¡Feliz cumpleaños Matt!

174 12 0
                                    

Han pasado dos días desde que llegamos a Canadá y hoy organizarnos la fiesta de cumpleaños número tres de mi pequeño.

Son las tres de la tarde y me encuentro en en una parte del jardín que ya ha sido organizada con mi madre, Zoé y Emma inflando globos, la fiesta de Matt empieza dentro de unas horas y estamos organizando la decoración.
Mi abuelo y la señora Lily se encuentran organizando el resto del jardín en compañía de mi padre y Erick.
La señora Erika, Gisell y Kim se encuentran en la cocina preparando los pasabocas. El resto de mis amigos incluidos Alexis y Sergio se encuentran organizando luces, voz, tarima y algunas partes de la casa y Matt, pues el está dormido en mi habitación.

Cuando mamá me dijo que estaba embarazada no lo podía creer, fue una sorpresa para mí y una gran alegría para Gisell y Alexis. Jamás me imaginé que mi adorada madre tuviese deseos de tener un nuevo hijo y aunque pensé que era lógico que ella quisiera darle un hijo a su esposo para mi seguia siendo una completa locura. No me imaginaba a mi mamá embarazada a su avanzada edad y cuando quise advertirle sobre los posibles riesgos y complicaciones que podrían presentarse a lo largo de su gestación ella sin nisiquiera mandarme a callar me cerró la boca diciendo que sería igual o menos peligroso que hacerme un tatuaje.
Cuando mamá se enteró de mi tatto yo me encontraba en Georgia, Gisell me había hablado por teléfono para decirme que nuestra madre había visto mis fotografías en Instagram donde se me veía claramente mi tatuaje y entonces me repetí mil veces lo tonta que fuí al usar esa ropa deportiva. Fue un gran día aquella tarde que fuí a correr con todos mis amigos pero a Alexis se le ocurrió la grandiosa idea de tomarnos fotos y entonces no pensé en qué mi hermoso croptop rojo no colaboraria tapando mi tatto que se encontraba unos centímetros más abajo. De igual forma ya no había manera de que mamá no lo supiera y lo único que me esperaba de ella es que quisiera matarme y no me equivoqué, mamá me amenazó con castrarme por toda Georgia por haberme tatuado sin su permiso y hasta juró cortarle las manos a quién sea que me haya tatuado aunque al final de su rabia no cumplió ninguna de sus amenazas y por lo que me decía el señor Erick el embarazo la tenía paranoica y de su boca se escapaba lo primero que se cruzara por su mente, claro que a pesar de eso mi querido padrastro estaba muy emocionado con el hecho de volver a ser padre después de tanto tiempo.

Mi mamá decía que ya no conocía a su hija y que nisiquiera sabía si yo seguía siendo la Camila que ella trajo al mundo o si la Camila que se hacía llamar su hija estaba reemplazando a su pequeña niña. Yo me moría de la risa cada vez que la escuchaba decir eso y Gisell en algunas ocasiones se ponía de su parte pero cuando le recordaba que aquella Camila era quién le hacía citas dobles a espaldas de nuestra madre y por eso tiene tan hermosa relación con mi querido cuñado Adam se quedaba callada como niña regañada. Mamá tampoco sabía eso y entonces decía que no conocía a ninguna de sus hijas y que sólo faltaba que su pequeño Matt sea reemplazado por uno rebelde.
Alexis y Sergio reían cada vez que mamá decía que no lo dejaría juntarse con ellos porqué le podían pegar sus cosas, pero ellos se defendían diciendo que aman más a su hermano que a sus propias novias y que jamás harían algo que lo perjudicara, claro que Emma y yo nos sentíamos indignadas pero está más que claro que cuándo mi pequeño hermanito crezca ya todos nosotros seremos más maduros y entonces no podrá ser como lo que fuimos nosotros, el conocerá sus propios amigos y en su grupo puede que sus sobrinos porqué al tener un poco más de edad para entonces nosotros, sus hermanos mayores quizás tengamos hijos y al igual que nosotros harán cosas locas, sólo espero que no sean tan peligrosas como las que yo viví desde que llegué a la gran casa Thompson.

Sonreí al imaginarme aquella escena, mi pequeño hermano siendo un total desastre con sus futuros sobrinos. No puedo imaginarme un respeto totalmente, sólo me los puedo imaginar haciendo locuras como unos auténticos amigos y mi pequeño Matt regañandolos y corrigiendolos ante una acción verdaderamente mala siendo un verdadero y ejemplar tío, al igual que Zoé con sus pequeños sobrinos.

No me había dado cuenta lo concentrada que estaba en los globos hasta que vi el último en mi mano y los tres pares de ojos mirándome como si buscarán algo en mi.
No había hablado para nada con mamá y las chicas desde que empezamos y cuando por fin coloqué el último globo en su lugar me quedé mirando la hermosa decoración que habíamos realizado, de verdad que somos un gran equipo.

Me reí a carcajadas cuando Emma tocó mi frente y cuello como si estuviese buscando algún signo de fiebre en mi.

-¿Te pasa algo, linda?- Preguntó Zoé y a decir verdad no puedo negar que me encanta su hermosa forma de tratar a las personas.

-No mi amor ¿Porqué?

-Pues hija es que hace un buen rato estás sonriendo sola.

-Parece que estas muy contenta o algo te puso contenta.- Habló Emma y me pude imaginar que se estaban preguntando en que estaría pensando.

-Vale ya- Volví a sonreír sentándome en un sillón- Zoé preciosa, respondiendo a tu pregunta no me pasa absolutamente nada.- Hable sin dejar de sonreír- Mamita querida es que las hermosas imágenes que producen mi mente no pueden evitar hacerme sonreír y pues bueno Emma si tiene razón, algo realmente hermoso me ha puesto muy contenta.

-¿Y no nos quieres contar?- Volvió a preguntar Zoé.

-No mi pequeña, no lo haré.

-Que mala eres, Cami.

-Oigan no sean cotillas.- Mamá y las chicas rieron.- Ahora las dejo porqué iré a arreglarme.- Dicho esto me levanté del sillón y corrí escaleras arriba sin darles oportunidad de decir o preguntarme algo más y sólo pude escuchar risas a mis espaldas.
Espero que los demás ya hayan terminado su trabajo, sólo falta una hora para que empiecen a llegar los niños que han invitado nuestros padres por orden de Matt.

La fiesta empieza a las 5:30 De la tarde y ya son las 4:35 lo que me da oportunidad de arreglarme e ir por mi pequeño hermano y arreglarlo para su perfecta fiesta de súper héroes.

...

Me miro al espejo y sonrío.
Hoy nuevamente se me viene un hermoso recuerdo a mi mente, hoy en la fiesta de Matt me acuerdo del día de mi fiesta de cumpleaños, todo lo sucedido esa noche y lo sucedido al día siguiente pero sobre todo lo que viví aquí en Canadá desde que llegué. Ahora sólo estoy muy agradecida con la vida, el destino y aquel accidente. Gracias a eso me convertí en lo que soy, tengo una hermosa familia, muchos amigos, y puedo decir que lo mejor que me ha pasado es estar al lado de Alexis y tener un hermanito tan adorable.
Hoy miro atrás y todo ha cambiado, la familia se creció y ya no somos unos adolescentes y por esa razón lo único que quiero es cuidar a Matt con mi vida si es posible. Cuidarlo de cualquier peligro que lo exponga y sobre todo de Janner y su pandilla que aunque suene ilógico aún estando en la cárcel me da pánico que pueda salir o desde allí acecharnos.

Cierro los ojos y alejo todos esos pensamientos, suspiro y salgo de mi habitación en busca de Matt.
Después de arreglarlo bajamos las escaleras y nos encontramos el jardín totalmente lleno, el ambiente se sentía bien y todos los niños y niñas se venían preciosos con sus disfraces.
Zoé se acercó a Matt y le dió un pequeño beso en la mejilla acompañado de sus felicitaciones. Mi pequeño hermano se tiñó de rojo y me hizo recordar mis inicios con Alexis. Volví a sonreír mientras caminaba con Matt y Zoé a cada lado de mis manos hasta llegar a mi madre dónde todos aplaudieron y gritaron un Feliz cumpleaños Matt.

Hoy, en este momento y para siempre lo que quiero y haré porqué sea posible es que mi hermano sea realmente feliz.

Matt en multimedia.

SI, SI ES CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora