Elegida para salvar ~ Cedric Diggory

5. La flor

Viktor Krum sobrevoló por todo el estadio viendo a quien dar el obsequio, de repente empezó a acercarse a nosotros. Me dirigió una mirada y se acercó aun más.

—Nos vemos luego— me entregó la flor, la cual agarré un tanto desconcertada, al ver mi cara me guiñó un ojo. 

Genial estaba saliendo en la pantalla de la grada y mi cara de desconcierto, la veía todo el mundo. Por los calzones descosidos del barón sanguinario. ¿No había otra persona? En cuanto se fue sentí miles de miradas en mi, a las que di una extraña sonrisa encogiéndome los hombros.

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El partido pasó muy rápido, acabó ganando Irlanda. Llegaba la temida hora, accedí a que me acompañasen los gemelos y Cedric a ver a Viktor, no se porqué si ellos apoyaban a Irlanda, supuse que por conocer al famoso jugador más joven en jugar en un equipo titular. Cuando andábamos hasta llegar al sitio acordado muchas chicas me miraban mal, envidiosas pensé. Iba a decirlas cuatro cosas cuando apareció Viktor. 

-Hola, soy la chica de la flor— dije un tanto incómoda, el me sonrió y enseguida entendí porque era tan popular entre las chicas— Y ellos son amigos, que tenían muchas ganas de conocerte.

—Un placer conocerlos a todos— nos saludó— Pero no os habéis presentado-dijo sonriente.

—Oh, perdón, yo soy Alba, ellos son Fred, George y Cedric— dije señalando correspondiendo a cada uno con su nombre.

Una explosión interrumpió nuestra visita al búlgaro. Todos nos agachamos por inercia ¿Qué cojones había pasado? Un guarda nos llevó junto con Viktor a un sitio más seguro.

Después de la explosión, nos separaron del búlgaro dando por finalizada la visita. Decidimos ir a casa, aunque no supiéramos como volver exactamente.

—¿Dónde estabais?— gritó mi padre y Molly al oírnos entrar por la puerta. Nos acercamos a la cocina donde se encontraban todos. 

Miré a los chicos con tranquilidad- Yo os lo explico, pero no os alarméis, no ha pasado nada- sabía en que estaba pensando mi padre. ¡Por Merlín! No se si me avergüenzo por lo que piensa mi padre o porque lo he pillado con una simple mirada— Sé lo que estas pensando papá, y la respuesta es no— la expresión de mi padre se tranquilizó, al parecer algunos lo pillaron por como nos miraban. Les explique todo desde lo de la flor hasta como llegamos a casa.

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Mi primer día en Hogwarts, sentía más nervios que un Escarbato en una joyería. Anteriormente estas semanas me las pasé hablando por cartas con Cedric, también quedamos varias veces y habíamos comenzado a ser muy amigos.

Me levanté a las siete de la mañana y sorprendentemente no era la primera en estar despierta, Hermione se encontraba mirando algunos de mi libros muggle que había comprado en una excursión.

—¿De qué tratan?— me preguntó Hermione mirando la portada de... ¡After! Mierda, mierda y recontra puta mierda.

—Eh... em... Es una típica historia cliché americana— en parte era cierto. Me miró extrañada.

—Está en otro idioma, es francés ¿verdad?— pregunto intentando leer el resumen, sin éxito.

—Si, fue en mi viaje de fin de curso. Aunque también aprendíamos alemán y español.

—O sea que eres políglota.

—No, yo he dicho que aprendemos no que lo hablemos, domino el francés porque era la primera lengua, el español porque bastantes asignaturas eran en esas lengua y el alemán...Digamos que lo entiendo.

—Sorprendente— dijo sosteniendo otro libro "El valle de los lobos" mi libro muggle favorito.

—Y este de que trata— preguntó mirando la portada— Se parece a Dumbledore.

—Espero que te refieras a solo el aspecto, este trata de un hechicero que encuentra a una joven poderosa, la entrena hasta que se convierta en una gran hechicera, y bueno es una historia de misterio, amor y vida después de la muerte.

—Tendrás que enseñarme para poder leerlos.

—Si así lo quieres— la guiñé un ojo y me preparé el desayuno.

Ya eran las 10, todos los baúles en la entrada, y todos esperábamos a Ron.

—Ron vamos, que tenemos que irnos— le apresuró Ginny.

—Nos iremos sin ti entonces— dijeron a la vez lo gemelos.

—Ron Weasley baja ya— le ordenó Molly.

—¡Ahí va la fiera!— avisó Remus.

—Ronald Bilius Weasley, más vale que bajes ya ahora mismo por que no creo que quieras que suba yo, porque no me haré cargo de lo que te pase después de que meta una escoba por el...

—Estoy bajando— dijo finalmente Ron. Se acercó a Harry y le preguntó confuso— ¿Cómo sabe mi nombre completo?

—No cuestiones mi poder Weasley— dije pasando con una pilla sonrisa.

Sirius iba en su forma de animago por prevención. Me metí en una sala con el para despedirme, solo había estado con el un verano después de 13 años sin verle.

—Hija, sé que tenemos poco tiempo, pero solo quería decirte que quedes en la casa que quedes habrá ganado una gran bruja, y lo de... comunícaselo a Dumbledore para que te ayude— sin más le abracé— Nos vemos en navidades hija.

—Adiós papá, cuídate y cualquier cosa me escribes.

Al salir me di cuenta de que iba a echar de menos a ese viejo cascarrabias después de todo. Me reencontré con Lupin, Tonks, Harry, Hermione y los Weasley.

Las 10:55

—Pásatelo muy bien en Hogwarts.

—Estarás bien no estés nerviosa— como me conocía aquel hombre que me crio, mi segundo padre.

—¿Yo nerviosa? Pero si el que parece un quinceañero hormonado eres tu— los nervios que tenía se disiparon al soltar la broma, Remus rió y me abrazo junto con Tonks.

Sonó el silbato del tren dando a entender que en breves momentos, partiríamos a Hogwarts.

Hola, se que los títulos de los libros no concuerdan con los de la historia, pero así le dan un toque emocionante a esa charla con Hermione.

Att Miauwm.