Elegida para salvar ~ Cedric Diggory

40. Navidades con los Weasley

Desayuné con Layla, casi no la iba a ver estas vacaciones con todo lo que tienen que preparar, últimamente no estaba muy atenta a casi nada que fueran las clases y su boda.

Después de desayunar busqué a Malfoy para hablar de su "proyecto". Lo vi apoyado en la pared de un pasillo poco transitado junto a su baúl de madera negra clásico.

-¿Siempre tardas tanto?-siempre esa sonrisa burlona.

-¿Siempre eres tan arrogante?

-¿De qué quieres hablar exactamente, Black?

-¿No se a lo mejor del hecho de que seas un mortífago tal vez?- creo que me pasaba de sarcástica.

-Ya está echo no puedes hacer nada-me enervaba su negatividad.

-Parece que no me conoces Malfoy, cuando quiero algo lo consigo ¿lo sabes verdad?-hizo un gesto descendente para darme la razón-Pues entonces ¿Por qué no quieres que te ayude?

-Porque tu no sabes lo que es tener que ser alguien que no eres para hacer felices a tus padres, tener que hacer cosas que no quieres solo porque ellos te lo piden, no sentirse suficiente ¡No lo sabes Alba!-por primera vez desde que lo conozco me había dejado sin palabras-No te metas, no quiero que nadie más salga mal parado-sin más me dejó sola en ese pasillo que empezaba a sentirse muy frío y solitario. A fin de cuentas era mi familia, la única familia que me quedaba, Remus me empezaba a robar a Tonks y Harry siempre a ido por libre. 

Sabía que podía ayudarle, solo tenía que averiguar como hacerlo y no morir en el intento.

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Divise su cabeza color miel entre todo el barullo, así que como pude me abrí paso hasta llegar a el.

-Por primera vez desde que te conozco llegas antes de tiempo-arrugué mi nariz divertida y le abracé.

-Quería irme ya a casa-me pasó un brazo por los hombros y empezamos a andar hasta la salida-¿Has decorado ya todo?

-No, te estaba esperando para decorar juntos-me besó la cabeza y seguimos andando.

Al llegar a casa vi unas 5 cajas enormes puestas en el salón, un gran árbol colocado malamente en una esquina y adornos saliéndose de su embalaje.

-Tenemos para un rato-le dije riéndome.

-¿No sería más fácil hacerlo con magia?-negué con la cabeza.

-Perdería todo el encanto de que ser aplastado por un árbol de navidad mal decorado-le guiñé un ojo y me acerqué al árbol y comencé a poner los adornos.

Al cabo de 1 hora la casa ya estaba completamente decorada en tonos dorados y rojos, ni que fuéramos gryffindor.

-¿Qué te parece si para no estar tan solos vamos a cenar con los Weasley el 25?-me preguntó desde la cocina, salí de mi habitación y le grité desde el principio de las escaleras.

-Por mi bien, así veo a los gemelos, que hace mucho que no les veo-oí como rio, contagiándome  una sonrisa.

Los 3 días antes de que fuéramos con los Weasley, nos los pasamos leyendo, bueno más bien Cedric escuchando como leía tumbado sobre mi regazo, se sentía tan bien no hacer nada y estar con el relajada y en paz.

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Cuando llegamos el 25, Harry, Remus y Tonks ya estaban allí, los saludé a todos pero me esmeré más tiempo en Remus, ya que tenía que decirle una cosa importante que podría ser de ayuda para la orden.

-Rems ¿podemos hablar?

-Claro que si Alba ¿Qué pasa?-me llevó a una zona de sofá.

-Es importante-me prestaba mucha atención y me examinaba de arriba a abajo.