Elegida para salvar ~ Cedric Diggory

50. La frase

Cuando llegamos a la mansión, los mortífagos volvían a estar reunidos en el comedor, esta vez no tuve que esperar a que nos abrieran la puerta pues Tom la abrió como si nada, ventajas de ser el hijo del jefe.

Nos miraba impaciente y serio, supongo que de ahí vienen las usuales expresiones de Tom.

-¿Y el hombre?-notaba la tensión de Tom.

-Muerto-no dejé contestarlo. Él me miraba confuso.

-¿Muerto?

-Sí, muerto. No quería venir y unirse así que...

-¿Quién lo ha matado?-pasaba su mirada de Tom a mi.

Me quedé callada y miré fijamente al señor tenebroso-Tom ¿Por qué lo mataste?

-Yo no fui, fue Alba-lo dijo serio e impasible. El señor tenebroso ladeo la cabeza con confusión.

-Esa no te lo esperabas ¿eh? Fue con una maldición imperdonable, concretamente con la que empieza con A, por si te lo estabas preguntando. Ahora me voy a sentar, matar es agotador ¿no lo creéis?-miré a mis parientes que estaban con Severus, con una obstinada expresión. Tom tomó asiento al lado mía.

-Impresionante ¿no es así Lucius?-sostuvo su cabeza con ambas manos.

-Es algo totalmente asombroso, mi señor-veía un tanto tenso a Tom por el rabillo del ojo, le tomé la mano sin mover mi mirada de Lucius, el por el contrario si que se giró para verme. Eso no pasó desapercibido para el señor tenebroso, su sonrisa maquiavélica me puso la piel de gallina.

-Podéis retiraros todos menos Tom-miré al nombrado y el asintió la cabeza como gesto de que estaría bien. 

Salí de lo más tranquila de ahí, subí a mi habitación la cual ya no tenía un seguro mágico, me senté en la cama esperando que entrara Tom para hablar como cada noche.

-¿Mataste a ese hombre?-esa voz resonaba en mi cabeza como un reproche.

-Si.

-¿Te has convertido en todo por lo que tus padres murieron?

-No te atrevas a decir eso Severus.

-Claro que sí. Livy, Sirius, los Potter, los Weasley, Cedric... Todos lucharon para que no te convirtieras en eso, justamente en esto que eres ahora, una de ellos.

-¿Por qué te importa tanto Severus? Esto es lo que soy ahora, esto es a lo que pertenezco y no puedes hacer nada.

-Me importa porque es lo mismo que hiciste con Draco y el ahora no puede devolverte ese favor. Cuando llevas toda la vida con tus padres y tanto tiempo contigo acabas descubriendo cuando mienten y cuando dicen la verdad. Les engañaste a todos menos a mi, se que le salvaste por el mismo motivo por el que ahora te tengo que salvar a ti.

-No se de que hablas Severus, Draco está muerto, lo dijo el mismo señor tenebroso.

-Mentiras, mentiras. ¿Sabes que más mentiras te dijo el señor tenebroso?-le miré callada- Tus amig...

Tom abrió la puerta y entrando malhumorado. Normalmente estaba enfadado todo el rato pero cuando venía solía estar de buen humor.

-Ya hablaremos en otro entonces Alba-sin más salió dejándome con el enervado Tom.

-¿Y a ti que te pasa?

-Nada, no me pasa nada.

-Vale, estamos en plan borde y enfadado-se sentó donde estaba yo antes-¿Quieres hablar o algo?

-Dos cosas antes que nada-asentí con la cabeza segura-¿Por qué no te escapaste cuando pudiste? Y dos ¿Por qué no usaste tus poderes?

-Respondiendo a tu primera pregunta, yo pertenezco ya aquí y no tendría sentido irse. Y en cuanto a la segunda no he vuelto a usar mis poderes, a excepción de supervivencia, desde que maté a Bellatrix por hacerme perder a mi padre.

-¿Y aun así quieres estar aquí después de todo?

-Yo ya pertenezco a aquí, además estarías perdidísimo sin mi-me tumbé a su lado.

-Perdido no lo sé, pero aburrido sí.

-Literalmente te he salvado la vida, estarías más muerto que vivo ahora mismo si no fuera por mi.

-Eres muy egocéntrica.

-¿Yo? De eso nada-puse mi mano en mi pecho ofendida.

-Ahora se de que hablaba Severus antes-fruncí el ceño-Cuando mientes tiendes a gesticular más de la cuenta.

-¿Has escuchado mi conversación privada con Severus?

-Si-su respuesta tan directa me desconcertó-Además ¿Por qué le llamas por su nombre de pila?

-Cosas de familia. No me puedo creer que me espiaras.

-No le diré nada de Draco, no quiero que te maten ahora.

-Ah gracias yo también te quiero-rodé los ojos molesta.

-¿Me quieres?

-Eres insufrible-agarré el cojín que tenía debajo de la cabeza y se lo tiré.

-Eso no es una respuesta.

-¿Quieres una respuesta?

-Responder una pregunta con otra es de mala educación-esa frase, Cedric, Ced, mi tejoncito-¿Estás bien?

-Por favor sal de mi habitación.

-¿Qué pasa?

-¡Sal de mi habitación, Tom!-se quedó inmóvil y serio mirándome fijamente.

-No, no me voy a ir. ¿Qué ha pasado?

-Esa frase, la de responder a una pregunta con otra es de mala educación era de...-miré el anillo que me dio Cedric, el 6 de julio, no me lo había quitado desde entonces.

-Cedric ¿Os ibais a casar?-asentí levemente intentando recordar- Y nosotros os separamos.

-Se me adelantó ¿sabes? Quería ser yo quien se lo pidiera, pero el muy listo se me adelantó y me lo pidió en la boda de mi mejor amiga. Todos hicieron apuestas al respecto, nosotros incluidos-una melancólica sonrisa brotó en mis labios-Ese astuto tejón, mi tejón, siempre se me adelantaba en todo.

No olvidaré lo que hizo esa noche fría y oscura del 20 de Octubre, esa noche fue la primera vez que demostró algún tipo de afecto a alguien, esa noche me abrazó y no me soltó hasta la mañana de día siguiente.

Sé que este capítulo es más corto de lo que suelen ser en realidad mis capítulos, pero sentía que debía dejarlo así y no recargarlo, muchas gracias por leer y por estar ahí. Mañana volveré a actualizar.