Una nueva especie ha surgido luego de que el roce de una estrella que atravesó todas las constelaciones zodiacales extinguiera a los humanos... Sin embargo, no todos se extinguieron, los más fuertes siguieron habitando la tierra, considerándose una...
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Aquellas palabras significaron el peligro, mi ser se llenó de miedo e inseguridades que incluso me costó pronunciar alguna palabra. Siento la falta de aire debido a la presión que se formó en mi pecho. ¿Los guardias de la plantación están aquí? ¡¿En el centro de cabañas?!
Comencé a sudar más de lo normal y mi respiración se aceleró, creo que estoy teniendo un ataque de pánico en estos momentos por lo que Anderson tuvo que venir a ayudarme. Él intenta ponerme de pie pero no quise levantarme y solo me mantuve allí en el suelo en posición fetal mientras lloro y me sumerjo en ese temor tan grande de ser encontradas y capturadas de nuevo.
—Tania, yo te protegeré, ellos no te harán daño... —las palabras de Anderson no ayudaron en absoluto.
—Si nos atrapan no podré ayudar a mis amigos a escapar de ese lugar —lágrimas recorren mis mejillas, realmente el estado en el que estoy en estos momento me asusta, no puedo controlarme, he quedado congelada sin poder moverme y todo mi cuerpo tiembla.
Emilia se llevó a Anelly a la cocina para darle una golosina y calmarla, yo por otro lado, estoy aquí pensando en las pocas posibilidades de escapar, no quiero enfrentarme a esos repugnantes guardias... Me asustan.
—Tania, si nos quedamos aquí de seguro vendrán, tienes que levantarte. Partiremos en seguida hacia los rebeldes y acabaremos con ese lugar —aseguró Anderson pero me costó creerle.
Anderson se levanta al ver a Emilia salir de la cocina, los dos entablan una conversación a murmuros y sé que hablan sobre lo que está sucediendo. No sé en que momento mi vista se volvió borrosa que ya no logro ver detalladamente sus rostros.
Desde la cocina veo como mi hermana se acerca rápidamente hacia mí y me abraza, su reconfortante abrazo logra tranquilizarme un poco permitiéndome salir del trance emocional en el que estaba.
—Hermanita, no estés así. Yo te ayudaré, saldremos de esta juntas —me dijo acariciando mi cabello.
Fingí una sonrisa para no preocupar a mi hermana, lo cierto es que no tengo ganas de sonreír ni de mostrarme fuerte, a veces, debemos caer para seguir adelante. Lentamente y con toda la fuerza que me proporcionaba mi cuerpo me puse de pie, al principio me costó mantener el equilibrio pero luego logré mantenerme con firmeza, mi cuerpo aún temblaba por el miedo pero mi vista ya había vuelto a la normalidad.
Anderson y Emilia se percataron nuevamente de que estoy dispuesta a escapar una vez más y los dos sonrieron a la misma vez.
—Eres muy valiente, Tania —Emilia me tiró ese cumplido provocándome una pequeña sonrisa.
—Si los guardias están aquí es por que las buscan, así que partiremos justo ahora a la ciudad donde se encuentran los rebeldes, no hay tiempo que perder —Anderson tomó su mochila que estaba sobre la mesa y antes de salir por la puerta Emilia lo detuvo.
