Las puertas de la sala del trono se abrieron para mí cuando mi reloj marcaba casi las nueve del día siguiente. Mi padre no había mentido cuando habló sobre un llamado especial. Los eventos relacionados con los vampiros y la muerte de los primeros seguían desencadenándose, presionando la delicada línea que separaba una era de paz y otra de guerra.
Atravesé el puente flotante a paso rápido, militar. Vestida con el uniforme negro de Espectro, asistía a una reunión oficial. La sede era la parte más profunda de Torre Espacio. En la plataforma central se divisaba la característica silla del Maestro de la Realidad, adornada de rayos de oro y centellas de plata azul, haciendo referencia a la energía. Mi padre yacía sentado en el trono, bastón en mano. Desde la distancia, parecía un orgulloso monarca en espera de sus caballeros, pero mientras más me acercaba, sus rasgos viejos me recordaban el amoroso padre que era conmigo.
—Bienvenida, Espectro Katziri, por favor, siéntate junto al General Kan.
La voz tranquila del Gran Sabio resonó con místico eco en la inmensa y vacía sala, cuya parte alta se perdía de vista en la oscuridad, mientras que, la baja, correspondía a un abismo poblado de destellos energéticos rojiazules. Me invitaba a sentarme en la mesa que yacía frente a él, una mesa que parecía nacer de la misma plataforma que nos daba soporte, como si fuese un metal viviente que podía dar vida a formas caprichosas.
Acaté la indicación con una ligera inclinación de cabeza. No era la primera en llegar, el General Supremo de la Guardia Kiniana ya ocupaba uno de los lugares. Lo saludé con el debido respeto, acomodé la cola de mi larga gabardina, y ocupé el sitio que me correspondía en uno de los seis lugares disponibles.
—En un minuto daremos inicio con la reunión.
Tras esas palabras, justo sesenta segundos después, una inmensa presión energética se hizo presente. El portal de teletransporte que yacía al centro de la plataforma, se iluminó con cuatro destellos de color rojo. La sala del trono era un sitio dotado con energía espacial, un portal inmenso que conectaba con otras partes del mundo.
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Esclava de la Realidad 3: El Trono del Primero
ParanormalCinco años después de los eventos de Mundo Energético, Katziri se ha convertido en un miembro funcional de la Guardia Kiniana española. Entrenada por el mismísimo Maestro de la Realidad, Dios de la Justicia, deberá enfrentarse a nuevos retos que pod...