Ayumi, Genta y Mitsuhiko ya habían decidido donde querían acampar. Ayumi, muy feliz, quiso comunicárselo a Conan, que permanecía distanciado de ellos.
- ¡¡¡Conan!!! -exclamó la niña- ¡¡Ya sabemos a donde queremos ir!! ¿Eh? ¿Qué te pasa, Conan?
La voz de Ayumi se escuchó preocupada, y todos los niños miraron encuriosidos a Conan. El chico permanecía inmóvil escondiendo su cara bajo su flequillo.
- ¿No te encuentras bien, Conan? -preguntó Mitsuhiko.
- ¿Tienes hambre, Conan? -preguntó Genta.
Conan no entonaba palabra, entonces el doctor Agasa le preguntó:
- ¿Qué sucede Conan, no te sientes bien?
Los niños se sorprendieron al ver que resbalaban algunas lágrimas por la cara de Conan.
- ¿¿¡¡Conan!!?? -exclamaron los tres niños al unísono.
Pero los niños no eran los únicos sorprendidos. El doctor Agasa y Haibara también le miraban sorprendidos.
- Perdonad... -dijo finalmente el chico, mientras unas cuantas lágrimas le deslizaban por las mejillas- Ahora mismo sólo quiero estar solo...
Dichas estas palabras, Conan corrió hacia el sótano/laboratorio y se encerró allí.
Dejó a todos los presentes sorprendidos y preocupados, pero nadie quiso interrumpir su estancia en el sótano. Sólo Haibara se atrevió a hacerlo cuando los niños se fueron a sus casas.
Toc, toc. Era Haibara llamando a la puerta del sótano/laboratorio.
- Dejadme solo. No quiero hablar con nadie -dijo Conan.
- Yo no soy "Nadie" -respondió Haibara- Soy Ai Haibara. Déjame entrar...
- ¡No querer hablar con nadie es querer estar solo! -gritó Conan, casi molesto.
Haibara respiró hondo y gritó todavía más fuerte que Conan:
- ¡¡¡¡O me abres esa puerta y me dices qué te pasa o te inyecto un veneno que te convertirá en ratón para siempre!!!!
- Chantajista... ¬¬ -pensó Conan para sí.
Ante la amenaza, Conan abrió la puerta y dejó que Haibara entrara.
- ¿Qué te pasa, Kudo? ¿Es por ella? -preguntó la niña.
Conan afirmó con la cabeza y después habló:
- Me ha dicho que no piensa esperarme más y que es mejor que me olvide de ella...
- ¿Y qué harás? -preguntó interesada Haibara.
Conan suspiró tristemente y dijo:
- Supongo que le haré caso... O por lo menos intentaré olvidarla. Ella tiene razón... No es justo que le pida que me espere cuando ni siquiera yo sé si algún día podré volver...
- Me imagino que debe ser muy duro... -agregó Haibara.
- Tsk ... Qué vas a saber tú si no te has enamorado en la vida... -dijo Conan, casi despreciando el apoyo que le intentaba dar Haibara.
- ¿¡Y tú qué sabes acerca de mis sentimientos, señor detective!? -exclamó ella molesta y ofendida por el comentario.
- ¿Eh? -se extrañó el chico- ¿Tú te has enamorado alguna vez, Haibara? ¿De quién?
- Eso no te importa.
- ¡Sí que me importa!
- ¿Y por qué te importa? -preguntó Haibara.
- ¿Por qué me importa? -se preguntó a sí mismo Conan- Pues no lo sé... Supongo que me importa porque te veo como una hermana y me preocupo por ti...
- "Como una hermana..." -pensó en silencio Haibara.
- Bien, si vas a pasarte el resto de tu vida aquí encerrado será mejor que me vaya antes de que empieces a ordenarme que te traiga aquello o lo otro... -dijo Haibara al tiempo que se acercaba a la puerta para salir.
- ¡Espera! -la detuvo Conan extendiendo un brazo- No te vayas todavía...
- ¿Y por qué debería quedarme? -preguntó ella.
- Porque no quiero estar solo- respondió Conan, tristemente.
ESTÁS LEYENDO
Un amor de doble filo
RomantikEsta historia no es mía pero es una excelente historia que la voy a publicar aquí. Esta historia trata de un romance entre Conan Edogawa o mejor dicho Shinichi Kudo y AI Haibara o mejor conocida como Shiho Miyano Esta historia fue creada por: Sherr...