29. La sala de los menesteres.

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Había sido una larga semana y todavía no habíamos encontrado un sitio donde practicar. Neville y yo salíamos del comedor cuando Crabbe y Goyle empujaron a Neville.

-Cuidadito con lo que haces Longbottom-pero serán gilipollas.

-Cuando hayas reflexionado sobre lo que has dicho si quieres hablamos-le repliqué, Neville me dio una mirada de agradecimiento.

Seguimos andando pensando sobre que sitio podíamos usar cuando una puerta de madera vieja y hierros negros apareció y se abrió de la nada sobre la pared en la que estábamos.

 -Lo habéis conseguido chicos-empezó a decir Hermione- Habéis encontrado la sala de los menesteres.

-¿La qué?-preguntó Ron.

-También conocida como la sala que viene y va, solo aparece cuando una persona la necesita- concluí yo-Y esta siempre equipada con las necesidades del buscador.

-¿Cómo cuando necesitas ir al baño, por ejemplo?-¿Qué clase de pregunta era esa? Hermione arrugó la cara.

-Joder Weasley, que fino nos has salido-dije entre carcajadas al ver la cara de disgusto en Hermione.

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Hicimos una fila para desarmar a una especie de "mortífago" Neville iba el primero y detrás de el iba yo. Cuando fue a lanzar el Expeliarmus la varita se fue hacia atrás.

-Soy un inútil-acaricie su espalda intentado animarle y Cedric le fulminó con la mirada, me temo que el tejoncito celosín había salido de su madriguera.

-Mueves demasiado la varita-le corrigió Harry-Prueba así, Expeliarmus-la varita del monigote salió volando de su mano.

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Cada vez que veía a Neville estaba practicando el movimiento con su varita, se me hacia súper tierno.

Todos notamos como Filch nos seguía muy indiscretamente por los pasillo, nos agobiaba a todos y realmente rozaba lo psicópata.

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Harry y el pequeño Nigel estaban practicando el hechizo confundidor, todos mirábamos impacientes para ver como el niño hizo volar a mi primo.

Era el turno de Ron y Hermione, oí como Ron le decía a Hermione que no sería duro con ella. Ya colocados, cuando Ron empezó a abrir su boca, Hermione se adelantó con un Desmayus. Todas las chicas fueron con Herm para felicitarla y yo simplemente me acerque a Ron y los gemelos.

Era mi turno y el de Cedric, nos colocamos en nuestros sitios y alzamos las varitas, vi como los gemelos volvían a apostar. Realmente estuvimos unos 10 minutos luchando fuertemente cuando decidí dar uso a mis poderes, desarmándolo y haciéndolo volar por los aires. Cuando lo baje los que sabían de mis poderes reían y los que no, pues me miraban desconcertados y confundidos.

-A quien diga algo de mis poderes, ya puede ir haciendo testamento-les advertí.

Pasaron todos los demás, pero otra pareja que destacó en combate fue la de Layla y Evan, que acabaron teniendo un combate al estilo muggle.

 Al final de la practica Filch nos esperaba por la salida principal por lo que tuvimos que salir por la trasera.

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Cada vez tenía mas claro que el sapo rosa se metía rayas de coca para desayunar, más interrogatorio a los alumnos y normas en el muro del gran comedor ¿Sé estaba volviendo loca?

Esa misma tarde seguimos practicando los hechizos hasta hoy aprendidos, me frustré un poco al ver que Neville todavía no podía conjurar el expeliarmus, había trabajado mucho.

Harry y Cho cada  vez eran más cercanos y por lo que había oído en las vacaciones a Harry le gustaba Cho y a Cho le gustaba Harry, no me lo había confirmado ella pero se notaba por la forma en que lo miraba o como en el ensayo cuando la había agarrado la mano para corregirla y  se distrajo dejando caer a Nigel.

Los gemelos y yo le hicimos una pequeñísima broma a Filch dejando unos bombones del surtido Weasley como regalo en la mesa en la que nos espiaba. Vimos como se los comía todos y enseguida brotaron unos asquerosos y enormes granos en su cara.

Pasaron las semanas y seguimos practicando con la dificultad de que ahora teníamos a un escuadrón inquisitorial, conformado por Malfoy y sus esbirros. Cada vez estábamos menos seguros, nos vigilaban para todo, se podría decir que no nos dejaban ni para cagar.

Peleábamos todos contra el monigote lanzando los hechizos aprendidos cuando Ginny nos sorprendió a todos lanzando un Reducto que hizo polvo al muñeco. Sus hermanos se estremecieron a su lado.

La última practica antes de las vacaciones de navidad, estaba peleando con Neville cuando de pronto le salió el Expeliarmus.

-Neville, lo has hecho-corrí hasta el y le abracé estaba muy orgullosa de mi amigo, había visto como se machacaba practicando y por fin le había salido, el tejoncito celosín seguía ahí, claramente no entiendo a las personas celosas.

Al final de la practica Harry nos animó a seguir practicando. Cuando salí con los gemelos Harry y Cho se quedaron solos. 

-¿Qué tal con Diggory?

-Muy bien Freddie.

-Yo no soy Fred soy George-le mire con mi cara de "really".

-Cuando tu te lo creas, me lo creeré.

-¿Por qué no nos confundes?-preguntó esta vez si, George.

-Soy muy observadora, me duele que no lo sepáis todavía-dije con falsa molestia-Bueno os dejo, tengo que hablar con Cedric.

-Tu noviecito Diggory se ha ido por ahí-señalaron al unísono el pasillo de mi derecha.

-Gracias chicos, voy a ver al celosín-exageré fingiendo un gran enamoramiento.

Seguí andando y por fin lo divise, estaba enfadado y no sabía porque. Me acerqué a el y posé mi mano en su hombro haciendo que se diera la vuelta.

-¿Qué haces aquí?¿Por qué no estas con tu amiguito Neville?-me reí, así que era eso-¿De qué te ríes?-su tono no me gustó, estaba furioso así que deje de reírme y me puse seria.

-No se porque estas enfadado porque me lleve bien con Neville, Cedric-le miré a los ojos transmitían ira y enfado. No me respondía así que seguí hablando-Cedric los celos son inseguridades hacia tu pareja ¿No confías en mi?-seguía sin responderme entonces una pregunta pasó fugazmente por mi mente no podía ser por eso- ¿No crees que este enamorada de ti?-preguntarlo en voz alta se me hizo horrible, pero lo que me destrozó fue ver como Cedric apartó su mirada de mi y siguió sin responderme-¿Realmente piensas eso de mi?-se me quebró la voz.

-Lo que realmente pienso es que sientes algo por Neville-oísteis eso, era mi corazón rompiéndose. Mi fachada tranquila empezó a resquebrajarse, no podía ser verdad, tenía que ser mentira. Era a lo único que podía aferrarme a que era mentira, que me diría que es broma y nos fuésemos de la mano al castillo juntos.

-No estas hablando claro, me voy-empecé a caminar deprisa para salir de allí

-¡Sí, vete con tu nuevo novio Longbottom!-su gritó me asustó, nunca le había oído gritar así.

-¡Eso haré entonces si es lo que quieres!-le grité acercándome a el, quitándome el collar que me había regalado las navidades pasadas-A esto hemos llegado Diggory, un año de relación tirado a la mierda por tus celos, asombroso, espero que estés orgulloso-le di el collar y sin más me fui.

Toda la farsa que había pensado antes no servía, ya estaba hecho, ya no hay ni habría un nosotros con Cedric. Todo lo que teníamos se había ido la mierda, sin el todo se me hacía más frío, más vacío, la única palabra que lo podía describir bien era melancólico. No lloré, solo me fui a mi habitación con una mirada vacía y le escribí una carta a la única persona con la pensaba podía hablar de eso. Tonks.

Escribir este capítulo me ha dolido más de lo que pude haber pensado, no os enfadéis por que han terminado, la vida sigue y como siempre digo ESPERAD LO INESPERADO.
Gracias por las casi 10K visitas es todo gracias a vosotrxs.
Un saludo a todxs,
Att Miauwm.

Elegida para salvar  ~  Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora