Capítulo 17: Parte dos

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Parte II

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Parte II

Allí me encontraba yo, parada frente a un espejo por primera vez observando mi apariencia física que nunca en mi vida había visto. Al principio me costó bastante asimilar que esta soy yo, que la persona frente a mí simplemente es mi reflejo, la verdad no es para nada como me imaginaba. Creía que mi cara era un poco morena y que mis mejillas eran rellenitas como las de mi hermana. Pero no, es todo lo contrario. Mi cara es de tez blanca y es delgada, mis pómulos son notables y bajo mis ojos se encuentran enormes ojeras, al observar mis labios pude ver que estos no son tan grandes como creía, si no más bien de tamaño mediano y estaban demasiados resecos ocultando el color rosado de unos labios normales.

—¿Y qué tal? ¿Te gusta tú físico? ¡Tú también eres hermosa, incluso Adam me lo ha dicho! — Anelly exclamó entusiasmada.

Sonreí sintiendo el calor subir por mis mejillas, al darme cuenta en el espejo noté que me estoy sonrojando.

¿Realmente soy yo? No dejo de observarme, más que todo los ojos. Grises y profundos bastante hermosos, en los que mis largas pestañas sobresalen. En cuanto al resto de mi cuerpo, solo veo una figura delgada oculta tras esta camisa holgada que he llevado puesta como hace dos años.

—Tania, quiero bañarme con la agua caliente de la bucha —Anelly se acerco a mí y comenzó a jalar de mi brazo.

Me reí de ella.

—Es ducha no bucha —le corregí —Está bien, vamos. Pero antes déjame ver que ropa nos dio el señor.

Me acerqué a la cama en compañía de Anelly y las dos revisamos las múltiples prendas que nos dio el hombre, para nuestra sorpresa son de mujer, y están limpias y en buen estado.

—¿De quien crees que sea esta ropa? —me pregunta.

Alcé los hombros en respuesta de que no tengo ni la más mínima idea. Al ver un poco más veo una falda larga que taparía mis rodillas junto con una camisa con decores de flores, esta es pequeña y solo llega hasta mi ombligo.

—Tal vez esto te sirva —le entregué la camisa a Anelly y ella la recibió alegre al ver lo hermosa que es.

También encontré unos pantalones y más camisas que posiblemente me sirva. La ropa parece de una mujer adulta por lo que no logré encontrar algún pantalón o falda para mi hermana. Y tampoco podría dejarla con ese vestido sucio.

—¿Y si recortas la falda? —sugirió Anelly alzando los hombros y mordiendo su labio inferior.

Su idea me sorprendió, pero bueno... ¿Qué otra opción había? Reblujé entre las estanterías encontrando unas tijeras afiladas, y proseguí a cortar la falda de modo que le llegara hasta abajo de las rodillas.

Me mordí el labio empezando a estresarme, ver los recortes de la falda en el suelo me puso nerviosa ya que el hombre odia el desorden. ¿Y si se enoja por lo que estamos haciendo? No... no tiene por que enterarse.

Signos Elementales #TA2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora