Detective

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Le marqué a Kahte muy apenada por no contestar sus llamadas, tampoco me dio tiempo de devolverla por lo que hoy he intentado comunicarme con ella y no lo logro.

No tuve otra opción, mas que dejarle un mensaje ya que debía iniciar con mis actividades en la constructora, la cuál en poco tiempo será terminada y podré ver a muchos niños correr y reír por todas partes.

Khate, siento mucho el no haber respondido tus llamadas, tuve un día muy complicado y cuando me llamaste estaba ocupada, de verdad lo siento. Sé que tenemos mucho tiempo sin vernos y espero verlos pronto.
Te quiero mucho, un abrazo y saludo a los chicos.
Llámame en cuanto puedas.
-Cami.

-Hey, ¿Pasa algo?

-No, solo trato de comunicarme con alguien.

-¿Y no puedes?

-Larga historia Miguel.

-Déjame adivinar, ¿Nuevo problema a tu lista?

-No los invoques Miguel.- Me reí.- Andando.

-¿Nos toca la ronda juntos?

-Si, iremos a la tercera planta.

-¿No irás con Adam?

-Hoy no tengo ganas.- Dije mientras subiamos las escaleras.- Mas tarde lo llamaré y me informará.

-¿Porqué? ¿A caso son los Raymomd?

-¿Como le haces para adivinar todo?

-Tienes todo escrito en la cara, así lo quieras esconder todos notamos que te la pasas arreglandole la vida a otros cuando tu tienes la tuya hecha un desastre. No quiero parecer un metiche, pero deberías darte un espacio a ti misma, pensar que quieres hacer, como quieres resolver tus problemas.- Decía mientras caminábamos.- Ya es momento de que hables con Alexis, Gisell y todos esos chicos, ya no están para evadir tantas cosas en las que se les va a ir la vida y se les va a consumir el pensamiento.

Tenía razón,  quizás más de la que yo quería reconocer. 
Siempre me la he pasado metida en el caos de los demás, y los míos los dejó al final del camino, allí donde quiero creer que no existen.
No dije nada, solo cerré mis labios en una fina línea mostrando una sonrisa.
Dos horas mas tarde había terminado la ronda junto a miguel, no era muy tarde pero quería alejarme un poco, realizar un par de llamadas y por un momento en mi vida dejar de comportarme como si no tuviese mis propios problemas para empezar a resolverlos.

-¿Solo era eso?

-Si Daya.- Respondí mientras recogía mis cosas.- Por favor, se los envías a Erick y en cuánto termien aquí le envían el informe a Adam. El lo revisará.

-¿Estás bien?

-Si, solo necesito tomar un poco de aire.- Miguel solo me veía y se notaba un poco preocupado. - Nos vemos mañana chicos.

-¿Quieres que te acompañe?

-Estaré bien.

Y me fuí sin darles la oportunidad de decir algo más.
Subí a mi auto y conducí como hace mucho tiempo no lo hacía, la carretera estaba sola y vacía,  la velocidad me acompañaba. Mi vista estaba fija en la carretera mientras muchas cosas pasaban por mi cabeza, no podía decir que no sabía que hacer, porqué tenía mucho en mi larga lista, lo que no sabía era por dónde empezar.
Pasaron quince minutos desde que había subido a mi auto y poco a poco iba bajando la velocidad, aparqué a mitad de carretera sin saber a donde me estaba dirigiendo, y solo me quedé allí, mirando el volante de mi auto, con ambas manos extendidas sobre el.
Mi celular empezó a sonar y apoyé mi espalda sobre el asiento, no quería contestar pero no podía seguir como si nada pasara, miré el nombre que indicaba la pantalla y no dudé en contestar.

SI, SI ES CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora