El guardia agarró su cuello demostrando que se está asfixiando, y es obvio que no pueda respirar, ya que está atrapado en medio de un enorme remolino que es provocado por una mujer de libra, y que así mismo forma parte de la pequeña rebelión que cada vez se hace más intensa.
Todas las personas que me importan están a mi lado perplejos por todo lo que sucede, somos los únicos que no nos encontramos refugiados en nuestra cabaña por la simple angustia de saber como terminará todo.
—¡Padre, hay que ayudarlos! —Gritó Adam impotente por no saber que hacer... O como ayudar –. ¡Los mataran si no hacemos algo, ahora!
—Hijo mio, no podemos hacer nada. Solo volvamos a la cabaña antes de que lleguen los refuerzos de los guardias —Richard lo sujetó del brazo.
¿Refuerzos...? Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo haciéndome estremecer, sentía el deseo de querer escapar y esconderme. Los guardias nos superan en número y en fuerza, son más que todos los esclavos de esta plantación. No me sorprendería que los esclavos rebeldes terminen muertos.
—Adam —Me acerqué hacia él y mi hermana me siguió, ella está asustada por lo tanto no quiere quedarse sola —. Richard tiene razón, si nos quedamos aquí los refuerzos pensaran que también somos rebeldes, y nos asesinaran a todos.
—No estoy de acuerdo, deberíamos luchar. ¡Que más da! De todas formas no quiero vivir para ser esclavo —dijo Alex adentrándose en la conversación, que en cierto punto, no es de su incumbencia. El solo piensa en si mismo, como siempre.
—Jodete Alex —lo fulminé con la mirada —. Tú que vas a saber de lo que está ocurriendo, apenas eres un nuevo esclavo y no has tenido que soportar todos estos años de tortura, solo deja de pensar en ti mismo.
El me miró desafiante, abrió la boca a punto de responder pero la lluvia repentina lo interrumpió. Miré el cielo confundida.
La lluvia inició radicalmente, lo que se me hizo extraño, el cielo no estaba nublado hace un momento, simplemente la lluvia caía y empezaba a empaparnos a todos de agua.
Observé a Erick, sus brazos estaban extendidos hacia arriba...
—Es un piscis —dijo mi hermana —. Los piscis pueden hacer que llueva.
El guardia del portón gritó furioso, ya no podía utilizar sus habilidades ni mucho menos lanzar las bolas de fuego de hace un rato, simplemente la lluvia lo impedía ya que el agua es la mayor debilidad de todos los signos de fuego. Sin más opción corrió hacia Erick con la intención de posiblemente matarlo a golpes. Pero justo en ese momento, el hombre que estaba atrapado en el remolino golpeó el suelo con su pierna provocando una enorme grieta que poco a poco se acerca hacia Erick... Y de pronto la esperanza desapareció para nosotros y para los esclavos rebeldes. La grieta alcanzó a Erick y este cayó en aquel hueco hacia un vacío desconocido.
La lluvia se detuvo, lo que significaba que Erick ha muerto.
Al instante pensé en Clay, me encontré con él cuando iba hacia el almacén, se sentirá terrible al saber que su novio murió.
Esta rebelión no conseguirá nada, los guardias posiblemente retomen fuerzas para acabar de una vez por todas con aquellos esclavos, y si nos quedamos aquí tal vez nos ataquen de la misma manera. Richard, al parecer también se percató del peligro al que estábamos expuestos y no tardó en reaccionar.
—¡Todos corran a la cabaña! —Ordenó Richard a punto de llorar.
Todos se dieron la vuelta y comenzaron a correr sin pensarlo dos veces, tardé en reaccionar, Richard agarró mi brazo pero un sonido extraño nos detuvo a los dos.
De nuevo observamos como el guardia del portón se recuperaba, pero mis ojos lo evitaron ya que solo se centraron en la grieta que aún seguía haciéndose más grande, aquella no se detuvo y logró llegar hasta el muro que rodea toda la plantación de esclavos.
—¡Mira eso! —Richard señaló hacia el muro, al parecer los dos nos percatamos de lo que está sucediendo —. El muro se está agrietando.
El tiene razón, la grieta del suelo provocó que el muro empezara a agrietarse poco a poco.
—¡Papá! —observamos a Adam, quien ya se encontraba cerca de la cabaña, a su lado está Nancy, mi hermana y el chico nuevo que nos observan confundidos —. ¡¿Qué hacen?! ¡Vengan aquí!
Richard ignoró a su hijo por un momento y solo se centró en la situación quedándose pensativo por un momento. Yo por otro lado me centré nuevamente en la pelea, el guardia del portón de un momento a otro ya había asesinado a la mujer liberando a su compañero de el remolino, y los dos se tomaron un tiempo para retomar fuerzas y atacar al ultimo esclavo restante, quien al parecer se uniría a la pelea... Dos contra uno, resultado: La muerte.
—En el muro hay un hueco, podríamos escapar, pero debemos ser rápidos.
—¿Escaparemos por ahí? —abrí mis ojos totalmente desconcertada por sus palabras —. ¿Qué pasa si nos ven?
—No lo harán —Richard nuevamente señaló hacia la lejanía, el ultimo esclavo que seguía vivo provocó una fuerte ráfaga de viento hacia los dos guardias enojados —. Están distraídos con ese hombre, ¡podemos escapar ahora y no seremos vistos!
Asentí comprendiendo, pero aún me siento insegura. Me di la vuelta y empecé a agitar mis brazos en el aire para llamar la atención de los demás.
—¡Vuelvan! ¡Hermana, Nancy, Adam. Vengan rápido! —grité a todo pulmón mientras sentía como los nervios se apoderaban de mí.
Ellos me escucharon y de inmediato, todos juntos comenzaron a correr hacia nosotros, incluso el chico nuevo, cuando estuvieron lo suficientemente cerca, se percataron de que el muro empezaba a destrozarse, varios pedazos comenzaban a despegarse de aquel.
Nací en este lugar, estuve sometida en este infierno deseando escapar... ¿De verdad podremos irnos?
¿Qué opinan de este capítulo? ¿Creen que lograran escapar de esa plantación o serán vistos en el intento? Descubrelo en el próximo capítulo, ¡Actualizo los domingos!
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Signos Elementales #TA2021
Science FictionUna nueva especie ha surgido luego de que el roce de una estrella que atravesó todas las constelaciones zodiacales extinguiera a los humanos... Sin embargo, no todos se extinguieron, los más fuertes siguieron habitando la tierra, considerándose una...