Una nueva especie ha surgido luego de que el roce de una estrella que atravesó todas las constelaciones zodiacales extinguiera a los humanos... Sin embargo, no todos se extinguieron, los más fuertes siguieron habitando la tierra, considerándose una...
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Varios años atrás, los humanos hacían la ropa completamente a mano, realizaban perfectas prendas a base de aguja e hilo. Nancy me contó un poco sobre la historia de la creación de este invento, su explicación se basaba desde la experiencia de su abuela con la que antes vivía cuando no era una esclava, su abuela había presenciado el momento justo en el que la estrella rozó la tierra y logró conocer la historia detrás de esos años del roce estelar. Los humanos crearon la maquina de coser, pero cuando se extinguieron la mayoría de inventos fueron inservibles para los Homoelementals que estaban dispuestos a hacer el cambio, solo tomaron algunos inventos favorables y entre esos está la maquina de coser, el único invento que puedo apreciar de los humanos ya extintos.
Sé que estoy viva, pero no estoy segura de mi posición en el tiempo, no sé cual es el año actual, ni en que día de la semana estamos, ni el mes ni la hora... Prácticamente he perdido la noción del tiempo, todo debido a que nací en esta plantación de esclavos y aquí los días y las horas no sirven de nada, ya que nuestra vida simplemente es como si no nos perteneciera, cada noche me pregunto sobre el mundo exterior, me pregunto sobre como funcionan las cosas allí afuera de estos muros, desearía sentirme libre, sentir que estoy viva para vivir y no para ser esclavizada.
Los quejidos del nuevo esclavo me sacaron por completo de mis pensamientos, el chico que se había quedado dormido por varias horas al fin despertó tocando su cabeza adolorido, el se sentó en el colchón cruzando sus piernas y los dos compartimos miradas, el frunció el ceño y por la forma en la que me observa deduzco que se encuentra asustado y confundido.
Observó el interior de la cabaña casi oscura ya que las velas empiezan a desgastarse y no proporcionan luz suficiente.
—Joder, creo que no fue un sueño... —dijo y alzó las cejas sorprendido.
—Por desgracia no fue un sueño —hablé, desvié mi mirada de él para concentrarme nuevamente en la prenda que estoy cosiendo en la maquina —. ¿Lograste descansar?
—¿Descansar? ¿Cómo voy a descansar en un colchón que huele a estiércol y a sudor? —respondió enojado y bufó.
Lo miré nuevamente, su actitud comenzaba a fastidiarme pero no por eso lo trataría mal. Adam, parece ser de la misma edad que él, y al menos es comprensivo y trabajador, siempre dispuesto a ayudar. Es extraño pensar que Adam trabaja más que su padre, así que es debido a eso que las sabanas huelen a sudor y a tierra.
—¿Cuándo podré irme? —preguntó mientras se rascaba la cabeza.
Apreté mis labios, a pesar de que le expliqué que se convertiría en un esclavo aún le cuesta asimilarlo, y cree que todo esto es una broma.
—¿Podré irme, verdad?
Negué con la cabeza sin pronunciar más palabras, no quería decirle de nuevo sobre la situación que se presentaba en su vida, simplemente no quería decirle que lo obligarían a trabajar.
