Argentoto || Oikawa Tooru Y Tú

21

Díaz

Mi cabeza empezó a dolerme, clara señal de la resaca y que estaba despertando al fin. ¿Cuánto dormí? No tengo la menor idea.
Toqué mi cara en un intento de quitar la pereza de todo mi ser, por algo se empieza y necesito tener los ojos bien abiertos para poder empezar el día. Proseguí a estirar mi cuerpo y mis brazos golpearon una nariz mientras hacian el trayecto de ir hacia arriba de mi cabeza.

Por favor. Por favor. Por lo que más quieras Diosito que no sea un desconocido, no me lo perdonaría vovler a cometer esos errores de adolescente. 

Fue peor.

O no lo fue.

Quizá fue sorpresa y no sabía como describirlo.

Tooru estaba a mi lado. Ahora tocandose la nariz con cierto gesto de dolor debido al manotazo que le brindé de bienvenida.

-
—Rara manera de iniciar la mañana, __(tn)

Sonreí a medias y lo observé con todo y lujo detalle.

Dios que bueno que está recién despierto y con su voz ronca que lucha por salir de su garganta al ser las primeras palabras.

—Hola, Toto. Decime que... decime...

—No, no hicimos nada, tranquila. Yo solo vine. Es lo poco que recuerdo debido al dolor insistentemente en mi cabeza.

—Resaca —recordé.

—Resaca —confirmó—. Dios. Todavía se me es imposible recordar tantas palabras de ustedes y su rara forma de hablar —se quejó estirandose e imitando mi gesto al intentar quitar el rastro de sueño. Mis ojos no tenían ni la mínima intención de mirar en otro lado y yo tampoco iba a quitarlos.

—Pero resaca es una palabra universal, ¿o no?

—No lo sé. Solo quiero que todo este oscuro.

Una pequeña risa brotó de mi garganta. Su resaca es peor que la mía.

Levanté mi cuerpo de la cama y cerré las cortinas, brindándole la tan aclamada oscuridad.

Me dirigí a mi baño para darme una buena ducha y lavarme los dientes pero antes quería darle una pastilla con un vaso de agua para su dolor de cabeza e intuyo que le dará dolor de estómago también asi que... 

—¿Qué es? —preguntó entre murmuros. Sus manos seguían en su cara en una extraña manera de máscara, ocultando su rostro, solo uno de sus dedos se separo dandole forma de una peqeña ventana para que su ojo derecho pueda cruzar con mi mirada.

Agua fría. Agua fría para calmar las hormonas.

—Pastilla para la resaca. Ibuprofeno, tafirol, no sé cómo te lo hayan presentado acá.

—Pablo me da tafirol —suspiró y se sentó en la cama con molestia agarrando el vaso con agua y la pequeña pastilla. Estaba sin remera. ESTABA SIN REMERA.— Uno de mis compañeros de equipo —aclaró.

Sinceramente me importaba muy poco quien era Pablo en estos momentos. Por favor, que hermoso torso.

—Gracias y perdón por las molestias— dijo una vez que terminó de tomar.

—De nada, hoy por ti mañana por mi es el dicho —reí.

—Te sienta muy bien la resaca, estás muy bonita.

La vergüenza me consumió y me dirigí directo a ponerme debajo del agua fria. Necesito refrescar mis pensamientos. Solo me dijo que estaba bonita.

Pero no fue solo eso, sino, el modo en el que lo dijo, la situación, SU situación, con su voz ronca, despeinado, su mirada, su torso, su intención, su... todo.

Si no termino con él, juro que me voy a arrepentir toda la vida y morirme por perder a semejante hombre.

—Ah, ¿__(tn)? —oí que llamaba detrás de la puerta. Su voz ya habia dejado de sonar ronca—. Cuándo salgas de bañarte llamá a tu amiga, se fue con un tal Rodri y me dijo que no te dijera pero de todos modos te lo digo igual.

¿Cómo? la voy a matar.

•••

TIEMPO AL TIEMPO

toy tratando de ordenar la cabeza asi de una vez por todas termino este fic sjdsjdjs tengo las ideas mezcladas PASÓ tanto tiempo...

je.

en fin, lei y decidi que es mejor que los dialogos y alguna que otra palabra esten en la narracion argentina si se podria decir asi, es mejor que lo relate en un español neutral no se si me explico.

creo que ese seria el unico cambio por ahora..

nos estamos viendo!

o no..

hola y adios!