Capítulo especial: Encerrados

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Narra Richard

Es asfixiante estar encerrado en este lugar sin percibir ni un poco de luz solar, y sin poder salir al exterior. Las paredes de ladrillos mugrientos, el hedor a heces y la falta de comida necesaria para cesar el hambre me está volviendo loco, lo peor de todo es que solo han pasado unos cuantos días desde que fuimos traídos aquí, días que no se comparan al tiempo en el que estaremos encerrados en este calabozo asqueroso.

El peor sentimiento que he experimentado es la decepción, creí que realmente lograríamos escapar, realmente quería darle un mejor futuro a mi hijo Adam, quería que él conociera el mundo en persona y no desde mi perspectiva. Pero la decepción se hizo presente en lo más profundo de mí, llenándome de tristeza y desespero, decepción que apareció cuando fuimos capturados. Recuerdo haber quedado inconsciente cuando me capturaron los guardias, cuando desperté estaba en este lugar en las peores condiciones, estaba en muy mal estado. Justo ahora, estamos en el calabozo ubicado abajo de las fabricas de carbón del sector uno, seguramente allá arriba hay esclavos de elemento fuego trabajando para los ignorantes y codiciosos hombres que crearon la plantación.

Los quejidos de Nancy llamaron mi atención, nunca la había visto en el estado en que está, su rostro está repleto de moretones y últimamente la he visto más delgada, su pelo corto se encuentra desorganizado y en mal estado que incluso yo, un hombre, puedo notarlo. En cuanto a mi hijo, él se encuentra observando a través de los barrotes oxidados del calabozo en el que estamos, no sé que mira o que espera... Solo quiero que no tenga falsas esperanzas de que saldremos de aquí.

—¿Cuándo nos traerán comida? —en cuanto las palabras de Nancy salen de su boca, ella comienza a toser de forma continua que incluso su rostro se torna de color rojo —. Estoy que me muero de hambre...

Sus lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas mientras ella se golpea el pecho con culpa. Quiero ayudarla, abrazarla y darle mi amor incondicional de padre, aunque no lo fuera, pero estoy tan débil que ni mis piernas puedo mover, me encuentro tirado en el piso con mi espalda pegada a la pared.

—Lo siento mucho Nancy, pero solo nos dan comida cuando se les da la jodida gana —Adam se aleja de los barrotes y golpea la pared con su puño —. Idiotas enfermos. ¿Cómo pueden hacernos esto? ¡¿Qué hicimos mal?!

El silencio reinó en el lugar, el pasillo del calabozo está despejado y ningún guardia anda por ahí. En el calabozo del frente se encuentra un esclavo pero desde que llegamos aún no nos ha dicho su nombre, ni de que sector viene o si quiera cual ha sido la razón de su castigo, rara vez se levanta de su colchón sucio para caminar en el pequeño espacio de su calabozo pero ahora lleva mucho tiempo tirado en el suelo y sus costillas se ven desde aquí.

—Estoy feliz de que Tania haya logrado escapar... Espero que sea feliz —Adam comenzó a llorar, sus lagrimas recorrieron sus mejillas —. Padre ¿Tania y Anelly estarán bien, cierto?

Asentí. Recordar a mis dos pequeñas me hace feliz a pesar del infierno que vivo ahora, sus sonrisas y sus locuras me dan esa esperanza que necesito para vivir. Desearía haber visto a Tania utilizar sus habilidades por primera vez, hubiese querido abrazarla y decirle cuan orgulloso estoy de ella. En cuanto a Anelly, la pequeña traviesa que me hacia reír cada día ya no está a mi lado, daría cualquier cosa para escuchar su risa, muero por volver a verlas.

Tragué saliva tomando fuerzas para responder, mi garganta se encuentra seca y realmente no lo soporto.

—Tania y Anelly, son fuertes, valientes y capaces, estoy seguro de que ellas estarán bien y aunque no hayamos logrado escapar con ellas, aún así debemos alegrarnos por que ellas si lograron irse de este lugar de miseria.

Adam asintió levemente con la cabeza y se limpió las lagrimas.

—Yo estoy feliz por ellas, pero realmente las extraño, quiero volver a abrazar a Anelly. —esta vez fue Nancy quien habló, su voz se escucha diferente, se nota que está deshidratada, solo que ahora... No puedo hacer nada por ella.

En cuestión de solo segundos, pasos lentos retumban en el pasillo, alguien se acerca. Adam se levanta rápidamente y observa a través de los barrotes, su expresión cambia de inmediato y aprieta sus puños a los lados.

Frente a nosotros aparecen dos guardias que desagradablemente huelen a alcohol, uno de ellos es moreno y bastante musculoso mientras que el otro, es el estúpido guardia del portón que lleva el nombre de Rick, y que por desgracia se convirtió en uno de los guardias superiores, es decir, que cualquier orden que mande este idiota debe se cumplida si o si.

El guardia de tez morena nos observa con desprecio.

—¿La están pasando bien, pedazos de estiércol? —nos insulta y comienza a aplaudir, su voz es tan gruesa que me provoca escalofríos —. Ustedes se lo buscaron, si no hubiesen sido tan estúpidos de intentar escapar, en estos momento no estarían aguantando hambre.

Nancy se acomoda en el suelo cubriendo su rostro para evitar a estos dos hombres y Adam se aleja de los barrotes, aquella expresión que tiene mi hijo nunca la había visto, está asustado pero por otro lado, guarda un rencor enorme.

—Les juro, idiotas, que encontraré a esas dos esclavas que lograron escapar, no me importa el tiempo que tome, si las encuentro las mato —esta vez fue el guardián del portón de nuestro antiguo sector quien habló.

Negué con la cabeza con lagrimas en mis ojos. —No le hagan daño.

Los dos se rieron y nos dieron la espalda concentrándose en el esclavo del frente, aquel estaba inmóvil.

—Está muerto... Saquémoslo de aquí y despejemos ese calabozo —dijo uno de ellos, solo que no supe identificar quien fue.

Los dos entraron en el calabozo del frente y empezaron a mover el cadáver de aquel esclavo, luego se fueron caminando lentamente por el pasillo mientras movían el cuerpo. Esto... Esto es atemorizante.

Logré levantarme, moví mis pies lentamente y antes de caer al suelo por mi falta de equilibrio, alcanzo a sostenerme de los barrotes, Adam me ayuda a sostenerme y le agradecí con una sonrisa.

Asomé mi cabeza por el espacio entre estos barrotes y observé al final del pasillo, allí se formaban unas escaleras que llevan hacia las fabricas de allá arriba. Algún día, espero salir por allí, deseo salir de aquí con mi hijo y Nancy y vivir una buena vida.

Pero ¿Eso será posible?

***

Hola a todos de nuevo.

Me siento feliz al haber publicado este capítulo ya que muestra la perspectiva de Richard y las situaciones por las que está atravesando en compañía de su hijo y Nancy mientras que Tania está buscando formas de liberarlos, aunque eso es un asunto aparte que más adelante se revelará.

A pesar de ser un capítulo triste, espero les haya gustado a ustedes, mis más fieles lectores a los cuales agradezco con todo mi ser.

Con amor Lonely_Star <3


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