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Díaz

Me re garcó. Es un hijo de re mil puta, Rodrigo y la concha de la lora que pendejo de mierda... ¡me re cagó boluda! ¡Encima, ¿sabes con quien?! ¡con su vecina, la Lore! ¡ojalá se les pinche el forro!

Yo te lo dije Sofía... pero no me escuchaste, estabas re enganchada por el tipo ese...

Ya sé, ya sé... pero ¡dios! Que mina idiota que soy, ¿como pude ser tan ciega? "Ayññ voy a cambiar"! —lo imitó en burla.

—¿Querés venir a casa? Me contás mejor, te sacas toda la mierda y te tranquilizas... y de paso te distraes.

¿Posta? ¿No te ves con Toto hoy?

—No, no. Es mañana, tranqui.

Gracias __(tn)... ya voy, te amo.

Suspiré cuando terminamos la llamada. Otra vez tengo que aguantar esto por el mismo tipo estúpido...

Lo busqué en mis contactos y le mandé un mensaje a Toto.

"EUUU

No vamos a poder vernos hoy, ta bien si mañana? O cuando estés libre

Una amiga cortó con su wacho y bueno...

Su wacho vendría a ser el novio, te explico por las dudas jajaja

Enviado."

Hice crujir mis dedos esperando una respuesta de él. Estoy nerviosa... <<mirá si se enoja o me bloquea... la puta madre __(tn) dejá de hacerte la cabeza>>

El tono de notificación que le puse especialmente a él sonó y lo tomé enseguida.

"Holaaa

Dale dale🤣

no hay problema

Espero que tu amiga se sienta mejor...

Mañana me parece bien, después hablamos tranquilos, si?

Cuidate __(tn)

😘

Recibido."

Todo el aire en mis pulmones se esfumó enseguida.

Tengo que decirle que acá no usamos emojis, solo en joda... Parece un virgen.

Reí sola.

—Bueno, no se enojó ni nada por el estilo... ves que sos una tarada que se hace la cabeza sola —me reté a mi misma.

Empecé a acomodar un poco mi "dulce morada" para cuando llegue la inestable emocionalmente de mi amiga. Para cuando terminé, o en eso estaba, el timbre suena, avisandome de que alguien quería entrar al edificio, concretamente, a mí depto.

Me acerqué a al parlante y escuché su voz. Empecé a tocar los botones y en unos minutos mi puerta fue golpeada.

Sofía se encontraba ahí, con una cara hecha mierda pero intentado ponerle onda y en su mano, un kilo de helado.
Le devolví la sonrisa, tratando de animarla pero cero resultados positivos.

—Pasá, pasá...

—Si, gracias...

(...)

—Y eso fue todo. Nunca más voy a volver con él, te lo juro. Si ves que hablo o intento o vuelvo a caer en sus chamuyos baratos ¡sacame! ¡cagame a trompadas, no sé! ¡pero no me dejes!

—Me acabás de dar el permiso para cagarte a ñapis siempre que quiera.

Rió corta al escucharme decir eso.

—Boluda, hace un re lorca... quiero que vuelva el ofri.

Hice una mueca en desacuerdo a lo que dijo.

—Andá a hacerte ver estúpida, ¡¿como va a hacer calor?! ¡estamos a 22°c! Estamos en primavera imbecil.

—¿Posta? Yo tengo un re lorca... me cae la gota gorda mirá —mostró su cien, exagerando.

—Vos tenés la gota del pelotudismo, que es diferente —reímos.

—¿Vas vos o voy yo a servir el helado? Porque quiero comer viste' no te lo traje de regalo, tan buena no soy.

—Bueno la concha de tu madre, ya voy —respondí divertida.

—¿Y Toto? ¿Te gusta o qué? Corte, ¿es buen tipo o boludo?

—¿Toto? Es buenísimo y está, buenísimo —remarqué mientras sacaba el helado del freezer—. Mañana nos vemos y nada, el tipo me re llama, fuera de joda. Es muy buenito. ¿Viste esos tipos que decis "uh, este no lo consigo ni en 50 años"? Es de esos Sofi, te lo juro. Es el dicho ese de la aguja y la paja.

—Una aguja en un pajar, pelotuda —se cagó de risa por mi estupidez.

—Bueno, no me acordaba... cuestión: El chabon es buenísimo, me lo estoy chamuyando y lo quiero.

—Objetivo en la mira, capitán. Listos para disparar —dramatizó.

•••
¡hola y adiós!

Argentoto || Oikawa Tooru Y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora