SI, SI ES CONTIGO

¿No me recuerdas?

¿Quién se levanta un sábado a las siete de la mañana?
Que pereza tener que levantarse tan temprano un fin de semana, desde que acabó mi carrera hace un mes, me he acostumbrado a levantarme a más de las ocho de la mañana, pero hoy como todos se irán, incluyendo a mi abuelo Luis y la abuela Lily quiero estar presente en su despedida. Tal vez los acompañaremos hasta el aeropuerto.

Gisell aún sigue dormida así que con mucho cuidado me levanto de la cama y  después de estar lista bajo a la sala principal encontrandome con Alexis.

-Ey, buenos días bonita.- Me saludó Alexis con un beso en la boca.

-Buenos días cariño.  ¿Que haces?

-Solo vine por un vaso de agua ¿Y tú?

-Pues nada Sólo no podía seguir durmiendo.

-¿Quieres ir al jardín?- Preguntó Alexis estirando su mano para tomar la mía.- Por cierto estas preciosa.

-Si.- Dije tomando su mano. - Y gracias guapo.

Al llegar al jardín nos sentamos bajo una pequeña sombra al lado de las margaritas favoritas de la abuela. 

-Ay bonita, al parecer no somos los únicos.- Comentó Alexis mientras colocaba su cabeza sobre mis piernas.

- Ya veo que...- Fuí interrumpida por alguien.

- ¡Hola chicos!- Saludo la abuela Lily muy enérgica.- Buenos días.

-Buenos días abuelos.- Contestamos al unísono.-¿Que hacen por aquí?- Preguntó está vez Alexis.

-Queríamos despedirnos de este hermoso jardín.- Respondió mi abuelo.

-Y también queríamos darle nuestra última mano. - Habló la señora Lily.

-Creo que este jardín los va a extrañar.- Respondí echándole un vistazo al jardín que con tanta dedicación cuidaba todos los días mis abuelos.

-Si, eso creo.

Y así pasamos un agradable rato en el jardín con nuestros abuelos y cuando escuchamos un bullicio dentro de casa nos reunimos con los demás.
Hablamos, reímos y disfrutamos nuestra compañía.
Hoy se irán todos y dentro de tres días mamá se irá con Gisell.  Claro que al regresar mamá, mi hermana se quedará en la casa de la Florida donde vivirá todo este tiempo que trabajará fuera de casa.

....

Ver a mis amigos abordar el avión me hizo derramar algunas lágrimas.
Ya no están y mi hermana tampoco lo estará dentro de unos días.

Siento que todo esto se hará eterno pero ahora cada uno de nosotros está en busca de su futuro y estoy segura que la espera para volver a vernos valdrá la pena. Sé que nos veremos pronto.

......

Después de salir del aeropuerto mamá se fue con Matt y Erick a casa en su auto.
Gisell y Adam se fueron en el auto de Adam y Alexis y yo nos vinimos en mi auto. Sólo estuve con ellos unos minutos puesto que yo quería salir a solas un momento.

Me despedí de todos y salí a toda velocidad.
La carretera parecía no tener final así que en medio de la nada me detuve.
Coloqué la cabeza sobre el volante y escuché mi celular sonar,  era Alexis, pero algún motivo que desconozco no contesté.
Nuevamente me puse en marcha y me adentre en la ciudad, el tráfico era terrible y ya estaba anocheciendo.

"Nadie te manda a salir un sábado por la tarde con lo pesado que se pone el tráfico." me recordó mi subconsciente.

Nuevamente mi celular no paraba de sonar,  está vez no eran llamadas, eran mensajes y me desesperaba escucharlo sin control así que lo apagué. 

Logré salir del tráfico y llegué a una cafetería, me senté en una mesa sola y vacía, un chico se acercó y tomó mi pedido que sólo era un chocolate caliente, estaba haciendo frío.
Cuando el chico volvió me dispuse a disfrutar de mi bebida pero alguien se sentó junto en mi mesa.

-¿Puedo?- Preguntó  aquel chico, cuyo rostro se me hacía familiar.

- Si, no te preocupes.- Respondí de buena forma a lo que el chico rápidamente se sentó de frente a mi.

-¿Como estás?- Preguntó nuevamente el chico. No entendía a que estaba jugando pero estaba segura que algo quería.

-Muy bien dentro de lo que cabe.- Respondí amablemente pero la curiosidad por saber quien era este chico me estaba matando.-¿Quien eres?

-¿No me recuerdas, Camila?- Dijo con una sonrisa sarcástica.

-¿Como sabes quién soy?- Pregunté totalmente asombrada.

-Vaya, que rápido nos olvidan.-Dijo revisandosu celular. -Soy Rivers.. Marcos Rivers.

Y ahí me quedé, estática sin poder mover nisiquiera la lengua.
Tenía a Marcos frente a mis narices y nisiquiera me había dado cuenta.

-¿No te da gusto saludar nuevamente a un viejo amigo?

-Esto no puede ser cierto.- Rápidamente me levanté de la silla para salir de aquel lugar.

-Espera Camila.- me tomó del brazo y ya me estaba empezando a molestar.- Mañana te espero aquí, en este mismo lugar a las siete de la noche.- Soltó mi brazo y lo noté más calmado.- Necesito hablar contigo. Por favor no te niegues, juro que no haré nada.

-Yo no puedo venir. No tengo nada que hablar contigo.- Respondí con molestia en mi voz.

- Por favor.- Volvió a hablar caminando hacía mi, quedando aún más cerca.- Por lo menos piensalo y si decides venir me avisas.- Extendió su mano entregandome un tarjeta. Allí estaba su mi número.

-Está bien.- Tomé la tarjeta y cuando quise salir volvió a hablarme.

-Gracias Camila.

-No me agradezcas aún, Rivers.- Respondí por fin sin mostrarme tan sorprendida.- Adiós.

Salí de aquel lugar pensando en lo que quiere hablar Marcos conmigo.
No entiendo nada. Después que Allyson y yo logramos desmantelar la compañía criminal de Janner fue la última vez que nos vimos. Perdimos el contacto y ya más nunca volvimos a hablar.

Ha pasado mucho tiempo desde ese día y ahora me sorprende que Marcos llegue nuevamente así de la nada, sin decir nada y sin avisarle a nadie.

No se que ha sido de su vida, a que se dedica y mucho menos sé si sigue siendo aquel chico incomprensible que ni el nisiquiera puede entenderse el mismo.

No quiero asustarme y tampoco involucrar a más nadie en esto. Mañana iré nuevamente a Marly, el lugar donde acabamos de encontrarnos.
Supongo que después de escucharlo no lo volveré a ver y todo será un mal momento que quedará en el olvido.

Sin más que pensar sigo en marcha hasta llegar a mi casa.
Todos deben estar dormidos, puesto que ya es de noche y no es muy temprano como para que aún siga en la ciudad casi desolada.
Sólo espero que Alexis no se entere por arte magia que lo he visto y que tengo pensado ir a verlo nuevamente mañana.

Anderson Natera en multimedia.