Capitulo 27

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Shinichi condujo a Shiho hasta la parte trasera del instituto, donde Heiji Hattori había dejado su moto estacionada. Shinichi le iba explicando su plan a Shiho mientras caminaban.

-Saldremos de aquí inmediatamente. Ahora que Gin sabe qué estás aquí, no es conveniente que nos quedemos. Tampoco podemos ir a mi casa, a estas alturas ya deben saber que estás viviendo allí.

-¿Entonces, qué haremos? -preguntó ella, asustada.

-Todavía no lo sé... Por lo pronto, iremos bien lejos de aquí para no poner en peligro a nadie. Le pedí a Hattori que vaya con Kazuha a la casa de Ran, para "protegerla" si es necesario...

Shiho no dijo nada. Sabía que podía confiar en él y se limitó a obedecer.

-¡Toma! -Shinichi le alcanzó un casco a Shiho, que ella no tardó en ponerse. Él hizo lo mismo con otro casco.

Galantemente, Shinichi subió sobre el vehículo y encendió el motor.

-¡Sube! -ordenó a la chica.

Ella le obedeció.

-¡Agárrate fuerte! -Shiho se sorprendió pero obedeció de nuevo.

Shinichi arrancó la moto y salieron del instituto dejando tras de sí una estela de polvo y gas de combustible. Era la primera vez que ella se subía en una moto. A pesar de la situación, sentía cierta felicidad por hacer algo por primera vez junto a Shinichi.

-¿Estás bien? -preguntó el chico, volteando un poco la cabeza.

Ella se ruborizó un poco y afirmó con la cabeza. Después se agarró más fuerte a Shinichi, mientras el viento le elevaba la parte de cabello que le quedaba al descubierto.

Doblaron unas cuantas calles. Habían salido de Beika. Shinichi no tenía claro a dónde podía llevar a Shiho, pero sabía que debía alejarla de ese lugar. Mientras pensaba en ello, miró por el retrovisor y vio que una motorista de delantera respetable y cabello rubio platino les seguía a unos cien metros de distancia. A pesar de que el casco negro le ocultaba el rostro, Shinichi no tardó en adivinar que se trataba de Vermouth. Ante esto, el chico aceleró instintivamente.

-¿Qué pasa? -preguntó preocupada Shiho, que se había percatado del acelerón apresurado e indisimulado.

-Nada... ^^U -trató de mentir el chico para no preocuparla.

-¿Seguro? ¬ ¬

Shiho, desconfiando como cualquier mujer intuitiva, volteó lo más que pudo la cabeza hacia atrás y la vio. Vio la figura de la mujer que les estaba siguiendo.

Una fuerte opresión en el pecho hizo que Shiho se encogiera tanto como pudo, tratando de ocultarse.

-¡Shiho, cálmate! -le dijo Shinichi- ¡Tú confía en mí y no nos va a alcanzar! ¡Agárrate más fuerte!

Ella le hizo caso, y él aceleró de nuevo sin dudarlo. Vermouth presenció el acelerón, pero antes de actuar, prefirió recibir las órdenes de quien le estaba hablando a través de un micro.

-Han acelerado... Sin duda se han dado cuenta mi presencia...

-Bien hecho, Vermouth... Síguelos un poco más y dejemos que caigan en la trampa... ¿Quién iba a pensar que fuera tan fácil? -sonrió cínicamente el hombre.

-No te confíes, Gin... -sentenció la mujer- Ese chico, Shinichi Kudo, es sorprendente...

-Vaya, Vermouth... Cualquiera diría que le admiras...

-¿Todos admiramos a alguien, no? ¿Vas a negarme eso, Gin?

El hombre sonrió de soslayo y respondió fríamente:

-El que admira sólo se rebaja a sí mismo. Se coloca en una posición inferior al admirado... Una persona fuerte, no debe admirar a nadie...

Vermouth estuvo meditando sobre las palabras que había pronunciado Gin y no dijo nada.

Un amor de doble filoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora