El ambiente seguía tenso, sabía que, cualquier movimiento en falso podría causar mi muerte. El hombre no se veía del todo bien, movía la cabeza de forma incongruente de vez en cuando, como si tuviese mareos o algo parecido. Además, desprendía una presión energética enorme, diría que incluso más allá del nivel 5. Eso no era normal, personas como él debían ser únicas en el mundo.
—No hay más misterio del que te he dicho —respondí—, sólo he venido por información. ¿Qué es el Proyecto V, y por qué está relacionado con Kalro? Estoy buscándola y, de alguna forma, sé que está relacionada con lo que ocurrió en Madrid hace unos días.
Me miró de forma suspicaz.
—¿Hablas del descenso de los valinianos? ¿De Galahad Kane?
Otra vez me sorprendió la exactitud de sus palabras. No tenía forma de saberlo, a menos de qué hubiese estado en Madrid en ese momento.
—Justo de eso hablo. La gente de Galahad me brindó tal información. Kalro fue quien despertó a Galahad Kane, porque sabía algo sobre el Proyecto V. No sé la razón, y es lo que he venido a averiguar. ¿Por qué quería a Galahad? ¿Y por qué le interesaba el Proyecto V?
El hombre comenzó a reír, de la nada.
—¿Es sólo eso? —dijo, tratando de calmar su risa—. ¿Has venido hasta aquí, para averiguar algo que hasta un crío de cinco años podría deducir?
Molesto, lo miré enseñando los dientes.
—¿De qué estás hablando? —cuestioné.
Me devolvió la mirada, sorprendido.
—No me digas que, ¿acaso no lo sabes? ¿No sabes lo que está ocurriendo allá afuera? Las manchas de sangre en tu ropa me dicen lo contrario. Dime algo, ¿no sientes que has despertado de una pesadilla? Una locura que se apoderó de tu cuerpo, llenándote de ira y deseos asesinos.
En cuanto ese hombre terminó de hablar, un repentino recuerdo llegó a mi mente. Mi maestro, muriendo por mi propia mano.
—Entonces eso...
—Ah, así que lo sabes. ¿Lo ves? ¿Y no puedes deducir lo que has pasado? No te culpo, después de todo, necesitarías comprender la verdadera naturaleza de un valiniano para poder entender lo que ha ocurrido.
En ese momento, la presión energética que me retenía al fin cesó. Aspiré una bocanada de aire, como si se me hubiese retirado un gran peso de encima. El hombre se dio la vuelta, haciendo ondear su gabardina. Ahora que prestaba mejor atención, esa prenda era igual a la que usaban los rangos altos de la guardia kiniana.
—Qué... ¿Qué es lo que está ocurriendo? Quieres decir, que hay más kinianos poseídos por esa locura allá afuera.
Asintió.
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Esclava de la Realidad 3: El Trono del Primero
ParanormalCinco años después de los eventos de Mundo Energético, Katziri se ha convertido en un miembro funcional de la Guardia Kiniana española. Entrenada por el mismísimo Maestro de la Realidad, Dios de la Justicia, deberá enfrentarse a nuevos retos que pod...