libertad grabadas justo al lado. ¿Ella los conocía? ¿Ellos la conocían a ella? Sabía quién era Erwin; todo el mundo lo sabía. ¿Pero por qué en ese anillo había gravado su nombre?
Hacía seis años, _____ sufrió un accidente. Se despertó en medio de una calle, cansada, con la sensación de haber corrido mucho, de haber estado huyendo de algo o de alguien. Sentía algo raro dentro de ella, algo que no comprendía. No recordaba nada excepto un inmenso dolor de cabeza y un niño indefenso, Dylan, suplicando clemencia ante un hombre que intentaba matarlo a base de golpes. Fue un impulso rápido que ella no pudo controlar: alcanzó una vara de metal y atravesó el cuello de aquel individuo.
Vivió los siguientes años en el orfanato que llevaba la madre de Dylan, el cual se convirtió en su hogar y los niños que vivían allí en su única familia. No era una mala vida, pero una parte de ella estaba ansiosa por recordar quién había sido antes de abrir los ojos aquel día. A lo mejor, todavía quedaba alguien de su familia biológica que la buscaba, o por lo menos alguien que la hubiera querido en un pasado.
Sus únicas pistas eran ese anillo, que no recordaba de quién era, y algunas secuencias borrosas de recuerdos que a veces cruzaban su mente. Pero ahora que ya había cumplido la edad mínima para alistarse como cadete, esperaba poder ir llenando todos aquellos huecos que le faltaban, ingresando en la Legión del Reconocimiento y hablando con el líder de aquellas fuerzas, Erwin Smith.
- ¿Tienes miedo, Dylan Gabe? - Vaciló Clark con una sonrisa traviesa y una mirada que buscaba molestarlo, pero no hubo respuesta por parte de su mejor amigo y, a su misma vez, su hermano mayor. Una voz imperiosa y firme dejó a los cientos de alistados sin aliento, temblando por los nervios y la tensión del momento. No se escuchaba otro ruido que no fueran los imponentes gritos de Keith Shadis, el instructor en jefe encargado del entrenamiento de la tropa 103.
- ¡¡FIRMES BASURAS!! ¿OS PENSÁIS QUE HABÉIS VENIDO AQUÍ A JUGAR CON MUÑECAS? ¡PUES NO! DESDE AHORA MISMO, SUS MISERABLES CULOS ME PERTENECEN. ¿QUEDA CLARO? - No hubo respuesta, todos habían quedado atónitos. - HE DICHO, ¿¡QUEDA CLARO!?
Todos los presentes afirmaron al unísono, intentando realizar el saludo como fueron capaces. A continuación, el hombre caminó enfrente de todos; a unos les gritaba para intimidarlos, a otros los ignoraba por completo.
- ¡Oye, tú!
- ¡Sí, señor!
-¡¿Quién diablos eres?!
- ¡Soy Arlene Loyd! ¡Soy del distrito Karanese, Señor!
- ¡Ya veo! Buen nombre para un retrasado mental. ¡¿Por qué estás aquí?!
- ¡Porqué quiero demostrar que soy la mejor, señor! ¡Quiero contribuir a la victoria de la humanidad!
- ¡Eso es espléndido! Apuesto a que matarás muchos titanes. ¡Línea tres! ¡Media vuelta!
Cuando llegó la noche, todo recluta ya había sido asignado con una línea de entrenamiento y una habitación compartida.
- ¿Arlene Loyd, verdad? Soy _____ Clark. - Ella le tendió la mano con una sonrisa sincera, capaz de enamorar a cualquiera. Sin embargo, cuando la recluta Loyd le devolvió el gesto, pudo sentirse una especie de tensión entre ambas, algo parecido a la rivalidad. No le dieron mucha importancia.
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OMEGA (Levi x Lectora)
FanficClark. ____ Clark. Eso y que alguien quería matarme era todo lo que recordaba. ¿Mi pasado? Un misterio. ¿Creéis en los milagros? Yo no, sinceramente. Pero amar y ser amada sin que importara nuestro tipo de sangre fue lo más parecido a un milagro que...