Acariciaba con cariño y compasión el morro de su yegua, buscando la calma en el brillo de sus ojos, conectándose con aquel animal en cuerpo y alma. Había llegado el día. Su primera expedición tendría lugar dentro de unas horas.
Estaba nerviosa y ciertamente asustada. Vería a un titán por primera vez, eso ya lo tenía más que asimilado. Pero también vería un mundo que estaba fuera de su alcance, una realidad al otro lado de esas murallas que aprisionaban a la sociedad. Vería un titán, sí. Seguramente más de uno. Pero también vería el mundo que podía ser la respuesta al gran interrogante de la humanidad: ¿Cuál es el propósito de vivir enjaulados? ¿Cómo podemos vencer a los titanes? ¿Por qué existen las clasificaciones sociales? ¿Constan de algún propósito? ¿Asumirá algún día el poder de la corona el hijo mestizo? ¿Alguna vez, la humanidad sería libre? Clark no estaba preparada para enfrentarse a aquello. Podía matar a un titán, eso no era un problema. ¿Pero cómo vencería una decepción? Tenía miedo al desengaño. Uno de sus autores ingleses favoritos, Thomas Gray, decía: «Cuando la ignorancia es felicidad, es una locura ser sabio», y desde luego tenía razón.
- ¿Disfrutando de los primeros rayos de Sol? - Se dirigió a ella el Comandante Smith, que se aproximaba a paso tranquilo mientras se ajustaba la capa. Clark solo sonrió amablemente.
- Buenos días, Comandante.
- Erwin, por favor. Llámame Erwin.
- Sé que ya me lo ha pedido varias veces, y lo intento, pero no me sale. Es extraño no tratar de usted a mi superior. - Erwin sonrió, comprensivo. También le resultó muy difícil que Kiera dejara de tratarlo con toda esa formalidad. Él era su superior, cierto, pero también era más que eso, aunque ella no lo recordara. Aquella chica era como su hija; la hermana del hijo que nunca conoció, que nunca tuvo.
- ¿Al capitán Levi también lo tratas de usted?
Clark no dijo nada y se limitó a ruborizarse, dibujando una sonrisa tonta en sus labios y jugueteando con uno de sus mechones de pelo, olvidándose por unos segundos de la presencia de Erwin. Desde lo ocurrido hacía dos días, había más tensión entre el teniente Ackerman y ella y prácticamente no habían hablado, hecho que la entristecía. Por eso mismo, sabía que echaba de menos sus conversaciones desafiantes, sus momentos de silencio y miradas que se encontraban, el revuelto de sensaciones que sentía cuando tenía la certeza de que él estaba tan perdido como ella en esa realidad que existía únicamente entre ellos: Un hermoso misterio.
- ¿Usted cree que seguirá enfadado?
- ¿Levi? No está enfadado, Clark. Pero es muy cabezota. Se le pasará, es solo cuestión de tiempo. Y cuando te sientas preparada, agradecería que habláramos sobre las notas y los mensajes que ya sabes.
- ¿Y si hoy no sobrevivo? - Respondió evitando parte de la conversación.
- Sobrevivirás. - Contestó casi interrumpiéndola. - Levi no se permite a sí mismo volver con bajas.
- Estoy segura de que si usted le diera permiso, me serviría él mismo como aperitivo a los titanes con tal de no volver a oírme hablar. - Dijo con sarcasmo y una expresión risueña. Erwin le devolvió el gesto alegre, acariciando la yegua de la chica. - «No me gusta sonreír, a mí me gusta matar titanes. Me preocupo por todos mis subordinados, tsk.» - Gruñó parodiando la voz áspera y monótona del pelinegro, imitando su típica posición intimidatoria de brazos cruzados. Esta vez el Comandante Smith dejó escapar una carcajada por la cómica interpretación sobre el pelinegro.
- Qué es Levi para ti, ______ Clark. - Esa pregunta calló a la chica del pelo blanco instantáneamente. Abrió los ojos como platos, cuyo brillo se había intensificado. No sabía si sus pálidas mejillas se habían vestido de rojo, pero sí estaba segura de una cosa: Su corazón había dejado de latir.
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OMEGA (Levi x Lectora)
FanficClark. ____ Clark. Eso y que alguien quería matarme era todo lo que recordaba. ¿Mi pasado? Un misterio. ¿Creéis en los milagros? Yo no, sinceramente. Pero amar y ser amada sin que importara nuestro tipo de sangre fue lo más parecido a un milagro que...