41. Recuerdo alterado

1K 69 7
                                    


La despedida en la estación fue difícil, ya que estaban desapareciendo muchas personas y no sabíamos quienes serían las siguientes. En Hogwarts tampoco se hizo de rogar que el profeta anunciara las desapariciones en el ministerio.

Layla y yo andábamos tranquilamente por el pasillo, hablando de nuestro próximo examen de pociones cuando...

-Por Merlín, si alguna vez hago eso con Cedric pégame, pégame fuerte-Layla se limitó a reír cuando pasamos enfrente de Ron y ¿Violette? ¿Lavanda? o como narices se llamara-Voy enserio.

-Tu y tu romanticismo-pasó un brazo por mis hombros-¿Sabes ya que vas a estudiar?

-Siempre lo he sabido Lay, la mejor auror del mundo mágico-la guiñé el ojo antes de irme por otro pasillo hacia el despacho de Dumbledore.

Esta vez vimos un recuerdo del Slughcy y de Tom Riddle, que sinceramente daba pavor, horrocruxes. 

Miré extrañada a Albus y Harry- Es normal que estéis confundidos.

-¿Soy yo o el recuerdo está alterado? No tiene ni pies ni cabeza.

-Así es mi querida Alba, está alterado por el mismo profesor Slughorne.

-¿Por qué lo haría?-preguntó Harry.

-Por vergüenza....

-O miedo-me crucé de brazos pensativa ¿Qué ocultas querido Slughcy?

-Os pedí que os acercarais al profesor-asentí- Y ahora quiero que lo persuadáis para que os revele el verdadero recuerdo.

-No lo conocemos demasiado bien...-comenzó Harry.

-Este recuerdo es relevante para la historia, necesitamos saber que pasó de verdad. No podéis fallar.

Harry y yo salimos confusos del despacho de Albus ¿le estaba dejando el destino del mundo mágico a dos adolescentes?

-Alba, voy a probar una cosa, a ver si me sirve con Slughorne, luego te cuento-sin dejarme responder salió corriendo hacia el aula de pociones.

A la hora de la cena fui a buscar a Harry para ver si su plan había funcionado, me contó lo que le dijo e instantáneamente le pegué una colleja.

-Auch, ¿desde cuando tienes tanta fuerza?-no le respondí su respuesta.

-¿No sabes disimular, Potter? Sé más sutil la próxima vez-me levanté de la mesa si el no lo consiguió debía hacerlo yo.

-¿A dónde vas?

-A arreglar lo que has echo-dirigí una leve mirada a la mesa de Slytherin ¿Dónde estaba Draco? Examiné más a fondo la mesa, no estaba. Mierda, maldito hurón albino, no la fastidies ahora que ya se como ayudarte. 

Antes de ir a hablar con Slughcy fui a buscar a mi primo. Miré en la sala de los menesteres, fui a su sala común, donde pregunté si le habían visto, tampoco estaba en la biblioteca, ni en el campo de Quidditch. Mi último recurso era el baño de hombres.

Llamé a la puerta y nadie contestó, así que entré y lo que vi hizo que mi corazón se partiera en mil pedazos otra vez.

-Draco...-era el, sentado el la pared más lejana de la puerta, sollozando. Me acerqué lentamente hacia el y le abracé-Por favor, solo déjame ayudarte, por favor-no era una orden era un ruego que nunca pensé que saldría de mis labios. Se negaba a mirarme, le agarré del mentón he hice que me mirara-Por favor, solo te pido eso.

-¿Cómo?-oír su voz me apuñaló y atravesó lo poco que quedaba de mi, estaba roto.

-Termina la misión que te dio y desaparece, ven conmigo, te puedo ayudar a escapar pero necesito que confíes en mi y en mis métodos ¿Lo harás?-se quedó en silencio unos segundos mirándome solamente a los ojos.

Elegida para salvar  ~  Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora