Elegida para salvar ~ Cedric Diggory

1. El secreto mejor guardado de Sirius Black

(para que os hagáis una idea sería el verano del tercer año al cuarto)

En el presente me encuentro con un artefacto muggle escuchando música, mi padre esta en el salón con todos los de la orden y algunas personas más. Papá me ha dado instrucciones de que no haga ruido y que fuese poniendo la mesa para cenar. 

Mientras lo hago empieza a sonar mi canción favorita muggle "Heart of glass" de una tal Blondie, subo el volumen del artefacto, la música llena mis oídos con los cascos, empiezo a cantar sin ningún reparo, también bailo haciendo como que los tenedores son micrófonos, mientras con mi mano libre voy poniendo los platos en la mesa.

Narra Sirius:

—¿Qué es esa música?—pregunta Harry. Remus y yo nos miramos unos segundos volviendo a mirar a todos los integrantes de la reunión.

—Nada— respondí restando importancia. ¿Por qué no podía hacer nunca caso? Ah se me olvidaba, tiene mis genes.

—Sirius... No puedes seguir escondiéndola—me riñó Remus.

—¿Esconder a quién?—preguntó Fred o George todavía no se distinguirlos.

—No te le acerques— levantó las manos en señal de rendición.

—¿Es ella de verdad?—preguntaron Tonks y Molly a la vez.

—Si— se limitó a responder Remus.

—Decidla que venga, queremos conocerla— ahora estaba seguro que era Fred el que insistía en conocer a Alba, solo le dirigí una mirada de esas que matan, el pareció pillar la indirecta.

—Lo pillo, lo pillo, ya paro.

Todos me miraban esperando una respuesta, más bien exigiéndola.

—¿Cómo es que tienes una hija y no nos has hablado de ella?— preguntó Harry.

—Bueno se supone que no tenía que salir ahora, la dije que no hiciese ruido.

—Es tu hija Sirius ¿Qué esperabas?— habló Remus.

—Que hubiese salido a su madre— todos rieron, suspiré— Vayamos a verla.

Narra Alba:

No me había dado cuenta de que un grupo de personas había entrado y estaba en la puerta mirándome mientras bailaba y cantaba. Cuando me gire y los vi me di tal susto que casi se me cayó el último plato.

—Por las barbas de Merlín, que susto. ¡Haced más ruido!— respondí llevándome una mano al corazón y quitándome los auriculares.

—Esa boca— me riño mi padre, simplemente le miré con una cara de incompetencia. En cuanto me di cuenta de que Remus estaba mirando el plato que sostenía con mis pequeños dedos le respondí:

—No se me ha caído, no me mires así— le dije levantando el dedo índice de la otra mano, todos rieron.

Se me acercó una chica con el pelo rosa y me abrazó, miré extrañada a mi padre y Remus los cuales alzaron los hombros en señal de impotencia.

—Perdón, soy Tonks— dijo muy sonriente— Tu prima— la examiné a fondo.

—¿Estas segura de que eres de mi familia? No sé, no te veo como alguien carca y gruñón— dije mirando de reojo a mi padre. Todos rieron menos el, que rodó los ojos.

—Alba ellos son los Weasley— se me acercó una mujer pelirroja, que presentía que me iba a caer bien, y me abrazó.

—Hola Alba, estamos encantados de conocerte, hemos oído hablar mucho de ti.

Miré extrañada a mi padre y Remus— ¿Han hablado de mi? Que honor por favor— respondí con sarcasmo.

—Me presento soy Molly, él es mi marido Arthur. Algunos de mis hijos; Fred, George, Ron y Ginny.

—Encantada— respondí con una sonrisa.

—Yo soy Hermione y el es...

—Harry Potter— la interrumpí— Eres la viva imagen de tu padre, pero con los ojos de la tía Lily—respondí con una sonrisa.

—¿Tía?— preguntó Harry a Sirius.

—¿Cómo es que sabe tanto la niña Remus?— Remus se rascó la nuca incómodo.

—Puede que se me escaparan algunos datos y fotografías— rio nervioso.

—O sea que Harry y Alba son primos— respondió Hermione.

—Si, se podría decir que sí— afirmó mi padre. Harry al oír eso corrió los pocos metros que nos separaban para abrazarme.

De repente alguien abrió la puerta y se aproximó al comedor donde todos estábamos. Era un señor alto, vestido todo de negro, con el pelo negro, largo y grasiento.

—¡Severus! Que alegría verte— respondió mi padre escondiéndome detrás de su espalda al igual que Remus. Severus al ver la acción de los merodeadores guio su mirada hacia mi.

—Lily...— corrió a abrazarme ¿Por qué todo el mundo me abrazaba, no sabían que era el espacio personal?

—Lo siento pero me temo que te equivocas— dije mirándole con pena, el se separó lentamente para mirarme.

—Perdóname es que te pareces mucho a una persona que conocía— le di una sonrisa triste de boca cerrada.

—Lily es mi tía, yo soy hija de su hermana...

—Livy— terminó por mi aquel extraño y extravagante hombre. 

—Ya estamos todos, podemos empezar con la reunión— dijo mi padre guiando a los adultos hasta su despacho para allí hacer la reunión sin ser molestados